Doctor arquitecto, autor de numerosos títulos técnicos y catálogos, así como de proyectos de edificación y ensayos. Colaborador de la Real Academia Matritense de Heráldica y Genealogía y articulista en revistas técnicas y culturales. Ha escrito sobre historia, antropología, crónicas de arquitecto y novelas históricas, con más de veinticinco libros publicados en papel y formato digital. Ganador de varios premios literarios de prestigio.
miércoles, 27 de marzo de 2013
Meterse en camisa de once varas
La frase tuvo su origen en el ritual de adopción de un niño, en la Edad Media. El padre adoptante debía meter al niño adoptado dentro de una manga muy holgada de una camisa de gran tamaño tejida al efecto, sacando al pequeño por la cabeza o cuello de la prenda. Una vez recuperado el niño, el padre le daba un fuerte beso en la frente como prueba de su paternidad aceptada. La vara(835,9 mm) era una barra de madera o metal que servía para medir cualquier cosa y la alusión a las once varas es para exagerar la dimensión de la camisa que, si bien era grande, no podía medir tanto como once varas (serian mas de nueve metros). La expresión se aplica para advertir sobre la inconveniencia de complicarse innecesariamente la vida.
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