Giulio Andreotti (Roma, 14 de enero de 1919 - ídem, 6 de
mayo de 2013) fue un político y periodista italiano. Fue Presidente del Consejo
de Ministros de Italia en diferentes gobiernos y es uno de los máximos
exponentes del partido Demócrata Cristiano. Giulio Andreotti representó,
durante 60 años, un papel central en el sistema político italiano. Tiene un
récord de cargos públicos: fue 7 veces primer ministro, en 8 ocasiones ministro
de Defensa, 5 ministro de Exteriores, y en otras 10 ha ocupado diversos ministerios.
Andreotti estuvo en el centro de la política italiana durante toda la segunda
mitad del siglo XX, presente desde 1946 en el Parlamento, desde 1991 fue
senador vitalicio. «Aparte
las guerras púnicas, se me ha atribuido de todo», le gustaba decir sobre sí
mismo Giulio Andreotti. Acertaba plenamente, porque nadie como él ha sido la
imagen misma del poder, con diversas caras, porque fue un hombre con una vida
extraordinariamente sencilla, pero al mismo tiempo símbolo del poder oscuro y
de los secretos de Estado. Astuto como ningún otro político, se defendió a si
mismo de la acusación de connivencia con la mafia, por la que un tribunal le
condenó a 24 años de cárcel. Al final, Andreotti fue absuelto por el Tribunal Supremo y
pudo reincorporarse en el cargo vitalicio de senador.
Yo le voté en una ocasión, os cuento la anécdota. Cuando terminé mi carrera de arquitecto tuve
que cumplir con el servicio militar obligatorio que había aplazado por mis
estudios académicos. Quise ser
seleccionado para ser oficial de complemento, siguiendo una larga tradición familiar.
Me presenté a los exámenes de selección física e intelectual y tras hacer
amistad (que me costó un cartón de tabaco) con un sargento encargado de puntuar a los aspirantes, le pedí que me
informara del resultado de la selección, pues nos presentábamos quince mil
jóvenes para mil quinientas plazas. Al cabo
de unos días llamé al sargento que me dio la enhorabuena pues estaba entre los
primeros cien de la selección. Me preparé entonces para marcharme a la Escuela
de tropas Mecanizadas y Acorazadas de Caserta, pero no me llegó la cartulina
rosa de la convocatoria. Entonces volví a llamar al sargento y le pregunté si
no se había equivocado y él me contestó:- ¿Pero a ti quien te recomienda? Yo le
dije que nadie y él me explicó: -Ah entonces está claro Aquí hay listas de recomendados que pasan
adelante a los seleccionados, 800 de Andreotti, 500 de Moro, 250 de Saragat y
así sucesivamente. Los recomendados no entran todos porque solo hay 1.500
plazas… Y yo le dije que no era posible, me había ganado la selección y que merecía
entrar en el curso AUC. Él me miró con cara de paciencia y me dijo que probablemente
entraría en alguna convocatoria y que no tendría que repetir el examen, pero…
si quería asegurar el ingreso… mejor sería que me recomendaran. Así que entré a
formar parte de la lista de recomendados de Andreotti, a través de mi padre, y
para mayor seguridad, opté también a la lista de recomendados del General Melotti,
amigo de familia. Al final nunca supe si, cuando me admitieron en la siguiente
convocatoria, fue por Andreotti o por Melotti. Por si acaso, en la siguientes
elecciones generales, voté a Andreotti, aunque al final fue precisamente el general
que me reclamó y con él fui a… ¡pero esta es otra historia! Me la reservo para
otra entrada del blog.
Una colección de frases de este gran político:
“¿Qué es lo que me
gustaría ver escrito sobre mi tumba? La fecha de nacimiento y la de
la muerte. Punto. Las palabras son epígrafes, todas iguales. Al leer los
epitafios, uno se pregunta: pero si son todos buenos, ¿dónde está el cementerio
de los malos?”,
así respondía Andreotti a la pregunta con total franqueza.
“Hay dos tipos de locos: los que se creen Napoleón y aquellos que se creen capaces
de sanear la red de ferrocarriles del Estado".
"No me arrepiento de nada de lo que hecho"
"No tengo vicios menores”.
"Errores muy graves creo que no he cometido. Curvas y giros bruscos no he dado. Quizás lo único es que como soy un poco vago y bastante meditativo, algunas cosas las podría haber hecho mejor".
"El poder desgasta sólo a quien no lo posee".
"El poder es solamente facilidad de expresión".
"El poder desgasta, sobre todo cuando no se tiene".
"Gobernar no consiste en solucionar problemas, sino en hacer callar a los que los provocan".
"Excepto de las Guerras Púnicas, para las que era muy joven, me han culpado de casi todo".
"Hay amigos íntimos, amigos, conocidos, adversarios, enemigos, enemigos mortales y... compañeros de partido".
"La malicia de las buenas personas es peligrosísima".
"Siempre me he considerado un hombre de mediana estatura, pero cuando miro a mi alrededor, no veo ningún gigante".
"Lo leemos en los Evangelios: cuando a Jesucristo le preguntan qué es la verdad, él nunca contesta".
"Falta finura". (Acerca de la política española)
"En la carrera de la imparcialidad siempre nos quedamos a medio camino".
"No es fácil explicar nuestro país a los extranjeros. En Italia, los trenes más lentos se llaman rápidos, y el Corriere della Sera (noticias de la tarde) sale por la mañana”.
"En las novelas policiacas siempre se encuentra al culpable, en la vida real casi nunca ocurre”.
"El dictador más difícil de odiar es uno mismo”.
"Sé que soy un hombre medio, pero cuando miro a mi alrededor no veo ningún gigante”.
"Pensar mal de tu prójimo es un pecado, pero has acertado”.
Andreotti nació en Roma. Estudió Derecho en la misma ciudad, y a la par fue miembro de la 'Federación Universitaria'. Sus miembros incluían a muchos de los futuros líderes de la Democracia Cristiana. En julio de 1939, mientras que Aldo Moro era el Presidente de Federación, Andreotti se convirtió en director de su revista Azione Fucina. En 1942, cuando Moro se inscribió en el ejército italiano, Andreotti lo sucedió como presidente de la "Federación", cargo que ocupó hasta 1944. Durante la Segunda Guerra Mundial, Andreotti escribió para la Rivista de Lavoro, una publicación de la propaganda fascista, pero era miembro del entonces clandestino periódico Il Popolo. En 1944 se convirtió en miembro del Consejo Nacional de la Demoracia Cristiana. Después del final del conflicto, se convirtió en responsable de la organización juvenil del partido.
"No me arrepiento de nada de lo que hecho"
"No tengo vicios menores”.
"Errores muy graves creo que no he cometido. Curvas y giros bruscos no he dado. Quizás lo único es que como soy un poco vago y bastante meditativo, algunas cosas las podría haber hecho mejor".
"El poder desgasta sólo a quien no lo posee".
"El poder es solamente facilidad de expresión".
"El poder desgasta, sobre todo cuando no se tiene".
"Gobernar no consiste en solucionar problemas, sino en hacer callar a los que los provocan".
"Excepto de las Guerras Púnicas, para las que era muy joven, me han culpado de casi todo".
"Hay amigos íntimos, amigos, conocidos, adversarios, enemigos, enemigos mortales y... compañeros de partido".
"La malicia de las buenas personas es peligrosísima".
"Siempre me he considerado un hombre de mediana estatura, pero cuando miro a mi alrededor, no veo ningún gigante".
"Lo leemos en los Evangelios: cuando a Jesucristo le preguntan qué es la verdad, él nunca contesta".
"Falta finura". (Acerca de la política española)
"En la carrera de la imparcialidad siempre nos quedamos a medio camino".
"No es fácil explicar nuestro país a los extranjeros. En Italia, los trenes más lentos se llaman rápidos, y el Corriere della Sera (noticias de la tarde) sale por la mañana”.
"En las novelas policiacas siempre se encuentra al culpable, en la vida real casi nunca ocurre”.
"El dictador más difícil de odiar es uno mismo”.
"Sé que soy un hombre medio, pero cuando miro a mi alrededor no veo ningún gigante”.
"Pensar mal de tu prójimo es un pecado, pero has acertado”.
Andreotti nació en Roma. Estudió Derecho en la misma ciudad, y a la par fue miembro de la 'Federación Universitaria'. Sus miembros incluían a muchos de los futuros líderes de la Democracia Cristiana. En julio de 1939, mientras que Aldo Moro era el Presidente de Federación, Andreotti se convirtió en director de su revista Azione Fucina. En 1942, cuando Moro se inscribió en el ejército italiano, Andreotti lo sucedió como presidente de la "Federación", cargo que ocupó hasta 1944. Durante la Segunda Guerra Mundial, Andreotti escribió para la Rivista de Lavoro, una publicación de la propaganda fascista, pero era miembro del entonces clandestino periódico Il Popolo. En 1944 se convirtió en miembro del Consejo Nacional de la Demoracia Cristiana. Después del final del conflicto, se convirtió en responsable de la organización juvenil del partido.
En 1946 Andreotti fue elegido miembro de la Asamblea
Costituyente, el Parlamento "provisional" que tenía la tarea de
redactar la nueva Constitución italiana. Su elección fue apoyada por Alcide de
Gasperi, fundador del partido. En 1948, fue elegido miembro de la recién
formada Cámara de Diputados para representar a Roma-Latina -Viterbo-Frosinone.
Andreotti inició su carrera en el poder ejecutivo en 1947,
cuando se convirtió en subsecretario del Presidente del Consejo de Ministros en
el cuarto gabinete de Alcide De Gasperi, cargo que ocupó hasta enero de 1954.
Entre sus acciones destacables está la firma del acto constitutivo de la Canto
degli Italiani como Himno Nacional de Italia.
En 1954 se convirtió en Ministro del Interior. Más tarde fue
ministro de Finanzas y estuvo involucrado en el llamado Giuffrè Scandalo (un
fraude bancario) de 1958. La Cámara de Diputados rechazó todas las acusaciones
en su contra en diciembre del año siguiente. En 1962 fue censurado oficialmente
por la Cámara por irregularidades en la construcción de Roma Aeropuerto de
Fiumicino.
En el mismo período, Andreotti comenzó a formar una facción
dentro de Democracia Cristiana, que entonces era el partido más grande en
Italia. Su Corriente fue apoyado por la derecha católica romana. Inició su
actividad en una conferencia de prensa donde acusaba al Secretario Adjunto
Nacional de la Democracia Cristiana, Piero Piccioni, del asesinato de la modelo
Wilma Montesi en Torvaianica. Después de la eliminación de los otrora
seguidores de Alcide De Gasperi en el Consejo de Democracia Cristiana Nacional,
Andreotti derrocó junto a sus adeptos a Amintore Fanfani, que era primer
ministro de Italia y Secretario Nacional de la DC.
El 20 de noviembre 1958 Andreotti, entonces ministro de
Hacienda, fue nombrado Presidente del Comité Organizador de los Juegos
Olímpicos de Roma 1960. En la década de 1960 Andreotti fue designado Ministro
de Defensa por Antonio Segni. En este período se dio el escándalo de los
expedientes del Servicio de Inteligencia y del Piano Solo, un golpe de estado
planeado por el neo-fascista en general Giovanni De Lorenzo. A Andreotti se le
encomendó la destrucción de los expedientes. Se ha comprobado que los expedientes,
antes de ser destruidos, fueron copiados y entregados a Licio Gelli, líder de
la logia masónica secreta.
En 1968 Andreotti fue nombrado representante del grupo
parlamentario de la Democracia Cristiana, cargo que ocupó hasta 1972. En 1972 Andreotti inició su mandato como primer ministro de
Italia. Ocupó el cargo en dos períodos consecutivos de centro-derecha
(1972-1973). Accedió al cargo con apoyo del Partido Liberal Italiano y el
Partido Republicano Italiano. Abandonó el cargo en 1973 para volver en 1976 después de las
elecciones generales. Duraría en el cargo tres años más, hasta 1979, sostenido
su gobierno por el Partido Comunista Italiano, sin que hubiera ministros
comunistas, gracias al llamado Compromesso storico. No volvería a ocupar el
puesto de presidente del Consejo de Ministros hasta 1989, con la coalición del
Pentapartito. Sus tres años como primer ministro coincidieron con el destape de
los casos de corrupción que acabarían con el sistema político.
Desde 1991 fue senador vitalicio en el Senado de Italia.
Tras las elecciones generales de 2006 fue propuesto por el centro-derecha (la
Casa de las Libertades) para presidir el senado. Sin embargo, perdió la
votación ante Franco Marini. Poco después, los senadores vitalicios acordaron
mantener al gobierno de Romano Prodi, lo que provocó la ira de muchos políticos
de la Casa de las Libertades hacia Andreotti, al considerar su apoyo a Prodi
como una traición, aunque él no perteneciese a ningún partido. Andreotti murió el 6 de mayo de 2013 a la edad de 94 años en
su casa de Roma (Italia), a causa de una crisis respiratoria.
Problemas con la justicia- Andreotti fue uno de los acusados
por los casos de corrupción. Fue absuelto en primera instancia en 1999, la
Corte de Apelación de Palermo confirmó la absolución en 2003, pero sólo para
los casos posteriores a 1980. Sin embargo, los casos anteriores a esos años
prescribieron, por lo que no fue juzgado por ellos.
Su vida en el cine. En 2008 se estrenó la película Il divo,
dirigida por Paolo Sorrentino, que relataba (con algunas licencias
humorísticas) el paso de Andreotti por la política romana y su presunta
relación con la mafia. Esta película concursó en el Festival de Cine de Cannes
y tras recibir casi diez minutos de ovación, fue galardonada con el Gran Premio
del Jurado.
La historia de mi viaje a Munich para la Olimpiada del 1972 con el General Melotti y el Coronel Azzaro aparece en mi libro: La Comunidad de Propietarios, pero tal vez la extraiga y la inserte en una nueva entrada, para diversión de mis lectores.
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