miércoles, 30 de marzo de 2022

Las ventajas de envejecer

 Las ventajas de envejecer




   Nunca cambiaría a mis increíbles amigos, mi vida maravillosa, mi querida familia, por menos canas o por un vientre más plano.
   A medida que he madurado, me he vuelto más amable, y menos crítico conmigo mismo.
   Me he ido convirtiendo en mi propio amigo ...
   No tengo sentimiento de culpabilidad al comer unas galletas de más, o al hacer la cama cuando quiera, o comprando algo tonto que no necesito.
   Tengo derecho a ser desordenado o extravagante.
   He visto a varios amigos y seres queridos abandonar este mundo demasiado pronto, antes de que se dieran cuenta de la gran libertad que aporta la vejez.
   ¿Quién me reprocha, si me pongo a leer o a jugar con mi ordenador hasta las cuatro de la madrugada y dormir hasta el mediodía?
   ¿A quién le molestará que me quede en la cama o frente al televisor, todo el tiempo que quiera?
   Bailaré al son de aquellos éxitos maravillosos de los años 70, 80 y 90, y si de paso me entran ganas de llorar por un amor perdido, pues lloro ... 
   Cuando quiera, caminaré por la playa con esos pantalones cortos, demasiado ajustados para un cuerpo ya en declive, y me sumergiré en las olas con abandono, a pesar de las miradas de conmiseración de otros más jóvenes y dinámicos. Ellos también envejecerán.
   Sé que a veces tengo descuidos de memoria, pero creo que con respecto a algunas cosas de la vida lo mejor es olvidarse de ellas.
   Recuerdo las cosas importantes. 
   Por supuesto, a lo largo de los años, mi corazón se ha partido o hecho añicos más de una vez.
   Sin embargo, los corazones partidos nos procuran fuerza, comprensión y compasión. 
Un corazón que nunca ha sufrido es inmaculado y estéril, y nunca conocerá la alegría de ser imperfecto.
   Tengo la suerte de haber vivido lo suficiente como para tener gris lo que me queda de cabello y para conservar la risa juvenil grabada para siempre en los surcos profundos de mi cara.
   Muchos nunca se rieron, muchos  murieron antes de que les salieran canas.
   A medida que se envejece, es más fácil ser positivo e idependiente. Importa menos lo que piensen los demás.
   Yo ya no me cuestiono. 
Me he ganado el derecho a estar equivocado. 
   Entonces, respondiendo a tu pregunta, o si no has preguntado, a tu extrañeza:
Me gusta ser viejo. Me gusta ser la persona en la que me he convertido.
   No viviré para siempre, eso lo sé, pero mientras esté aquí, no perderé el tiempo lamentando lo que pudo haber sido y no fue, y todavía menos preocupándome por lo que será, porque puede que ni lo vea.
   Y cuando tenga ganas, comeré postre en cada comida.
   ¿Lo captas?
   ¡Que nuestra amistad nunca se separe, porque reside en el corazón! ❤️

martes, 29 de marzo de 2022

Infidelidad

Infidelidad 



¿Cómo podríamos definir la infidelidad? ¿Qué factores pueden llevar a un hombre a la infidelidad? ¿Y a una mujer? ¿Cómo afecta emocionalmente la infidelidad? ¿Qué efectos tiene una infidelidad en la relación? ¿Es posible superar una infidelidad? ¿Qué se puede hacer?

¿Cómo podríamos definir la infidelidad?

La infidelidad podemos definirla como una traición a la confianza de la pareja y a los límites que esta había pactado en el aspecto afectivo-sexual. Se trata de un engaño y es una ruptura unilateral del principio de fidelidad.

Cada relación de pareja establece unos límites de lo que consideran como infidelidad. Así, mientras que para algunas parejas se restringe a las relaciones sexuales con una tercera persona, otras personas pueden sentir una infidelidad en una mirada de complicidad con una tercera persona, conversaciones afectivas a través del móvil o incluso ver pornografía en solitario.

¿Qué factores pueden llevar a una persona a la infidelidad?

Hay diferentes causas que pueden llevar a una persona a cometer una infidelidad y podemos ver que los factores principales son diferentes si es hombre o mujer.

Así, podemos destacar como principales factores en los hombres: 

Insatisfacción

La insatisfacción, ya sea afectiva o sexual, es una de las principales causas que llevan a los hombres a ser infieles.

Además, esta insatisfacción suele venir por un problema de comunicación con la pareja, donde no existe ese espacio de confianza o de comprensión mutua donde hablar de las necesidades sexuales o afectivas no satisfechas. Esto lleva al hombre a buscar en una tercera persona, lo que no encuentra en su pareja actual. 

Además, es frecuente ver que, en las parejas que llevan muchos años juntas, hay un descenso de la frecuencia sexual, que lleva a una frustración del hombre. 

Baja autoestima

En ocasiones, la infidelidad esconde una reafirmación del hombre: el sentir que puede tener otra relación y que es atractivo para otra persona hace que sea una reafirmación de su propia autoestima. Se trata de una afirmación del ego de que aún puede ser capaz de atraer, seducir, ligar o acostarse con otra persona. 

Búsqueda de nuevas experiencias

La novedad, así como las nuevas experiencias sexuales, constituyen otro factor que aparece en las sesiones. Suele venir acompañado de un sentimiento de rutina o de monotonía con su pareja, que le lleva a estar abierto a conocer a una nueva persona o a tener un encuentro sexual.

El alcohol o drogas provocan un efecto desinhibidor que puede acentuar o precipitar una infidelidad sexual.

Situaciones difíciles o estresantes

Podemos ver cómo algunos hombres tienen infidelidades esporádicas como una vía de escape ante una situación difícil, complicada o estresante.

A veces, se trata de un bache en el trabajo o con la pareja, que lleva a buscar una satisfacción rápida y superficial consiguiendo evadirse de los problemas y de las discusiones.

Falta de responsabilidad y/o compromiso

La infidelidad en el hombre también puede darse por inmadurez. Una relación monógama basada en la sinceridad y la fidelidad requiere un compromiso maduro por parte de las dos personas.

Es totalmente normal que una persona pueda sentir una atracción hacía terceras personas y, si no hay un compromiso serio y una responsabilidad hacía la pareja, se abre la puerta a que aparezcan relaciones con otras personas.

En cambio, en las mujeres podemos encontrar que las principales causas para cometer una infidelidad son: 

Falta de comprensión y de intimidad

Cuando la mujer no se siente comprendida y no hay momentos de intimidad donde tener conversaciones, de hablar de sentimientos y emociones, aparece una desconexión con la pareja.

El día a día y la monotonía es fácil que lleve a la pareja a que desaparezcan los momentos en común, haciendo que se generen sentimientos de frustración, decepción e insatisfacción. 

Falta de dedicación por parte de la pareja

La infidelidad es una forma de buscar una atención y una valoración que su pareja no le está dando. La falta de atención despierta una sensación de abandono y de alejamiento emocional, que lleva a algunas mujeres a buscar esas sensaciones de amor y entendimiento en otra persona fuera de la relación.

La rutina y la monotonía

Cuando el día a día hace que se pierda la ilusión y los momentos agradables con la pareja, se empieza a crear un contexto de frustración y decepción que puede propiciar la infidelidad. 

En estas situaciones, algunas mujeres eligen buscar algo divertido y diferente, un poco de aventura fuera para volver a sentir esas sensaciones que ya parecían olvidadas: los momentos románticos, sentirse guapa y deseada, los nervios de las primeras citas, momentos de excitación sexual o mariposas en el estómago... 

Sexo insatisfactorio

Por supuesto esta es una de las razones que motivan la infidelidad de la mujer. Si no hay intimidad sexual dentro de la pareja o se siente insatisfecha en el aspecto erótico, hay más probabilidades de que busque una vida sexual más plena con otra persona. En los últimos años, la mujer ha conseguido por fin liberarse de muchos tabúes y conquistar su sexualidad, lo que las lleva a ser más exigentes a la hora de obtener su propio placer.

¿Cómo afecta emocionalmente la infidelidad?

En las consultas que recibimos vemos que la infidelidad genera daños psicológicos que perduran en el tiempo y provoca trastornos psicológicos como la ansiedad, depresión o trastornos psicosomáticos.

El engaño y la traición hace que la persona quede fuertemente golpeada a nivel anímico, llegando a ser un verdadero trauma psicológico y apareciendo toda la sintomatología de un trastorno por estrés postraumático donde aparece una negación, desorientación y confusión sobre lo que está ocurriendo. 

Los síntomas más frecuentes que aparecen:

Pensamientos altamente intrusivos relacionados con la infidelidad

Obsesión por conocer detalles y búsqueda de razones (¿por qué?)

Sentimientos de desolación, tristeza, soledad profunda, etc.

Agresividad y odio intenso hacía el/la infiel

Cuadros de ansiedad y depresivos

Trastornos del sueño como pesadillas o insomnio

¿Qué efectos tiene una infidelidad en la relación?

La infidelidad es la primera causa de separación en la pareja. Produce un punto de inflexión que es difícil superar debido al fuerte impacto emocional que genera en la persona traicionada y el efecto de culpabilización de la persona que lo ha cometido.

Se rompe algo que es crucial en la pareja, que es la confianza, aparece una ruptura de un compromiso establecido para lograr un proyecto en común, desaparece el equilibrio, la seguridad y estabilidad que antes sostenían a la pareja.

El efecto que puede tener en la pareja es devastador, hay personas que de manera inmediata terminan la relación, se produce un rechazo total al infiel o bien aparecen conductas de agresividad hacía el infiel y las personas involucradas en la infidelidad.

Otras veces no se llega a producir la ruptura de pareja, pero queda fuertemente dañada, apareciendo conductas de venganza o recriminación constante que conllevan un altísimo malestar para ambos miembros de la pareja.

Además, es frecuente que la desconfianza se materialice en una hipervigilancia que busca la seguridad de que no se está produciendo una continuación o nueva infidelidad, o la aparición de celos patológicos con preguntas constantes de verificación de la fidelidad. 

¿Es posible superar una infidelidad? ¿Qué se puede hacer?

Nuestra experiencia como terapeutas de pareja nos ha demostrado que sí, que es posible superar una infidelidad en la pareja, es un proceso complejo y difícil que requiere una apuesta clara por parte de ambos de querer seguir estando juntos.

La herramienta más eficiente y adecuada es sin duda la terapia de pareja, es esencial que ambos estén de acuerdos en afrontarlo y con un deseo claro de superarlo por parte de los dos.

En la terapia de pareja se trabajará en la reconstrucción de la confianza, este proceso implica volver a retomar la relación, tomar la responsabilidad de lo ocurrido, reasegurar el compromiso, incrementar la comunicación y trabajar el perdón.

miércoles, 23 de marzo de 2022

La Duquesa de Plasencia, historia de un gran amor de Carlo Emanuele Ruspoli

La Duquesa de Plasencia, historia de un gran amor.


Acabo de recibir de la editorial Sial Pigmalión el libro de 300 páginas dedicado a la memoria de mi inolvidable mujer María de Gracia, con la que estuve casado más de 45 años. Fueron 45 años de extraordinaria felicidad. En los próximos días informaremos acerca de su presentación en Madrid.



martes, 15 de marzo de 2022

Personas complicadas


Hace unos años, el Dr. Mitchell Kusy, profesor de Liderazgo y Cambio en la Universidad de Antioch, afirmó que, la mayoría de las veces, las personas conflictivas en el trabajo no saben que lo son, e incluso pueden quedarse realmente sorprendidas al escuchar la opinión que sus compañeros tienen de ellas. Todos, alguna vez, nos hemos encontrado con el hecho de tener que lidiar con personas difíciles, no solo en el ámbito laboral, sino también en nuestra vida familiar o personal. Existen algunas estrategias que podemos utilizar.

¿Tener conflictos con personas es necesariamente malo? ¿A qué hace referencia el término "persona difícil"?

En primer lugar, la convivencia, ya sea, por ejemplo, en el ámbito familiar o laboral, puede generar conflictos, y eso no tiene por qué ser necesariamente malo. Con esto quiero decir que los momentos en los que se generan problemas pueden funcionar como puntos de inflexión que nos sirvan para solucionarlos y avanzar, evolucionar o madurar. El problema surge cuando esos conflictos se producen con personas que actúan de un modo particular. Aunque hay que puntualizar que estamos hablando de personas que no tienen un trastorno psiquiátrico de base, porque ese sería otro supuesto diferente. En este caso, hacemos referencia a gente con tres características:

Personas complicadas en general: irascibles, criticonas, que tienden a hacerse las víctimas, etc.

Personas con este patrón estable de comportamiento "complicado", no vale con que la persona tenga puntualmente un mal día.

Personas que sean inmunes a la persuasión por parte de otros para que cambien.

Cuando nos encontramos con este tipo de personas lo natural es que uno intente evitarlos, pero a veces no nos es posible porque se trata de un jefe, un compañero de trabajo o un familiar.

¿Podrías contarnos un poco más acerca de esas personas difíciles?

Sí. Por poner algún ejemplo, suelen haber los irascibles, los tramposos, los criticones, los comodones, los que tienden a hacerse las víctimas, aunque hay muchos más.

Las personas irascibles se enfadan frecuentemente, se encienden habitualmente pasando de 0 a 100 muy rápidamente y la convivencia suele ser difícil por muchos motivos. Además de enfadarse con demasiada frecuencia e intensidad, y de expresar inadecuadamente su ira, tienden a magnificar cualquier fallo en los demás, quejarse constantemente, interpretar negativamente conductas neutras, tener problemas para ponerse en el lugar de otros y reaccionar atacando cuando se les hace alguna observación, por pequeña y justificada que esta sea.

También es difícil convivir con los que podríamos llamar los tramposos, es decir, aquellas personas que quieren conseguir sus objetivos, sin importarles el respeto por los demás. Algunos ejemplos podrían ser quienes hacen valer los logros de otros como si fueran propios, o quienes mienten para desprestigiar a sus competidores.

Estoy segura de que casi todos conocemos a los que podríamos llamar los críticos o criticones. Personas que están permanentemente pendientes de cualquier fallo que puedan cometer los demás. Lo curioso es que no suelen ser autocríticos y que muchas veces intentan disfrazar lo que dicen con comentarios como: "No me gusta hablar mal de un compañero, pero...".

Los cómodos también resultan personas complicadas en la convivencia, y suelen provocar conflictos con su actitud. Tienden a hacer siempre lo que les apetece sin tener en cuenta los problemas que pueden derivarse de su comportamiento. Un ejemplo sería una persona que no quiere responsabilizarse de cuestiones domésticas, como la limpieza, a pesar de que conviva con otros, y que lo justifica diciendo que no le importa que las cosas estén sucias.

Por último, aunque cabe destacar que existen muchos más, destacan las personas que tienden a hacerse las víctimas, aquellas que frecuentemente perciben la realidad de una forma un poco distorsionada, culpando a los demás de sus problemas.

¿Responder de un modo enérgico a una persona irascible puede ser una buena idea?

No sería una buena idea y suele ser un error habitual que cometen muchas personas. Si respondemos de una forma enérgica a una persona irascible que en ese momento está enfadada sólo conseguiremos que se altere aún más, porque probablemente lo interpretará como un ataque hacia su persona, así que es posible que no funcione y que el problema empeore. Por tanto, es mejor conseguir un control emocional.

¿Qué podemos hacer cuando tenemos que convivir con una persona complicada?

Lo primero es darnos cuenta de un pequeño detalle que es simple y que a veces olvidamos: la gente cambia sólo si necesita cambiar, así que conviene tener claro que habrá muchos casos en los que la otra persona no cambie su forma de ser porque no va a considerar que tenga ningún problema. Lo segundo es saber que, a pesar de ello, es posible que podamos intentar modificar su comportamiento, por lo menos puntualmente, en aquello que nos afecte. Para conseguirlo, desde el punto de vista de la psicología, existen diversas técnicas que nos ayudan a tratar los problemas que puedan surgir con ellos de un modo eficaz. Por ejemplo, intentando que nos alteren lo menos posible. Lo que hacemos los psicólogos es enseñar a la gente herramientas y habilidades sociales para desenvolverse en este tipo de situaciones, aunque a veces es necesario saber y analizar el caso en concreto. 

Entonces, ¿Qué técnicas podemos utilizar?

Existen cantidad de técnicas y herramientas que podemos utilizar en este tipo de casos. Una, por ejemplo, es utilizar autoinstrucciones. Las autoinstrucciones son mensajes o frases que nos decimos a nosotros mismos para ayudarnos a hacer las cosas bien, y que guían nuestro comportamiento, ya que nos obligan a pararnos y pensar antes de actuar. Podemos incluso ensayarlas o llevar alguna apuntada y releerla de vez en cuando. Algún ejemplo podría ser:

"Si esta persona quiere hacer tonterías, yo no voy a elegir alterarme por eso".

"Lo que haga esta persona no es responsabilidad mía. Mi responsabilidad es cómo reacciono yo ante su comportamiento irracional".

"Voy a seguir manteniendo una actitud positiva y razonable y no me voy a dejar llevar por su comportamiento absurdo"

Hay otras dos que me parecen importantes en la convivencia con personas complicadas: el refuerzo y la extinción, es decir reforzar los comportamientos deseados y extinguir los negativos, los que queremos que se eliminen.

¿Qué es el refuerzo y la extinción?

El refuerzo es una técnica que sirve para modificar conductas. Aplicada a este caso concreto, se ha demostrado que los refuerzos positivos, como los elogios o las atenciones, son mucho más eficaces para modificar comportamientos que los castigos como las críticas o los enfados.

De lo que se trataría es de que, cada vez que el otro se comporte de la forma deseada o cuando se aproxime a ello, le ofrezcamos algún refuerzo o alguna recompensa, como por ejemplo prestarle más atención, mostrarnos contentos, demostrarles más aprecio, etc. Para utilizar esta técnica se debe conocer el caso particular para adaptarlo y elegir bien las conductas a reforzar, y diseñar cómo se va a llevar a cabo el procedimiento.

La extinción es otra técnica para manejar comportamientos problemáticos que consiste en no responder ni prestar atención a las conductas negativas, aquellas que queremos que se extingan o que no se produzcan. Para ello también es importante que sepamos cuáles son los comportamientos que van probablemente a mejorar, los más susceptibles de mejora, si los ignoramos.

Lo más recomendable para influir en el comportamiento de los demás es combinar la extinción de las conductas no deseables del otro con el refuerzo de sus comportamientos deseables, aquellos que nos gustan más. Es decir, dejar de prestar atención a las conductas contraproducentes que no nos gustan y prestar atención reforzando las conductas o comportamientos alternativos deseables.

Vamos a poner un caso: Imaginémonos a una persona muy criticona con la que tenemos que hablar frecuentemente. Podemos no prestarle ninguna atención cuando hace comentarios críticos o negativos, en cuyo caso se haría para extinguir esas conductas, y mostrarnos muy atentos cada vez que haga comentarios positivos acerca de otras personas. La clave está en permanecer un tiempo comportándonos así, ser constantes. Si la persona no tiene muy claro cómo llevar a cabo todo esto, para ello estamos los profesionales de la salud mental, que les podemos ayudar.

¿Cómo podemos manejar los enfados silenciosos de aquellas personas que se muestran hostiles, pero no quieren hablar del tema durante el enfado?

Podemos utilizar una técnica que llamamos "desarmante". Consiste en preguntarle lo que le ocurre y, si no responde, mostrarnos de acuerdo con su derecho a guardar silencio diciéndole, por ejemplo, "Veo que no te apetece hablar del tema. Cuando quieras, me gustaría hablarlo".

¿Y qué podemos hacer con personas que se quejan demasiado?

A mucha gente les resulta incómodo tratar con este tipo de personas porque no saben cómo hacerlo. Normalmente les dan consejos para ayudarlas a resolver sus problemas o que vean las dificultades de forma más positiva, pero el problema es que no suele funcionar. En este caso también se puede utilizar la "técnica desarmante". Consistiría en escuchar empáticamente, intentando ponernos en el lugar del otro y mostrarnos de acuerdo en todo lo que dice, en parte de lo que dice, en su derecho a verlo así o en que es lógico que se sientan molestos, sin aportar nada más. 

Hay veces en las que nos cuesta no alterarnos. ¿Hay algo que funcione para no hacerlo?

La técnica del "tiempo fuera" nos permite aplazar lo que estamos haciendo, por ejemplo, conversar o hablar hasta que nos encontremos calmados o se haya reducido esa alteración. Consiste en decir al otro, con un tono de voz sereno y firme, a pesar de que no lo estemos: "Ya hablaremos en otro momento, cuando estemos más tranquilos", por ejemplo. Una variante se podría utilizar cuando la otra persona se muestra agresiva verbalmente con nosotros. Podríamos decirle que sólo hablaremos con ella cuando se calme y mantenernos firmes en esa postura como si fuésemos un disco rayado.

Por último, hay veces en las que estamos empezando a alterarnos y no podemos utilizar el "tiempo fuera" porque no es posible alejarnos de la situación. En esos casos podemos usar la técnica del refugio, que consiste en responder lo imprescindible o directamente no responder, si es posible, mientras ponemos en práctica técnicas de autocontrol emocional como la relajación, respiración lenta o autoinstrucciones de las que hablábamos antes.

¿Qué últimos consejos o recomendaciones darías?

Creo que hay dos muy importantes. La primera de ellas es escribir. A veces resulta útil anotar lo que queremos decir a una persona, no para que lo lea, sino para ordenar y repasar nuestras ideas y argumentos, jerarquizándolos. Y, por último, no olvidar lo que nos recomienda un refrán popular que dice: "ser paloma entre las palomas y halcón entre los halcones". Un buen consejo para mostrarnos amables, confiados y abiertos con la gente cordial y bienintencionada y tener la capacidad de ser desconfiados, precavidos y, sobre todo, firmes, cuando tratamos con gente hostil o malintencionada.

Proyecto Sánchez de Hazte Oír


Estoy convencido que muchos votantes socialistas desconocen los riesgos que corre nuestro país con este gobierno espantoso formado y apoyado por aquellos que desean destruir España. Y para los demás, este libro debería ser motivo más que suficiente de que la oposición actuara unida.




Pedro Sánchez está imponiendo su proyecto de ingeniería social sobre los españoles sin que la mayoría de la gente sea consciente. Este libro es la crónica de la demolición de España, con la finalidad de que todos los votantes conozcan, antes de las próximas elecciones generales, la verdad del "proyecto Sánchez" y los cambios en el ámbito ideológico, cultural, legislativo, social y político.


jueves, 10 de marzo de 2022

Amerigo Vespucci, mio 14º prozio


Vespucci was born to Nastagio Vespucci, a notary, and Lisabetta di Giovanni Mini in what is today Florence, Italy. His family was friends with the wealthy and powerful Medici family. As a child, Vespucci received his education from his uncle, Giorgio Antonio Vespucci. He later moved to Seville, Spain where he worked in the banking business before pursuing his interest in exploration.

Between 1497-1504, Vespucci participated in at least two voyages to the New World. Early publications of his voyages (some now are believed to be forgeries) were extremely popular and widely read across Europe. During his journey to what his now known as Brazil, Vespucci realized that these new lands were actually part of an entirely separate continent. Prior to Vespucci's discovery, explorers, including Christopher Columbus, had assumed that the New World was a part of Asia. In 1507, Martin Waldssmüler, a German cartographer, proposed naming the land "America" in recognition of Vespucci's accomplishments.

Three years after Vespucci became a Spanish citizen, he was appointed as the master navigator of Spain. He held the position until his death on February 22, 1512.

Amarigo Vespucci tree

Carlo Emanuele Ruspoli, III. duca di Morignano

→ Don Galeazzo Ruspoli dei Principi di Poggio Suasa, II. duca di Morignano your father 

→ Don Francesco Ruspoli, I. duca di Morignano his father 

→ Emanuele Francesco Ruspoli, I. principe di Poggio Suasa his father 

→ Bartolomeo Ruspoli his father 

→ Francesco Ruspoli, III. principe di Cerveteri his father 

→ Prudenzia Capizucchi, Patrizia Romana his mother 

→ Cassandra Sacchetti her mother 

→ Caterina Acciaioli her mother 

→ Anna Maria Altoviti her mother 

→ Giovambattista Altoviti her father 

→ Pierozzo Altoviti his father 

→ Ridolfo Altoviti his father 

→ Caterina Vespucci his mother 

→ Bartolomeo Vespucci her father 

→ Antonio Vespucci his father 

→ Amerigo Vespucci his brother

viernes, 4 de marzo de 2022

Belleza contra la guerra




La belleza está reñida con la guerra. Este pensamiento me ha acompañado siempre y creo que es compartido por la mayoría de los seres humanos.

La belleza es unidad y armonía, promueve la vida.

La guerra es separación y ruptura, engendra el caos, promueve la muerte.

Es cierto que en la guerra, como en la adversidad, podemos ver como se despiertan, en algunas personas, actitudes heroicas y humanitarias que podemos decir que son bellas, pero la desolación que genera la guerra es todo lo opuesto a la paz que produce el arte y la naturaleza cuando la divina belleza se expresa en ellos.

Enfrentemos la adversidad cara a cara, como exige la nobleza de espíritu, y cuando tengamos que buscar descanso o refugio no olvidemos que la belleza restaura la vida.

 Se feliz... a pesar de todo.