En
una Mancomunidad de Propietarios del barrio de Chamberí, con grandes superficies
disponibles para alquiler, se había establecido la política de arrendar los
locales de propiedad de la comunidad por regla general a supermercados,
tiendas, clínicas o similares. El alquiler era suficiente para los gastos de
mantenimiento y de conserjería. Pero un día decidieron arrendar uno de los
locales a un club nocturno. El club se convirtió en un local a la moda en poco
tiempo y por la noche se formaban colas de personas intentando entrar, así como
atascos de coches aparcados de cualquier forma hasta sobre las aceras. Como
quiera que las molestias ocasionadas quedaran ampliamente compensadas por el
alquiler del local, el establecimiento siguió incrementando su fama.
Un
día un señor que estaba en el club tomando una copa con sus amigos, necesitó
acudir a cierto lugar para dar de cuerpo. Había dos, uno para las damas y otro
para los caballeros y como es lógico eligió al cuarto que le correspondía. Al
entrar vio los lavabos todos en un lado y los aparatos sanitarios en frente.
Cumplida satisfactoriamente la evacuación se acercó a un lavabo de la serie
para lavarse las manos. En la esquina, junto al secador de aire había otro
hombre que utilizaba aparentemente uno de los lavabos. El señor se lavó las
manos y para secarse se acercó al
secador que estaba a lado del otro hombre. El aire caliente empezó a brotar del
aparato y un alarido aterrador proferido por el otro hombre rompió la aparente
paz que reinaba en al lugar. El aparato no se podía apagar, ya que tiene un
temporizador, así que el señor preguntó al otro porque había gritado a lo que
el otro le contestó:
-Por
mis valores, tío. Te voy a matar, cabrón.-
El
señor, educado y chapado al antigua, le contestó tranquilamente que no veía ningún
reloj o joya que hubiese caído en el suelo, mientras el otro empezó a husmear
el suelo, bastante sucio por cierto, como un perro, mientras chillaba
incesantemente:
-¡Te
voy a destripar, hijo de puta, voy a aplastar tu cabeza y sacar tus ojos, te
voy a dejar para el arrastre!-
Solo
entonces se dio cuenta el primero que el secador había levantado un polvillo
que se había desparramado en todas partes… ¡y era cocaína! Y salió asustadísimo
corriendo antes que el otro pudiera cumplir con su amenaza…buscando cobijo
entre sus amigos que se aseguraron de que nadie les molestara denunciando al
hombre. Unos camareros se acercaron rápidamente al lugar de los hechos y se
encontraron al hombre que seguía esnifando el suelo y lo redujeron para ponerle
a disposición de la policía...
Doctor arquitecto y escritor, autor de numerosos títulos técnicos y catálogos, así como de proyectos de edificación y ensayos. Ensayista de artículos de índole técnica y cultural en varias revistas, colaborador de la Real Academia Matritense de Heráldica y Genealogía. Escritor de historia, antropología, anécdotas de vida profesional y novelas históricas. Más de veinticinco libros publicados hasta el momento tanto en papel como en formato digital.
lunes, 29 de abril de 2013
Desconcierto en mil bemoles
Confieso que me he perdido.
Antes tenia alguna teoría sobre la coyuntura económica de nuestro mundo
occidental, pero, ahora, no se explicarme lo que pasa, como llegamos hasta aquí
y que se ha de hacer para salir de la grave situación en la que vivimos y por
mas que busco entre los mas sesudos, no encuentro ninguna referencia fiable en
la que apoyarme, pues estamos abrumados por un océano de confusión, lleno de análisis contradictorios que impiden, ya, cualquier
intento de orientación...
En las circunstancias tan graves
y tan dramáticas que estamos viviendo, en que nos parece, cada día, que todo
puede irse al traste con no sabemos que terribles consecuencias, produce espanto experimentar la sensación de
que nadie va al volante, que todos los organismos y dirigentes se mueven en una
irremediable ceguera y desorientación.
Vemos, eso si, mil declaraciones
prepotentes y sabihondas y cada vez mas multitudinarias, floridas y sonrientes
reuniones, convertidas en puro espectáculo, en las que se pretende que se
buscan acuerdos y soluciones; pero todos sabemos que no se pueden tomar
decisiones en esos ámbitos.
Recuerdo cuando yo estaba en la
pomada como se tenía como un axioma que una reunión en la que intervinieran más
de cuatro personas era ineficaz para tomar decisiones, llegar a acuerdos o negociar cualquier asunto.
Mientras elaboro, mentalmente,
este escrito, me asalta una y otra vez el pasaje de la Biblia de La Torre de
Babel.
Tengo que reconocer, a pesar de mi escepticismo,
que misteriosamente, ciertos pasajes de La Biblia dejan, algunas veces, de ser
fabulas y se convierten en realidades o explicaciones, nítidas, de realidades. Quizás, los que los escribieron,
vivieron, a pesar de su antigüedad, situaciones muy parecidas a las nuestras
que transformaron, literariamente, en fabulas, permitiéndonos, ahora, a
nosotros, hacer la operación inversa y encontrar, en ellas, explicación y
comparación con situaciones actuales.
¿Acaso, el momento que vivimos, no es la escenificación
viva y permanente de La Torre de Babel, iniciada por el hombre con la
pretensión de llegar al cielo por sus propios medios, es decir, prescindiendo
de Dios y por cuya soberbia este le
castigó infundiéndole la confusión de las lenguas, es decir, la imposibilidad
de llegar a entenderse con sus semejantes?
Contemplamos a los infinitos
organismos, plagados de asfixiante burocracia, reuniéndose a dialogar, negociar
y acordar, en sesiones permanentes que parece que son, ya, objetivos en si mismos.
Y siempre para ver como esos
sacrosantos acuerdos se incumplen o son rebasados por los acontecimientos, a
los pocos días, obligando a nuevas
reuniones y negociaciones, en un permanente tejer y destejer.
La contemplación de este estado
de cosas me permite hacer la reflexión de la lentitud y confusión, que a la
vista de todos está, con que se alcanzan las imprescindibles decisiones en los
terrenos económicos, políticos y sociales en este, nuestro mundo, tan
interrelacionado, en el que el “efecto mariposa” es hoy más temible y posible
que nunca.
He leído, hace unos días, que
algún grupo científico se proponía estudiar el cerebro de Messi para conocer el
punto de localización de la fuente de sus decisiones y los mecanismos por los
cuales conseguía esos microsegundos de anticipación que le permitían conducir
el balón por entre un bosque de piernas y al fin conseguir ponerlo fuera del
alcance del guardameta por arriba, por abajo o por los lados.
No se me alcanza el objetivo
final y practico de la investigación, pero me sirve para evidenciar la
importancia de la rapidez en la toma de decisiones en el futbol como en todos
los terrenos.
Hemos llegado a una situación en
que el decidir cualquier minucia es producto de un largo y delicado proceso de
negociación entre innumerables participantes que introducen tal cantidad de
matices que consiguen que la decisión llegue tarde y tan descafeinada que
resulta inoperante.
Poniendo
como ejemplo la pirámide cuya base está en nuestro país: ¿Cómo se puede ser
eficaz y resolver los problemas a la velocidad que las situaciones lo
requieren, dentro de las adiposas, asfixiantes e infinitas capas de burocracia
que hemos creado?
Los
Municipios, Diputaciones, Comunidades, Delegaciones, Parlamentos, Sindicatos,
Patronales, Tribunales de garantía y de recurso, Tribunales de cuentas,
Defensores del Pueblo, Gobierno Central, Parlamento Europeo, Bancos Centrales,
Agencias de Calificación, “Gobierno Europeo”, con tres presidentes y toma de
decisiones por unanimidad entre veintisiete. A sumar equipos de asesores mil en
cada peldaño. Organismos internacionales, políticos, militares, culturales, etc.…
Y
enturbiándolo, todo, todavía mas, la cantidad de escurridizos peces sabios,
irresponsables sobre el resultado de sus infinitas predicciones y calificaciones
que, diariamente, nos lanzan, con pretensión de infalibilidad, no importa que
sean contradictorias o que se vuelvan del revés de un día para otro, causando
grandes perturbaciones y perjuicios, obligando a dar bruscos virajes a las políticas
económicas y perturbando la coherencia necesaria en los planes que buscan la
subida, peldaño a peldaño de la escalera que tenemos delante.
Y…como máxima fidelidad a la
representación, en nuestros días, de La Torre de Babel, La ONU nacida como
organismo de debate para solucionar litigios entre naciones y evitar las continúas
guerras entre ellas.
Nunca solucionó ningún problema, ni evitó
ninguna guerra; pero seguimos dándole vida, engordándola y convirtiéndola en el
ridículo y el fracaso mas notorio y espectacular del dialogo entre seres
humanos, convertida en foro de debate
inútil, en dialogo de sordos, sin que produzca, nunca, ningún resultado
positivo.
Crepúsculo del futuro
Si algo caracteriza la idea de modernidad, desde el Renacimiento hasta nuestros días, pasando por la Ilustración y el positivismo, es la creencia ingenua de que el incesante avance de la educación, la ciencia y la técnica, indefectiblemente, conducirá a la humanidad, por el camino ascendente del progreso, hacia un futuro de dicha y bienestar. La visión del tiempo es lineal y progresiva, se idolatra el cambio y el futuro es la tierra prometida. Nuestro tiempo, que apenas comienza y que algunos han llamado pos-moderno es un tiempo de transición. Transición entre milenios y sobre todo entre épocas. El rasgo que distingue este tiempo es la crítica de la idea misma del progreso. Como bien dice Octavio Paz:” Vivimos el ocaso del culto al futuro… La modernidad está herida de muerte: el sol del progreso desaparece en el horizonte y todavía no vislumbramos la nueva estrella intelectual que ha de guiar a los hombres”.
Con el
derrumbe de la idea del progreso y el fin de la veneración del futuro, han
entrado en crisis terminal las utopías, construcciones intelectuales
típicamente modernas que nos han conducido a más de un genocidio, pero que
también sustentan gran parte de la esperanza del hombre en un porvenir mejor.
Con el crepúsculo del futuro asistimos impotentes a la entronización del tiempo presente, del “hic et nunc”. De esta absolutización del “ahora”,
vulgar caricatura del “carpe diem” del magnífico Lorenzo, se pasa fácilmente a
una sociedad impregnada por un materialismo asfixiante y simplista, un
hedonismo promiscuo y un egoísmo despiadado y obtuso. Esta sociedad que ha
perdido demasiado el sentido de la trascendencia y sus puntos de referencia
fuera del tiempo, está caracterizada por el fenómeno del consumismo. Se trata
de una cultura que identifica a la persona con lo que está en capacidad de
procurarse para conseguir placer. Una sociedad que ha hecho del “consumo” el
elemento directivo de la entera experiencia humana. Juan Pablo II, en la “Centesimus
Annus” nos advierte:”No es malo el deseo de vivir mejor, pero es equivocado el
estilo de vida que se presume como mejor, cuando está orientado a tener y
no a ser, y que quiere tener más no para
ser más, sino para consumir la existencia en un goce que se propone como fin en
sí mismo.”
En el fondo
de esta mentalidad consumista, que desafortunadamente se ha vuelto parte
esencial de nuestra cultura, está la idea de que la acción material de poseer
una cosa y servirse de la misma pueda resolver todos los problemas y liberarnos
de nuestras “esclavitudes”, inclusive las de carácter interior. Síntoma
“folklórico”, pero ilustrativo, de esta actitud es la creciente popularidad de
las medicinas que prometen eliminar no sólo los dolores sino también la
ansiedad, de las vacaciones organizadas con la “garantía” de la diversión y de
las prácticas “para-mágicas” que “garantizan” la serenidad. El politólogo
italiano Antonio Gambino afirma que el término “consumir” ha perdido toda
substancia y viene a coincidir con una obsesionante búsqueda de distinguirse y contraponerse
a los otros, con un “poseer” que adquiere valor y placer sólo si se tiene más
de los demás y con exclusión de los demás.
La sociedad
consumista – que no es una élite ampliada de los “happy
few” de decimonónica memoria, sino una enorme e informe conglomerado de
individuos anónimos – tiende, por tanto, a convertirse en una
sociedad de hombres-masa desesperados,
cuyas casi únicas salidas son la agresividad y la violencia. Violencia sobre
las cosas (por eso es siempre menos recomendable ir a un estadio de futbol o a
un concierto masivo de rock) y violencia sobre los hombres, particularmente, si
son o parecen ser “diferentes” cultural o étnicamente. En efecto el consumismo,
juntamente con las migraciones masivas y la crisis económica, está a la base de
la preocupante exhumación del racismo en la rica y “civilizada” Europa.
Nueve consejos para vivir
1. «El poder de la autenticidad
El regalo más importante que podemos hacemos a nosotros
mismos es el compromiso de vivir nuestra auténtica vida. Ser sinceros con
nosotros mismos. No obstante, no es una tarea fácil. Debemos romper con aquello
con lo que la sociedad intenta seducimos y vivir la vida según nuestros
principios, con nuestros propios valores y en consonancia con nuestros sueños
primigenios. Debemos despertar a ese yo oculto; explorar los anhelos más
profundos, más invisibles, las habilidades y debilidades que nos hacen ser
quienes somos. Debemos entender dónde hemos estado y adónde vamos. Cada
decisión que tomemos, cada paso que demos, debe estar investido de ese
compromiso de vivir la vida siendo sinceros y coherentes con nuestro yo
auténtico y solo con ese yo. Y, a medida que avancemos, tendremos la certeza de
experimentar una fortuna que irá más allá de cualquier riqueza jamás imaginada.»
2. «Acoge tus miedos
Lo que nos retiene en la vida es la arquitectura
invisible del miedo. Nos hace permanecer en nuestras zonas de bienestar, que
son, en realidad, los lugares menos seguros en los que vivir. De hecho, el
mayor riesgo en la vida es el de no correr riesgos. Sin embargo, cada vez que
hacemos aquello que tememos, recuperamos la fuerza que nos ha robado el miedo,
porque nuestra fuerza reside del otro lado de nuestros temores. No puede haber
concesiones. Cada vez que asumimos el malestar que generan el crecimiento y la
evolución, nos volvemos más libres. Cuantos más miedos afrontemos, más poder
recuperaremos. De esta forma, nos volvemos no solo valientes, sino poderosos, y
logramos vivir la vida de nuestros sueños.»
3. «Vive con amabilidad
Es importante recordar que, al igual que nuestras
palabras son la expresión verbal de nuestros pensamientos, nuestras acciones
son la manifestación de nuestras creencias. Ninguna acción, sin importar lo
pequeña que sea, es insignificante. La forma en que tratamos a una sola persona
define cómo tratamos a todo el mundo, incluidos nosotros mismos. Si no
respetamos a los demás, no nos respetamos a nosotros mismos. Si somos
desconfiados con los demás, somos desconfiados con nosotros mismos. Si somos
crueles con los demás, seremos crueles con nosotros mismos. Si no podemos
apreciar a quienes nos rodean, no nos apreciaremos a nosotros mismos. Con cada
una de las personas que nos relacionamos, con todo lo que hacemos, debemos ser
más amables de lo que se espera que seamos, más generosos de lo que se prevé,
más positivos de lo que nosotros mismos creemos posible. Cada instante experimentado
frente a otro ser humano es una oportunidad de expresar nuestros más elevados
valores y de influir en alguien con nuestra humanidad. Podemos lograr que el
mundo sea mejor, persona a persona.»
4. «Realiza pequeños progresos
diarios
La manera en que hacemos las pequeñas cosas determina la
manera en que hacemos todo. Si realizamos las tareas menores de modo correcto,
también tendremos éxito en los esfuerzos más importantes. La maestría se
convierte así en nuestra forma de ser. Pero más importante que esto es que cada
pequeño esfuerzo sirve para realizar los siguientes, y, para que sea así, un
ladrillo a la vez, podamos construir verdaderas maravillas. Esto genera una
gran confianza en uno mismo y se hacen realidad los sueños extraordinarios. Los
verdaderos sabios reconocen que los pequeños progresos diarios siempre derivan
en resultados excepcionales a largo plazo.»
5. «Vive lo mejor que puedas y
trabaja de igual forma
No hay trabajos insignificantes en este mundo. Toda tarea
es una oportunidad para expresar el talento personal, para crear una obra de
arte y ser conscientes del genio que podemos llegar a ser. Debemos trabajar tal
como pintaba Picasso: con devoción, pasión, energía y excelencia. Así, nuestra
productividad no solo se convertirá en fuente de inspiración para los demás,
sino que tendrá impacto, pues cambiará las vidas de quienes nos rodean. Uno de
los mayores secretos para vivir la vida de forma hermosa es llevar a cabo
trabajos importantes. Y hacerlo de un modo tan magistral que los demás no puedan
dejar de fijarse en uno.»
6. «Escoge bien tus influencias
No vivimos el día a día solos ni al margen del mundo que
nos rodea. Por ello debemos estar siempre atentos con las personas y las cosas
a las que damos cabida en nuestra vida. Es señal de sabiduría el decidir pasar
tiempo en aquellos lugares que nos inspiran y nos llenan de energía, y
relacionarse con esas personas que elevan nuestro espíritu y nos animan. Tanto
en nuestro trabajo como en nuestra vida personal, esos amigos y conocidos más
positivos nos ayudarán a ser la mejor versión de nosotros mismos y a llevar una
vida más trascendental.»
7. «El propósito de la vida es
amar
Lo bien que vivas depende de cómo ames. El corazón es más
sabio que la razón. Hónralo. Confía en él. Síguelo.»
8. «Los placeres más simples de
nuestra vida son nuestras mayores alegrías
La mayoría de las personas no descubren qué es más
importante en la vida hasta que son demasiado mayores para actuar en
consecuencia. Pasan gran parte de sus mejores años persiguiendo objetivos que
al final importan poco. Aunque la sociedad nos invita a llenar nuestras vidas
de objetos materiales, la mejor parte de nosotros sabe que los placeres más
simples son los que nos enriquecen y nos llenan. No importa que nuestra
situación sea difícil o acomodada, todos poseemos una gran riqueza de sencillas
bendiciones a nuestro alrededor, a la espera de que la valoremos. Si lo
hacemos, nuestra felicidad aumenta. Nuestra gratitud se propaga. Y cada día se
convierte en un asombroso regalo.»
9. «Lucha por
algo superior a ti mismo
No hay personas vivas que estén de más en este mundo.
Cada uno de nosotros está aquí por un motivo, por un propósito especial, para
cumplir una misión. Sí, construye una vida hermosa para ti y para quienes amas.
Sí, sé feliz y pásalo muy bien. Y sí, ten éxito. Siempre siguiendo tus
principios y no tanto los que te sugiere la sociedad. Pero, sobre todas las
cosas, sé importante. Haz que tu vida trascienda, sé útil. Y sé de utilidad al
máximo número de personas. Es la forma en que cada uno de nosotros puede pasar
del reino de lo común a las alturas de lo extraordinario. Y caminar entre las
mejores personas que han existido jamás.»
Y acabo este largo texto expresando que no se puede
avanzar si se sigue mirando hacia atrás.
Metafísica inmobiliaria
Mi
gran deseo es que el libro "La comunidad de propietarios" con mis experiencias personales, sirva de orientación y
consejo a toda persona que desea adquirir o vender una propiedad inmobiliaria.
Por
último, a tenor de lo escrito anteriormente, hemos comprobado cómo actúan las
comunidades de propietarios, por regla general. En cada una de ellas hay alguna
oveja negra no solidaria entre los propietarios. Lo cual tiene por consecuencia
que a veces las comunidades son ingobernables. Pero sus normas deberían ser
suficientes para funcionar incluso cuando hay opiniones contradictorias.
La
primera consecuencia es que todo el personal contratado que depende de la
comunidad de propietarios, tanto el administrador, como el portero, como el
garajista o el jardinero, todos lo saben y se aprovechan descaradamente. Nunca
se puede adoptar una medida disciplinaria, porque nunca hay acuerdo para ello.
Todos los empleados procuran blindar su trabajo rodeándose de algunos
propietarios que les protejan y que les aseguren su impunidad a la hora de
tener que recordarles algún incumplimiento de sus obligaciones, procurando no
faltar nunca de atender a sus obligaciones básicas.
También
hemos comprobado como una comunidad de propietarios podría ser un vehículo
tanto para administrar un patrimonio inmobiliario como para proyectarlo y
construirlo hasta financiándolo con aportaciones individuales, al igual que las
cooperativas.
Pero
en el fondo el defecto constante es que nadie respeta la libertad de los demás
y exige que la suya se imponga, aunque les afecte. O sea que el germen de la
falta de solidaridad nace precisamente en comunidades de propietarios, donde la
gente intenta acomodar o fastidiar al vecino según le convenga.
Por
esta razón las series de televisión de las que le hablé en el prólogo tienen
tanto éxito, porque aunque sea con un poco de exageración para divertir más a
los espectadores, muchos de ellos encuentran alguna similitud con lo que puede
ocurrir en su comunidad de propietarios.
Cuando
una persona vive en una propiedad alquilada, no se preocupa de nada, porque
disfruta de las ventajas y se olvida de los inconvenientes, pensando que no es
su problema, y que los eventuales contratiempos son para el arrendador. Esto se aplica a toda finca
alquilada.
Pero
si una persona compra una propiedad única, es decir una casa para su uso
individual, no tendrá más remedio que sustituirse a estos empleados de los que
les he hablado difusamente porque hacen falta en toda propiedad tanto para
viviendas unifamiliares como para propiedades colectivas.
Está muy
claro que en una comunidad de propietarios no hay sensibilidad hacia los grandes
problemas que nos afectan. Los copropietarios siempre piensan que no es su contrariedad,
que es una traba de los demás. Mis desvelos para mejorar el aislamiento térmico,
por ejemplo, y poder afrontar con garantías
las temporadas de invierno e verano siempre cayeron en saco roto.
Por esto
quisiera llamar la atención de los lectores hacia el problema del clima de una forma
más global, hablando brevemente del efecto invernadero.
Hace tiempo
que me tienta escribir sobre el cambio climático-efecto invernadero. Me ha contenido,
hasta ahora, la idea de que era necesario un importante esfuerzo de documentación.
La reciente
reunión del grupo de los ocho o de los quince o de los veinte y artistas invitados,
quien sabe ya, me releva de este engorro y me hace ver, una vez más, que en los
tiempos que vivimos, acumulando conocimientos, un poco más que superficiales y llevando
al sentido común al gimnasio, regularmente, puede uno dar sopas con honda a más
de un experto al uso.
Pero no
hace falta esforzarse, pues está todo bajo control.
Nuestros
ángeles guardianes con el arcángel Obama al frente, han tenido a bien aparecerse
en carne mortal, arriesgando mancharse la orla de su clámide con las ruinas causadas
por el terremoto de L´Aquila (Italia). Y han tomado cartas en el asunto,
apreciado lector, enfrentándose al apocalíptico problema del suicidio de nuestra
especie, que vienen anunciando los profetas de la nueva religión, la Ecología.
Si no detenemos
las emanaciones de CO2, que causan el efecto invernadero, provocando el aumento
de temperatura de La Tierra y a su vez, la subida del nivel de nuestros mares, ocurrirán,
a la larga, males sin cuento a la humanidad. Y según el Panel Intergubernamental
de Cambio Climático de la ONU, que controla este asunto, como si se tratase de un
microondas, se cifra en dos grados de elevación de temperatura, el punto de no retorno.
Ni décima más, ni décima menos.
Ante esta
preocupante posibilidad, nuestro coro de ángeles y arcángeles guardianes, “….acordaron
ayer en L´Aquila, que la temperatura media del planeta no se incremente en más de
dos grados centígrados respecto a la que el mundo tenía antes de que las fabricas
comenzaran a vomitar a la atmósfera gases de efecto invernadero. Nunca antes el
G-8 había conseguido ponerse de acuerdo a la hora de fijar un límite al calentamiento
global, por lo que muchos consideran que el compromiso alcanzado ayer supone un
paso de gigante contra el cambio climático”. (EL MUNDO 9-7-09).
Albricias,
dos grados. La puntita nada más. Quizás el mar detendrá su subida cuando se alcancen
esos dos grados ante tanta contundencia de nuestros arcángeles. Quizás esa subida
justiciera del mar pueda servir, por fin, para el arreglo de lo que la Ley de Costas
no ha sido capaz.
Y sigue
EL MUNDO: “….no se ha fijado, sin embargo, ninguna medida especifica. Entre otras
cosas porque Rusia y otros países (léase, sobre todo, China e India), se resisten
a suscribir la propuesta-- defendida por varios miembros de la Unión Europea y numerosas
organizaciones ecologistas- de que los países
industrializados reduzcan de aquí a 2050 sus emisiones de gases invernadero
en un 80% y el resto del mundo en un 50%.
El objetivo
del 80% es inaceptable, aseguraba un colaborador de Dimitri Medvedev, el presidente
ruso. China e India, por su parte, consideran que deberían ser los países desarrollados
los que recortasen a la mitad sus emisiones de CO2 antes de 2020 y que a partir
de esa fecha las reducciones se aplicasen, también, a los Estados menos industrializados”.
¡Acabáramos!.
Nuestros arcángeles piensan que se puede engañar a un chino como se nos engaña a
nosotros o que un indio se presta a hacer lo que hacemos nosotros cuando se nos
engaña.
¿Cómo van
estos países a interrumpir o ralentizar su incipiente desarrollo que, aunque les
lleve a echar sapos y culebras por las chimeneas, les está permitiendo comer su
cuenco diario de arroz y ser más selectivos en su dieta, que para incluir proteínas
deben hacer comestible todo lo que se mueve en la tierra (arriba y abajo), en el
aire y en el mar? 2020, 2050. ¿Qué significan estas fechas para estos países ante
el hambre de ahora? ¿Significan algo, incluso
para nosotros, que todavía tenemos en nuestros genes recuerdos del hambre pasada
durante siglos y siglos y aprovechamos cualquier celebración para calmar nuestra
gula?
La ecología
tiene un primordial papel en nuestra civilización, pues el ser humano ha demostrado
hasta la saciedad tener un componente cerril que le hace muy capaz de acabar consigo
mismo y con el universo entero si se le pone por delante, pero no cumplirá con su
papel si, convertida en una religión más y en sus peores vertientes de intolerancia,
fanatismo, catastrofismo, ignorancia, dogmatismo y sectarismo, olvida que el ser
humano no renunciará a su precario y reciente bienestar, alcanzado o en vías de
serlo, ante ninguna amenaza y puesto en la ocasión, siempre se atendrá al sálvese
quien pueda.
Para ser
efectiva y es vital que lo sea, la ideología y acción ecológica, debe integrar entre
sus objetivos y hacerlos viables y compatibles, el desarrollo, el progreso y la
pretensión de aumento ilimitado del bienestar, del ser humano.
Y vosotros
arcángeles, no habéis hecho nada, no podéis hacer nada. Los problemas importantes
que tiene la humanidad solo son solucionables con un gobierno mundial. Los fastos
de coordinación solo sirven para que nos hagamos cargo del nivel de la gente que
tenemos al volante.
Y para
terminar me permito repartir invitaciones a mi lapidación. El que quiera participar
que tire la primera piedra, pero, por favor, que sea ideológica. Veamos.
El catecismo
ecológico parte de la base de que el estado actual de La Tierra, geográfico, climático,
ambiental, etc.… es el óptimo, es el que hay que conservar, ni mejorar ni empeorar.
Sin embargo,
a mí, la palabra Groenlandia (Tierra Verde), me da mucho que pensar, Verde debía
ser, efectivamente, este pequeño continente no hace mucho, cuando ya el ser humano
era capaz de poner nombres a las cosas. Así serian, también, Canadá, Islandia, el
norte de Noruega, Suecia y Finlandia y Siberia. Y la Antártida en el sur. Medio
mundo inhabitable hoy.
¿No lo
necesitamos? ¿No lo necesitaremos algún día? ¿No son, esos deshielos, que anunciamos,
ahora como catastróficos, verdaderos brotes verdes? ¿No es La Tierra un planeta
demasiado frío y su temperatura óptima debería estar un poquito más alta que la
actual? Si sabemos detener el aumento, claro, que en cualquier caso se va a producir.
Ofrezco,
también, a la reflexión, el supuesto de que cuando vayamos, que iremos, a colonizar
La Luna y Marte, lo primero que deberemos conseguir es someter esos mundos a una
intensa emanación de gases apropiados, que produzca en ellos un fuerte efecto invernadero.
Y lograr su control, claro.
Ahora, más en serio, quiero afirmar que hay una
gran diferencia entre lo que tú realmente crees y lo que crees que debes creer
o lo que deseas creer. Tú
demuestras o manifiestas en toda tu vida exterior aquello que realmente crees.
Las demás ideas no se exteriorizan. Si algún día llegas a creer otra cosa, ese
día comienzas a manifestarlo; o sea, a experimentarlo, no antes. No
basta con decir que tú sabes que tal y cual cosa no pueden lastimarte o
afectarte, si sólo tienes esta opinión intelectualmente. Si tú sientes aunque
no sea sino levemente que aquellas no te pueden hacer daño, el caso es
distinto. Esto es lo que llamamos realización: saberlo y sentirlo, o tener la
convicción. No basta con repetir
que todo va a estar bien a menos que creas en lo que estás diciendo. No basta
con decir superficialmente que Dios está contigo y cuidándote a menos que lo
creas o lo realices aunque sea en grado leve. El único objeto de hacer
tratamientos espirituales es aumentar tu propia realización de la verdad que ya
has aceptado; o sea, que el error y el temor no tienen poder sobre ti cuando tú
no cedes a ellos. Muchas
personas piden que les den una afirmación. Aparentemente están bajo la
impresión de que repitiendo una frase mágica van a resolver su problema, pero
esto no puede estar más lejos de la verdad. Tu problema está contigo debido a una creencia
falsa, errónea, que está dentro de ti; o sea, un proceso de pensamiento
equivocado. Donde hay falta de armonía
siempre hay temor presente, y una afirmación no va a destruir este temor. Debes
rehusar a ser intimidado por el peligro aparente, cualquiera que sea, y poner
tu confianza en el amor; entonces el temor comienza a desaparecer.
Las afirmaciones son recordatorios de lo que
debemos creer, pero es el cambio de nuestro proceso mental, del error a la
verdad, lo que trae la demostración. No el repetir una frase. Cuando necesitas ser guiado en una decisión
importante, hay que pensar y creer que Dios te está guiando, y te verás guiado.
Un filósofo dijo: “la vida es la adaptación a las
circunstancias exteriores”, y explicó que toda cosa viviente muestra una
tenacidad sorprendente en mantenerse viva, creciendo, y adaptándose a las
condiciones en que tiene que vivir.
Esto es verdad en cuanto al reino vegetal y al
reino animal. Asombra ver como las mariposas, los insectos, los animales poseen
coloridos que los confunden con la vegetación del paraje en donde viven.
Suponemos que para defenderse del hombre; la vida inteligente por sí misma, que
emplea todos los medios para conservar a las diferentes crías hasta que puedan
defenderse ellas mismas.
Pero esto no es correcto con respecto al ser
humano, puesto que el hombre ya ha trascendido todas las etapas inconscientes,
y ha desarrollado sus poderes latentes.
La Biblia enseña que el hombre no tiene ninguna
necesidad de amoldarse a las condiciones en que nace, ni de resignarse a
ninguna cosa. Todo lo contrario, la resignación, esa actitud que hasta ahora ha
sido llamada una virtud, es en realidad una ofensa contra la inteligencia; es
pereza mental y física; y va contra todos los impulsos instintivos del
individuo. Claro está que todo esto es debido a la ignorancia de la raza; y al
enterarse el hombre que el impulso de su alma es la voz de Dios en él, ya deja
de doblegarse y busca la manera de dominar.
El doblegarse, o resignarse implica cobardía o por
lo menos la aceptación de que lo exterior posee poderes superiores. Esto lo
denomina el primer mandamiento “idolatría”. No tendrás falsos dioses ante mí. La
Biblia dice que el hombre tiene dominio sobre todas las cosas, y esto hay que
tomarlo en serio. No significa que nos debemos de poner en rebeldía abierta, o
sea, físicamente; por ejemplo, contra una ordenanza oficial que no nos guste, o
alguna costumbre social establecida, o contra algún deber moral o familiar
porque sí, porque nos dé la gana de no seguir cumpliendo. Significa que tenemos
poderes mentales para transformar lo exterior, y desarrollando nuestra
naturaleza espiritual, no podremos jamás actuar en forma arbitraria hacia los
demás. Nuestras acciones serían, entonces, siempre en bien de todos, y de
nosotros mismos por consiguiente.
Por ser humanos y ya no animales o vegetales,
poseemos intuición, raciocinio y sentido común, o sea, la sabiduría divina; y
usando estas facultades, sabremos qué es lo que nos incomoda con respecto a la
condición del momento. El segundo paso es “conocer la verdad”, o sea, meditar
sobre la realidad espiritual que está oculta detrás de la apariencia material,
y ya con eso basta para ver transformarse la apariencia, no importa cuál sea,
ya que si ésta no depende de nosotros, y parece justa y absurda, o
inconveniente, la ley espiritual con sus canales infinitos nos sorprende con
una solución que jamás se nos hubiera ocurrido.
La forma de desarrollar la naturaleza espiritual es
practicando la oración científica. Logrando, aunque no sea sino una
demostración, primero para convencernos de esta verdad, luego para enseñarnos
la técnica. Cada vez que obtengas una demostración, sea para ti mismo o para
otro, ganas aumento de comprensión espiritual, y aprendes más metafísica que en
muchas horas de lectura o de escuchar conferencias.
No pierdas tiempo tratando de contestar preguntas
teóricas o doctrinales. Cualquier conclusión sobre éstas no será sino otro concepto intelectual más, y
ya sabes que el intelecto lo materializa todo.
Cura a alguien, o arregla una situación; haz un
tratamiento afirmativo de comprensión divina y a los pocos días te encontrarás
comprendiendo perfectamente el asunto teórico o doctrinal que te confundía, en
lugar de haber sacado un formalismo intelectual más.
No esperes comprender todo lo de Dios con sólo unas
cuantas semanas de estudio. Es inútil que un estudiante de álgebra, por
ejemplo, comprenda el teorema del binomio, si no puede comprender una simple
ecuación.
Aprende lo siguiente: siempre tenemos suficiente
comprensión y suficiente poder para dominar lo que sea que entre en nuestras
vidas. La vida cuida a sus crías. Ella no manda nada que esté por encima de
nuestras fuerzas, o más allá de nuestros poderes. Siempre, siempre hay que usar
la verdad que conocemos.
Con estas recomendaciones metafísicas para la vida
diaria y mis recomendaciones materiales, podrás sin duda construir tu hogar
ideal espiritual y físico.
domingo, 28 de abril de 2013
Grandes héroes de mi alma.
Y bien sé yo que lo hizo por matar al Lazarillo, que hasta Don Luis sabía de sus envidias, y a tanto llegaba el conocerlo, que más de una vez quiso sacarle los colores. Y aunque a veces, Don Francisco, se preocupó de contestar, de cien veces noventa su tiempo dedicó a martirizarme. Que en muchas anduve yo, y de pocas fue capaz el autor de sacarme airoso. Que a tanto llegaron conmigo sus malas artes, que de Don Francisco Gómez de Quevedo Villegas y Santibáñez Ceballos, por comer algo, me comí tres apellidos y el nombre. Y hogaño, por Quevedo le conocen.
Y yo me llamo Gian Galeazzo y por llenar mis tripas de alimento, de tantas tribulaciones que he pasado, son muchos que me llaman “El Buscón”. Y soy inmortal. Igual que el hambre. Y el hambre encadenaron algunos con sangre de cebolla.
Y esa sangre Miguel te la debemos. Perdóname Miguel que no soy quien para nombrarte, que sacrilegio considero sólo el leerte. Me duelen tanto tus barrotes y tu zozobra que como a ti con Ramón, me duele el alma. Y de tanto dolerme, respiro de tu miedo y tu valentía. Y a Dios recurro yo. Y tú….., en tu pluma cautiva te liberas y a la cárcel risueña de tu hijo te encadenas y a su consuelo moreno te confías.
Sufriste Miguel. Sufriste mucho. Y a tanto llegó tu padecer, que hasta anónimas son las gotas de libertad que envuelven tu sepultura. Y allí, donde estés, reposado y quieto, el alma de los libres reclamas como tuya. Tienes la mía. Orgulloso me siento de quererte.
Y no soy yo dado a sentimentalismos, que viviendo dos vidas, como vivo, siempre hay un Sancho que a lo pragmático me vuelve. Y debo dar gracias por tenerlo, que porque hubiera gigantes, mucho se esforzó el creador en los enanos. Y porque hubiera blancos, negros. Y delgados y gordos. Y guapos y feos.
Y yo que siempre he visto lo que muchos escondían, por fin he comprendido que un nadie sería sin mi Sancho. Que hasta el mismo Dios creó su diablo por no andar cojo. Y cojo andaría yo sin la verdad de mi Panza. Y como soy dos; a Gian Galeazzo ama uno y a Miguel otro. Y nunca me canso de quererlos.Y por querer; me late el corazón de tal manera, que no dudaría en delatar el crimen que cometo al escribir. Que cierto es que en el papel, haciendo garabatos me entretengo, y gustándome el vino, que me gusta, idolatro el tonel de amontillado. Y me encanta el gato negro, y disfruto en el silencio y en la sombra.
Y como sé y conozco mi ignorancia, de rodillas ruego a Gian Galeazzo y a Miguel, y a Don Alonso y a Poe que disculpen mi torpeza y mi osadía. Que osado soy por pretender emularlos. Que renglones sé hacer. Pero sin alma.
Y yo me llamo Gian Galeazzo y por llenar mis tripas de alimento, de tantas tribulaciones que he pasado, son muchos que me llaman “El Buscón”. Y soy inmortal. Igual que el hambre. Y el hambre encadenaron algunos con sangre de cebolla.
Y esa sangre Miguel te la debemos. Perdóname Miguel que no soy quien para nombrarte, que sacrilegio considero sólo el leerte. Me duelen tanto tus barrotes y tu zozobra que como a ti con Ramón, me duele el alma. Y de tanto dolerme, respiro de tu miedo y tu valentía. Y a Dios recurro yo. Y tú….., en tu pluma cautiva te liberas y a la cárcel risueña de tu hijo te encadenas y a su consuelo moreno te confías.
Sufriste Miguel. Sufriste mucho. Y a tanto llegó tu padecer, que hasta anónimas son las gotas de libertad que envuelven tu sepultura. Y allí, donde estés, reposado y quieto, el alma de los libres reclamas como tuya. Tienes la mía. Orgulloso me siento de quererte.
Y no soy yo dado a sentimentalismos, que viviendo dos vidas, como vivo, siempre hay un Sancho que a lo pragmático me vuelve. Y debo dar gracias por tenerlo, que porque hubiera gigantes, mucho se esforzó el creador en los enanos. Y porque hubiera blancos, negros. Y delgados y gordos. Y guapos y feos.
Y yo que siempre he visto lo que muchos escondían, por fin he comprendido que un nadie sería sin mi Sancho. Que hasta el mismo Dios creó su diablo por no andar cojo. Y cojo andaría yo sin la verdad de mi Panza. Y como soy dos; a Gian Galeazzo ama uno y a Miguel otro. Y nunca me canso de quererlos.Y por querer; me late el corazón de tal manera, que no dudaría en delatar el crimen que cometo al escribir. Que cierto es que en el papel, haciendo garabatos me entretengo, y gustándome el vino, que me gusta, idolatro el tonel de amontillado. Y me encanta el gato negro, y disfruto en el silencio y en la sombra.
Y como sé y conozco mi ignorancia, de rodillas ruego a Gian Galeazzo y a Miguel, y a Don Alonso y a Poe que disculpen mi torpeza y mi osadía. Que osado soy por pretender emularlos. Que renglones sé hacer. Pero sin alma.
Monasterio de San Millán de Yuso
El Real Monasterio de San Millán de Yuso (yuso significaba 'abajo' en castellano antiguo) está situado en la villa de San Millán de la Cogolla, Comunidad Autónoma de La Rioja (España), en la margen izquierda del río Cárdenas, en pleno valle de San Millán. Forma parte del conjunto monumental de dos monasterios, junto con más antiguo Monasterio de San Millán de Suso («de arriba»).
Este monasterio fue mandado construir en el año 1053 por el rey navarro García Sánchez III de Navarra «el de Nájera». La historia de su fundación va unida a una leyenda basada en un milagro de san Millán (o Emiliano), un joven pastor que se hace ermitaño. Cuando en 574 muere Millán, a la edad de 101 años, sus discípulos lo entierran en su cueva, y alrededor de ella se va formando el primer monasterio, el de San Millán de Suso. San Braulio, cincuenta años después de muerto, escribe su vida. El conde Fernán González era muy devoto de él. Tras la batalla de Simancas, en el año 923, en la que San Millán aparece en defensa de los cristianos, es nombrado patrón de Castilla, y se comprometen a pagar los Votos de San Millán. Tras la imposición del patronato de Santiago con la unificación de Castilla y de León, los castellanos seguirán invocando a San Millán como a su patrón, y en el siglo XVII, al discutirse de nuevo el patronato de España, lo vuelven a confirmar como patrón de Castilla y co-patrón de España.
Leyenda de la fundación del monasterio
Monasterio de Suso (arriba) y Yuso (abajo).
Escudo de armas (Castilla, Borbón, Navarra y León) en el Monasterio de Yuso.
El rey García era muy devoto de San Millán. Como acababa de fundar el gran monasterio de Santa María la Real de Nájera en esta ciudad que era Corte del reino, quiso llevarse allí los restos mortales del Santo, que estaban enterrados en el monasterio de San Millán de Suso. El 29 de mayo de 10531 colocaron los restos del Santo en una carreta tirada por bueyes y así emprendieron el viaje, con gran descontento de los monjes que allí quedaban desolados por la pérdida de su patrono. Cuando llegaron al llano, cerca del río, los bueyes se detuvieron y ya no quisieron volver a andar; no hubo forma de obligarlos. El rey y toda la comitiva comprendieron que aquello era un milagro, que San Millán estaba imponiendo su voluntad de no pasar de allí y ser enterrado de nuevo en aquellos lugares. Fue entonces cuando el rey mandó construir el reciente monasterio, al que se llamóYuso (abajo), en contraposición con el de arriba (Suso).
Hasta al menos el año 1100, coexistieron los dos monasterios, el de arriba, Suso, y el de abajo, Yuso. El primero permanece fiel a la tradición: regla mozárabe y carácter dúplice de doble comunidad masculina y femenina. El segundo, reformado con la regla benedictina. A partir del siglo XII sólo hay una comunidad de monjes, la benedictina, con una casa principal, la de Yuso (abajo). Los siglos X y XI son los de mayor esplendor en lo espiritual, religioso, artístico y cultural.
En 1809 los benedictinos son expulsados por primera vez cumpliendo el decreto de José Bonaparte. Vuelven en 1813. Son expulsados de nuevo durante el periodo constitucional del reinado de Fernando VII, entre diciembre de 1820 y julio de 1823. La hacienda real vendió entonces la botica en subasta pública. La tercera y última expulsión de la comunidad benedictina será debida a la desamortización eclesiástica de Mendizábal. Yuso permanece abandonado durante treinta y un años, desde noviembre de 1835. Entre 1866 y 1868 se establece una casa de misioneros franciscanos de Bermeo y, tras diez años de abandono, en 1878 fue ocupado por los frailes de la Orden de Agustinos Recoletos como casa destinada a la formación de los misioneros destinados a Filipinas. Las primeras obra de rehabilitación que se efectuaron por parte de los agustinos recoletos las realiza Fray Toribio Minguella.
[editar]Detalles del edificio
Planta del Monasterio de San Millán de Yuso.
El monasterio fue construido en estilo románico, como correspondía a la época. Es demolido en su totalidad y reconstruido en el siglo XVI, en estilo herreriano, de los siglos XVII y XVIII.
Portada barroca y Salón de los Reyes
Se accede al interior por una puerta barroca del siglo XVII que lleva columnas corintias y un relieve de San Millán a caballo. Es obra del arquitecto Pablo de Basave y del escultor Diego de Lizarraga. Desde el vestíbulo se entra al Salón de los Reyes. Recibe este nombre por los cuatro lienzos de reyes bienhechores del monasterio. Los escudos de la Escalera Real son los de la Abadía y los de Castilla. Están fechados en 1697. Es la última gran construcción de los abades benedictinos. En esta sala se encuentra la reproducción del códice 60, y del folio 72 recto en el que están escritas las Glosas Emilianenses.
Claustro
Claustro procesional. Monasterio de Yuso.
El claustro de la planta baja también se conoce por el nombre de procesional. Comienza su construcción Juan Pérez de Solarte en 1549. Es renacentista con bóvedas góticas. Arcos apuntados, doblados, entre contrafuertes rematados por pináculos góticos con ganchos, poco esbeltos y de labra tosca. La puerta que comunica con la iglesia, decorada al estilo manierista es obra del italiano Andrés de Rodi. Está fechada en 1554 y nos da una idea de la decoración que tenían pensada para el resto del claustro bajo, y que no llegó a ejecutarse.
El de la planta alta es clasicista. Columnas toscanas, adosadas a pilares, con friso de triglifos y metopas y capiteles adornados con tres rosetas y molduras de ovas en el equino. Está decorado con veinticinco cuadros de José Bejes que narran los distintos milagros de San Millán, según la biografía de San Braulio, obispo de Zaragoza.
La iglesia
Altar mayor. Monasterio de Yuso.
Coro bajo y ojo por el que pasa la luz equinoccial.
La iglesia es de 3 naves, con bóveda estrellada y un bonito cimborrio. Se comenzó en 1504 por mandato del abad Fray Miguel de Alzaga y se termina treinta y seis años después. Gótico decadente. La iglesia era para uso de los monjes, por eso parte delantera, desde el coro central, pasando por el presbiterio hasta el relicario estaba destinada sólo para ellos. La parte trasera, desde el trascoro hasta la puerta era la zona que usaba el pueblo cuando éste podía acceder al templo. Son dos espacios litúrgicos dentro del mismo edificio.
Sillería del coro bajo realizada por un tallista flamenco, Matero Frabricio, en torno a 1640 siguiendo las trazas y modelo diseñado por un monje de San Juan de Burgos. Tiene un retablo del siglo XVII con pinturas también de fray Juan Ricci; el cuadro central representa a San Millán en la batalla de Hacinas (Burgos) contra los moros. Los cristianos, en sus luchas contra los musulmanes, eligieron a San Millán como patrono y así, Gonzalo de Berceo en su Vida de San Millán nos cuenta la promesa de los votos legendarios, de una parte Ramiro II de León a Santiago y de la otra, Fernán González a San Millán.
El trascoro
Era la zona destinada al pueblo. El trascoro es a la vez el retablo parroquial y puerta de acceso a través del coro al altar mayor. El trascoro, obra de Francisco de Bisou realizada en 1767, de estilo rococó francés, está decorado con esculturas de bulto redondo, probablemente del taller de Pascual de Mena, que representa a los santos que se mueven en torno a San Millán: San Braulio, su biógrafo, San Felices, patrón de Haro y su maestro, San Aselo, San Geroncio, San Citonato, San Sofronio, Santa Potamia, discípulos, y Santa Oria.
En esta zona hay también un púlpito plateresco, de finales del XVI. Los mediorelieves representan a los cuatro evangelistas.
En el museo podrá contemplar las réplicas de las arcas relicarios del San Millán (siglo XI) y su maestro San Felices (siglo XII). La de San Millán fue un encargo deSancho IV de Navarra (Sancho el de Penalén), en el año 1067.
Sacristía
Sacristía. Monasterio de Yuso.
Es una de las sacristías con más alto valor artístico de España. En un principio fue la sala capitular. Arquitectónicamente es del s. XVI. Empieza a usarse como sacristía a finales del siglo XVII, época de la que es casi toda la pintura que podemos contemplar. Los frescos del techo y las mesas centrales son del XVIII. El abad Fray José Fernández (1693-1697) la adorna con doce cobres que están sobre la cajonería de nogal. La colección de cobres se completa hasta llegar a los veinticuatro. La enriquece también con cuatro grandes lienzos que traen desde Nápoles. El retablo, barroco, está presidido por una talla de Nuestra Sra. Reina de los Ángeles con cetro y corona.
Refectorio
El refectorio mayor, el comedor de los monjes, empieza a ser construido en 1580. Decorado con una portada dórica, asientos con pilastras jónicas estriadas y púlpito. Para su realización se contrató al ensamblador Juan de Iriarte en 1597. Las catorce mesas se realizan en 1608. El mobiliario se conserva completo.
Salón de la Lengua
Inaugurado en 1977 con motivo de las celebraciones del Milenario de la Lengua Castellana, hoy es el lugar emblemático del monasterio. Está decorado con todos los escudos y banderas de los países hispanos y de Filipinas por las embajadas correspondientes, además de un busto de Gonzalo de Berceo, primer poeta de las letras españolas y notario de este monasterio. En este salón se realizan los actos oficiales y las conferencias relacionadas con el castellano.
Elementos de interés
Cuna de la lengua
Lápida conmemorativa del milenario de la lengua. Monasterio de Yuso.
Una lengua no nace en un lugar ni en un momento concreto, pero es en el monasterio de San Millán en el siglo XI cuando un monje tiene conscientemente el atrevimiento de poner por escrito palabras y frases de esa lengua del pueblo. Nadie lo había hecho antes con una intención literaria. Son las Glosas Emilianenses. En el mismo códice encontramos también las primeras palabras escritas en vascuence. Por esta razón San Millán de Yuso celebra en 1977 el Milenario de la Lengua, y desde entonces se le conoce con el nombre de «Cuna de la Lengua». En el Salón de los Reyes se encuentran las lápidas conmemorativas del milenario de la lengua castellana y vasca, así como una reproducción facsímil del Códice 60.
Arca relicario con los restos de SanMillán. Monasterio de Yuso.
Marfiles románicos
Marfil románico, s. XI. Arca relicario de San Millán.
Para las abadías y monasterios su más estimado tesoro eran las reliquias de los santos, sobre todo si eran del santo fundador. Don Blas, abad de Yuso entre 1067 y 1081, manda realizar el arca relicario más rico posible para venerar los restos de San Millán, empleando en su interior telas finísimas y revistiendo el exterior con láminas de oro, plata, piedras preciosas y tarjetas de marfil. Entre la colección de relicarios del monasterio sobresalen las arcas relicarios de San Millán (s. XI), por un lado, y la de San Felices (s. XII), por otro, por sus marfiles románicos.
Son veinticuatro tarjetas, once a cada lado del arca, y uno en el centro de cada uno de los frontispicios. Así duró hasta el año 1809 en el que los soldados deNapoleón arrancan las placas de oro y piedras preciosas. Hoy queda en Yuso de la antigua arqueta por un lado la antigua pieza en la que se puede ver la madera original y el forro interior de tela árabe del siglo XI. En el relicario nuevo de plata realizado en 1944 están los marfiles románicos del siglo XI originales que se conservan: trece de la vida de San Millán, dos fragmentos de la misma serie, más los del abad Don Blas y del escriba Don Munio.
La luz equinoccial
Cada comienzo de primavera y de otoño, en torno al 21 de marzo y septiembre, tiene lugar el equinoccio. Son los días de igual duración del día y de la noche, cuando el sol se proyecta directamente sobre la línea del ecuador, cuando los polos de la tierra se hallan mejor orientados de norte a sur, y lo que llamamos línea ecuatorial, de este a oeste. Es el mejor momento para fijar los puntos cardinales. Más o menos a las seis y cuarto de la tarde en el monasterio de Yuso se puede ver sobre el cuerpo central del templo un círculo perfecto de luz solar. Dura apenas unos minutos. El rayo de luz entra por el rosetón de la parte trasera de la iglesia, pasa por el círculo que corona el trascoro y da en el centro geométrico de la iglesia. Marca así el eje de la iglesia y, por tanto, la perfecta orientación de la cabecera hacia el este. Este fenómeno, además de su significado matemático, tiene otros a nivel mistérico.
Sala de Códices y Cantorales
Biblioteca. Monasterio de Yuso.
Tiene el monasterio también una importante biblioteca de Cantorales del siglo XVII. Unos 30 libros gigantes, pesan entre 40 y 60 kg, hechos a mano a lo largo de cuatro años de trabajo y en el que se utilizaron la piel (pergamino) de unas 2000 vacas.
Contienen la colección completa de todos los cantos que la comunidad monástica reza a lo largo de todo el año. Es una de las cuatro colecciones completas que se conservan en España.
Junto a los cantorales hay una excelente colección de facsímiles. El códice 46, fechado en el 964, que en palabras de los hermanos Turza «se trata de un diccionario enciclopédico de 20.000 artículos como los diccionarios actuales», y que recogen todo el saber de la época. El códice 60, el de las Glosas Emilianenses, primeras frases en castellano y palabras en vascuence. Una de las obras del primer poeta de nombre conocido en castellano, Gonzalo de Berceo, que fue educado en el monasterio de Suso y termina como clérigo notario de Yuso. Los excelentes calígrafos del monasterios están representados por una obra de fray Martín de Palencia, monje de San Millán.
Archivo y biblioteca monástica de Yuso
Heredera del antiguo Escritorio de San Millán el conjunto de archivo y biblioteca está considerado entre los mejores de la España monasterial. El archivo consta de dos cartularios (el Galicano y el Bulario) y unos trescientos documentos originales: pleitos, donaciones, compraventas, privilegios, bulas... Todo ello referente al monasterio de San Millán o a sus monasterios o iglesias. El documento más antiguo es el de la fundación de San Miguel de Pedroso, del año 759. El primero que está copiado es una interpolación fuera de página y se refiere a los votos de San Millán. También podemos encontrar uno de los textos más interesantes de la Edad Media referidos al País Vasco, la Reja de San Millán, escrito en 1025.
La biblioteca, de estilo veneciano, es de 1780 y posee una verdadera riqueza de libros antiguos. Tiene la misma disposición que le diera el abad Don Anselmo Petite en 1780. Su grandeza se debe más a la calidad y rareza de sus fondos, que al número, ya que sus artísticas estanterías no admiten más de diez mil volúmenes. Cuando los monjes benedictinos se van del monasterio en 1835 la dejan prácticamente vacía. Son los agustinos recoletos los que se preocupan por recuperar los mismos libros, ya que estos se quedan en los pueblos de los alrededores. Ellos recuperan más del ochenta por ciento de la biblioteca original, algo realmente valioso teniendo en cuenta que las bibliotecas de otros monasterios se rehacen totalmente cuando vuelven los monjes.
El portal de internet de la Fundación San Millán de la Cogolla permite acceder al fondo documental de la biblioteca. El proceso de digitalización de los documentos comenzó en 2001, y ha continuado hasta alcanzar la cifra de más de 72.000 páginas de 212 volúmenes de gran valor.
Monjes ilustres
Cardenal Aguirre
Cardenal Aguirre, monje de San Millán.
Fr. José Sáenz de Aguirre (Logroño 1630, Roma 1699), es el monje benedictino más ilustre del monasterio de Yuso. Catedrático de Salamanca, considerado el mejor teólogo de su siglo, sistematizador de la teología de San Anselmo, historiador de los concilios, el papa Inocencio XI lo nombra cardenal a propuesta de Carlos II en reconocimiento de la defensa de los derechos del papado frente a las tesis galicanas en su obra Auctoritas infallibitis et summa cathedrae S. Petri.
Cuando muere encarga que «en una arquita trajeran su corazón al Real Monasterio de San Millán». Así se cumplió, colocándolo en Suso, donde estuvo hasta la desamortización. Entonces se bajó a Yuso. En la antesacristía se ven dos medallones con los bustos del Beato Inocencio XI y del Cardenal Aguirre.
Fray Juan Ricci
Fernán González, Señor de Castilla. Obra de Juan Ricci. Salón de los Reyes.Monasterio de Yuso.
Fray Juan Ricci, benedictino, considerado el mejor pintor claustral español, trabaja en el monasterio entre 1653 a 1656, durante el mandato del abad Fray Ambrosio Gómez, que le había visto pintar en el claustro de San Martín, de Madrid.
En el Salón de los Reyes del Monasterio podemos ver cuatro lienzos con las siguientes leyendas:
El conde Fernán González, señor de Castilla, que concedió los votos a N. P. S. Millán
El Rey D. Sancho III el Mayor, Rey de Navarra, Castilla y Aragón, bienhechor desde monasterio; que ofrece una particularidad: su cabeza es el retrato del escritor español, Lope de Vega.
Don García, Rey de Navarra, fundador de ste monasterio
El emperador D. Alonso el 7, rey de Castilla, bienechor desde monasterio.
Suyos son también los lienzos del grandioso retablo del altar mayor, que consta de dos cuerpos. El principal, con cuatro columnas doradas de orden corintio y, en el centro, un gran lienzo que representa a San Millán a caballo en la batalla de Hacinas que ganó el Fernán González. Sobre éste cuerpo está el ático formado por pilastras doradas, y en él el bellísimo cuadro de la Asunción de Nuestra Señora, en el que puede apreciarse la influencia del Greco. En el banco del retablo, los dos apóstoles, San Pedro y San Pablo.
Otros lienzos suyos son:
San Ildefonso y Santo Domingo de Silos.
Santa Oria y Santa Gertrudis.
Cristo y la Virgen dan sendos rosarios de perlas a San Miguel Florentino y a San Benito.
San Benito acoge y abraza a San Plácido y San Mauro.
Santo Domingo de Silos en el momento de su muerte.
Nuestra Señora de Montserrat.
[editar]San Ezequiel Moreno
San Ezequiel Moreno, fraile de la Orden de Agustinos Recoletos, misionero en Filipinas y obispo de Pasto en Colombia, vive durante un breve espacio de tiempo en este monasterio antes de partir destinado a Colombia.
[editar]Estatuto de San Millán
En el Monasterio de San Millán de Yuso se firmó el 8 de mayo de 1981 el Estatuto de Autonomía de La Rioja, o también llamado «Estatuto de San Millán».
[editar]Patrimonio de la Humanidad
El 4 de diciembre de 1997 los monasterios de San Millán, Suso y Yuso, fueron declarados Patrimonio de la Humanidad en Europa. La inscripción en esta lista confirma el valor excepcional y universal de un sitio cultural o natural que debe ser protegido para el beneficio de la humanidad. Este galardón viene avalado tanto por razones históricas, artísticas y religiosas como por motivos lingüísticos y literarios. Ninguna otra lengua conocida, puede ser atribuida y asociada a un monumento y un entorno natural tan singularizado y concreto como San Millán, lo que le ha merecido ser incluido en el itinerario del Camino de la Lengua, compartiendo plaza con lugares tan señalados como Alcalá de Henares o Salamanca.
[editar]Instituciones con sede en el Monasterio de Yuso
Salón de la Lengua. Acto de la Fundación San Millán.
Dentro del recinto monacal, además de la comunidad de monjes, el monasterio de San Millán de Yuso es la sede oficial de las siguientes instituciones:
[editar]Fundación San Millán
En un acto presidido por su alteza el Príncipe de Asturias, nace el 8 de octubre de 1998 en el Salón de la Lengua la Fundación San Millán. Tiene su sede en el mismo monasterio de Yuso y está patrocinada por el Gobierno de La Rioja, consciente del compromiso cultural, filológico y moral que comportaba la concesión del título de patrimonio de la humanidad. Es la encargada de velar por la protección del enclave emilianense, de conservar su riqueza arquitectónica, histórica y filológica, y de promover la investigación de los orígenes del español.
[editar]Centro de Investigación de la Lengua Castellana
La Fundación San Millán crea en una de las partes del monasterio de Yuso, el ala del cura y en el claustro de Santa Rita, las instalaciones principales del Centro de Investigación de la Lengua Castellana, el CILENGUA. Su objetivo es el estudio, la investigación del origen de la lengua y la conservación del patrimonio mundial de los monasterios de San Millán. Desarrolla su actividad a través de tres institutos: «Los orígenes del español», «Historia de la lengua», y «Biblioteca hispánica», dirigidos por Claudio García Turza, José Antonio Pascual, y Pedro Cátedra.
Asociación de Amigos de San Millán
Cruz de San Millán. Emblema de la Asociación Amigos de San Millán.
Asociación de utilidad pública, sin ánimo de lucro nacida en 1974 con la finalidad de prestar apoyo intelectual, económico o material a los religiosos de la Orden de Agustinos Recoletos del Monasterio de San Millán de Yuso. Si bien la Asociación tiene un carácter civil, sus miembros quedan vinculados espiritualmente al monasterio de San Millán, como bienhechores. Se han destacado a lo largo de estos años por ser los primeros en trabajar y promover todo lo relacionado con San Millán, y especialmente con el Monasterio de Yuso. Tienen su sede en el mismo Monasterio de San Millán de Yuso.
[editar]Visitas ilustres
[editar]Casa Real
El 14 de noviembre de 1977, año santo emilianense, culminan los actos del Milenario de la Lengua Española, con la presencia de sus majestades D. Juan Carlos y Dña. Sofía en uno de sus primeros actos oficiales como reyes de España.
En 1992 inauguran el Aula de la Lengua.
El 8 de octubre de 1998, en el Salón de la Lengua del Monasterio de Yuso, en un acto presidido por su alteza el Príncipe de Asturias, tenía lugar la constitución de la Fundación San Millán.
El 15 de octubre de 2001, tercera visita de su Alteza Real el Príncipe de Asturias.
El 13 de octubre de 2004, los Príncipes de Asturias presiden la sesión extraordinaria de las Academias Española, Americana y Filipina.
El 9 de abril de 2008, Doña Letizia inaugura el Congreso sobre el lenguaje de los jóvenes.
[editar]Otros visitantes
El 21 de agosto de 2007, Jimmy Carter, ex presidente norteamericano.
En octubre de 2006, José Luis Rodríguez Zapatero, presidente del Gobierno de España.
[editar]Referencias
↑ Hergueta y Martín, Domingo (1906). «V, Traslación de las reliquias de San Felices desde el castillo de Bilibio al Monasterio de San Millán de la Cogolla en 1090». En Unidad de cultura de la Excma. Diputación de Logroño. Noticias históricas de la muy noble y muy leal ciudad de Haro (1979 edición). Logroño: Ochoa. pp. 87. DL LO-271-1979. ISBN 84-735-9062-7.
[editar]Bibliografía consultada
Colección de cantorales del monasterio.
OLARTE, Juan B. Monasterio de San Millán de la Cogolla. Suso y Yuso. Editorial Edilesa, 2005. ISBN 84-8012-4092-4.
OLARTE, Juan B. España en ciernes o la vida de San Millán. Editorial Edilesa, 1998. ISBN 84-8012-205-6.
BANGO, Isidro. Emiliano, un santo de la España visigoda, el arca románica de sus reliquias. Fundación San Millán, 2007. ISBN 978-84-935340-5-9.
NIETO, Juan Ángel. Glosas Emilianenses. Cuna de la Lengua Castellana. Editorial Edilesa, 2007. ISBN 978-84-8012-585-7
OLARTE, Juan B. "La luz equinocial en el templo de San Millán de Yuso". Piedra de Rayo. Revista riojana de cultura popular, nº 9, 70-74.
PRADO GARCÍA, Nicolás. Cardenal Aguirre. De la celda a la púrpura. Fundación Universitaria Española, Madrid 2004. ISBN 84-7392-545-9.
Este monasterio fue mandado construir en el año 1053 por el rey navarro García Sánchez III de Navarra «el de Nájera». La historia de su fundación va unida a una leyenda basada en un milagro de san Millán (o Emiliano), un joven pastor que se hace ermitaño. Cuando en 574 muere Millán, a la edad de 101 años, sus discípulos lo entierran en su cueva, y alrededor de ella se va formando el primer monasterio, el de San Millán de Suso. San Braulio, cincuenta años después de muerto, escribe su vida. El conde Fernán González era muy devoto de él. Tras la batalla de Simancas, en el año 923, en la que San Millán aparece en defensa de los cristianos, es nombrado patrón de Castilla, y se comprometen a pagar los Votos de San Millán. Tras la imposición del patronato de Santiago con la unificación de Castilla y de León, los castellanos seguirán invocando a San Millán como a su patrón, y en el siglo XVII, al discutirse de nuevo el patronato de España, lo vuelven a confirmar como patrón de Castilla y co-patrón de España.
Leyenda de la fundación del monasterio
Monasterio de Suso (arriba) y Yuso (abajo).
Escudo de armas (Castilla, Borbón, Navarra y León) en el Monasterio de Yuso.
El rey García era muy devoto de San Millán. Como acababa de fundar el gran monasterio de Santa María la Real de Nájera en esta ciudad que era Corte del reino, quiso llevarse allí los restos mortales del Santo, que estaban enterrados en el monasterio de San Millán de Suso. El 29 de mayo de 10531 colocaron los restos del Santo en una carreta tirada por bueyes y así emprendieron el viaje, con gran descontento de los monjes que allí quedaban desolados por la pérdida de su patrono. Cuando llegaron al llano, cerca del río, los bueyes se detuvieron y ya no quisieron volver a andar; no hubo forma de obligarlos. El rey y toda la comitiva comprendieron que aquello era un milagro, que San Millán estaba imponiendo su voluntad de no pasar de allí y ser enterrado de nuevo en aquellos lugares. Fue entonces cuando el rey mandó construir el reciente monasterio, al que se llamóYuso (abajo), en contraposición con el de arriba (Suso).
Hasta al menos el año 1100, coexistieron los dos monasterios, el de arriba, Suso, y el de abajo, Yuso. El primero permanece fiel a la tradición: regla mozárabe y carácter dúplice de doble comunidad masculina y femenina. El segundo, reformado con la regla benedictina. A partir del siglo XII sólo hay una comunidad de monjes, la benedictina, con una casa principal, la de Yuso (abajo). Los siglos X y XI son los de mayor esplendor en lo espiritual, religioso, artístico y cultural.
En 1809 los benedictinos son expulsados por primera vez cumpliendo el decreto de José Bonaparte. Vuelven en 1813. Son expulsados de nuevo durante el periodo constitucional del reinado de Fernando VII, entre diciembre de 1820 y julio de 1823. La hacienda real vendió entonces la botica en subasta pública. La tercera y última expulsión de la comunidad benedictina será debida a la desamortización eclesiástica de Mendizábal. Yuso permanece abandonado durante treinta y un años, desde noviembre de 1835. Entre 1866 y 1868 se establece una casa de misioneros franciscanos de Bermeo y, tras diez años de abandono, en 1878 fue ocupado por los frailes de la Orden de Agustinos Recoletos como casa destinada a la formación de los misioneros destinados a Filipinas. Las primeras obra de rehabilitación que se efectuaron por parte de los agustinos recoletos las realiza Fray Toribio Minguella.
[editar]Detalles del edificio
Planta del Monasterio de San Millán de Yuso.
El monasterio fue construido en estilo románico, como correspondía a la época. Es demolido en su totalidad y reconstruido en el siglo XVI, en estilo herreriano, de los siglos XVII y XVIII.
Portada barroca y Salón de los Reyes
Se accede al interior por una puerta barroca del siglo XVII que lleva columnas corintias y un relieve de San Millán a caballo. Es obra del arquitecto Pablo de Basave y del escultor Diego de Lizarraga. Desde el vestíbulo se entra al Salón de los Reyes. Recibe este nombre por los cuatro lienzos de reyes bienhechores del monasterio. Los escudos de la Escalera Real son los de la Abadía y los de Castilla. Están fechados en 1697. Es la última gran construcción de los abades benedictinos. En esta sala se encuentra la reproducción del códice 60, y del folio 72 recto en el que están escritas las Glosas Emilianenses.
Claustro
Claustro procesional. Monasterio de Yuso.
El claustro de la planta baja también se conoce por el nombre de procesional. Comienza su construcción Juan Pérez de Solarte en 1549. Es renacentista con bóvedas góticas. Arcos apuntados, doblados, entre contrafuertes rematados por pináculos góticos con ganchos, poco esbeltos y de labra tosca. La puerta que comunica con la iglesia, decorada al estilo manierista es obra del italiano Andrés de Rodi. Está fechada en 1554 y nos da una idea de la decoración que tenían pensada para el resto del claustro bajo, y que no llegó a ejecutarse.
El de la planta alta es clasicista. Columnas toscanas, adosadas a pilares, con friso de triglifos y metopas y capiteles adornados con tres rosetas y molduras de ovas en el equino. Está decorado con veinticinco cuadros de José Bejes que narran los distintos milagros de San Millán, según la biografía de San Braulio, obispo de Zaragoza.
La iglesia
Altar mayor. Monasterio de Yuso.
Coro bajo y ojo por el que pasa la luz equinoccial.
La iglesia es de 3 naves, con bóveda estrellada y un bonito cimborrio. Se comenzó en 1504 por mandato del abad Fray Miguel de Alzaga y se termina treinta y seis años después. Gótico decadente. La iglesia era para uso de los monjes, por eso parte delantera, desde el coro central, pasando por el presbiterio hasta el relicario estaba destinada sólo para ellos. La parte trasera, desde el trascoro hasta la puerta era la zona que usaba el pueblo cuando éste podía acceder al templo. Son dos espacios litúrgicos dentro del mismo edificio.
Sillería del coro bajo realizada por un tallista flamenco, Matero Frabricio, en torno a 1640 siguiendo las trazas y modelo diseñado por un monje de San Juan de Burgos. Tiene un retablo del siglo XVII con pinturas también de fray Juan Ricci; el cuadro central representa a San Millán en la batalla de Hacinas (Burgos) contra los moros. Los cristianos, en sus luchas contra los musulmanes, eligieron a San Millán como patrono y así, Gonzalo de Berceo en su Vida de San Millán nos cuenta la promesa de los votos legendarios, de una parte Ramiro II de León a Santiago y de la otra, Fernán González a San Millán.
El trascoro
Era la zona destinada al pueblo. El trascoro es a la vez el retablo parroquial y puerta de acceso a través del coro al altar mayor. El trascoro, obra de Francisco de Bisou realizada en 1767, de estilo rococó francés, está decorado con esculturas de bulto redondo, probablemente del taller de Pascual de Mena, que representa a los santos que se mueven en torno a San Millán: San Braulio, su biógrafo, San Felices, patrón de Haro y su maestro, San Aselo, San Geroncio, San Citonato, San Sofronio, Santa Potamia, discípulos, y Santa Oria.
En esta zona hay también un púlpito plateresco, de finales del XVI. Los mediorelieves representan a los cuatro evangelistas.
En el museo podrá contemplar las réplicas de las arcas relicarios del San Millán (siglo XI) y su maestro San Felices (siglo XII). La de San Millán fue un encargo deSancho IV de Navarra (Sancho el de Penalén), en el año 1067.
Sacristía
Sacristía. Monasterio de Yuso.
Es una de las sacristías con más alto valor artístico de España. En un principio fue la sala capitular. Arquitectónicamente es del s. XVI. Empieza a usarse como sacristía a finales del siglo XVII, época de la que es casi toda la pintura que podemos contemplar. Los frescos del techo y las mesas centrales son del XVIII. El abad Fray José Fernández (1693-1697) la adorna con doce cobres que están sobre la cajonería de nogal. La colección de cobres se completa hasta llegar a los veinticuatro. La enriquece también con cuatro grandes lienzos que traen desde Nápoles. El retablo, barroco, está presidido por una talla de Nuestra Sra. Reina de los Ángeles con cetro y corona.
Refectorio
El refectorio mayor, el comedor de los monjes, empieza a ser construido en 1580. Decorado con una portada dórica, asientos con pilastras jónicas estriadas y púlpito. Para su realización se contrató al ensamblador Juan de Iriarte en 1597. Las catorce mesas se realizan en 1608. El mobiliario se conserva completo.
Salón de la Lengua
Inaugurado en 1977 con motivo de las celebraciones del Milenario de la Lengua Castellana, hoy es el lugar emblemático del monasterio. Está decorado con todos los escudos y banderas de los países hispanos y de Filipinas por las embajadas correspondientes, además de un busto de Gonzalo de Berceo, primer poeta de las letras españolas y notario de este monasterio. En este salón se realizan los actos oficiales y las conferencias relacionadas con el castellano.
Elementos de interés
Cuna de la lengua
Lápida conmemorativa del milenario de la lengua. Monasterio de Yuso.
Una lengua no nace en un lugar ni en un momento concreto, pero es en el monasterio de San Millán en el siglo XI cuando un monje tiene conscientemente el atrevimiento de poner por escrito palabras y frases de esa lengua del pueblo. Nadie lo había hecho antes con una intención literaria. Son las Glosas Emilianenses. En el mismo códice encontramos también las primeras palabras escritas en vascuence. Por esta razón San Millán de Yuso celebra en 1977 el Milenario de la Lengua, y desde entonces se le conoce con el nombre de «Cuna de la Lengua». En el Salón de los Reyes se encuentran las lápidas conmemorativas del milenario de la lengua castellana y vasca, así como una reproducción facsímil del Códice 60.
Arca relicario con los restos de SanMillán. Monasterio de Yuso.
Marfiles románicos
Marfil románico, s. XI. Arca relicario de San Millán.
Para las abadías y monasterios su más estimado tesoro eran las reliquias de los santos, sobre todo si eran del santo fundador. Don Blas, abad de Yuso entre 1067 y 1081, manda realizar el arca relicario más rico posible para venerar los restos de San Millán, empleando en su interior telas finísimas y revistiendo el exterior con láminas de oro, plata, piedras preciosas y tarjetas de marfil. Entre la colección de relicarios del monasterio sobresalen las arcas relicarios de San Millán (s. XI), por un lado, y la de San Felices (s. XII), por otro, por sus marfiles románicos.
Son veinticuatro tarjetas, once a cada lado del arca, y uno en el centro de cada uno de los frontispicios. Así duró hasta el año 1809 en el que los soldados deNapoleón arrancan las placas de oro y piedras preciosas. Hoy queda en Yuso de la antigua arqueta por un lado la antigua pieza en la que se puede ver la madera original y el forro interior de tela árabe del siglo XI. En el relicario nuevo de plata realizado en 1944 están los marfiles románicos del siglo XI originales que se conservan: trece de la vida de San Millán, dos fragmentos de la misma serie, más los del abad Don Blas y del escriba Don Munio.
La luz equinoccial
Cada comienzo de primavera y de otoño, en torno al 21 de marzo y septiembre, tiene lugar el equinoccio. Son los días de igual duración del día y de la noche, cuando el sol se proyecta directamente sobre la línea del ecuador, cuando los polos de la tierra se hallan mejor orientados de norte a sur, y lo que llamamos línea ecuatorial, de este a oeste. Es el mejor momento para fijar los puntos cardinales. Más o menos a las seis y cuarto de la tarde en el monasterio de Yuso se puede ver sobre el cuerpo central del templo un círculo perfecto de luz solar. Dura apenas unos minutos. El rayo de luz entra por el rosetón de la parte trasera de la iglesia, pasa por el círculo que corona el trascoro y da en el centro geométrico de la iglesia. Marca así el eje de la iglesia y, por tanto, la perfecta orientación de la cabecera hacia el este. Este fenómeno, además de su significado matemático, tiene otros a nivel mistérico.
Sala de Códices y Cantorales
Biblioteca. Monasterio de Yuso.
Tiene el monasterio también una importante biblioteca de Cantorales del siglo XVII. Unos 30 libros gigantes, pesan entre 40 y 60 kg, hechos a mano a lo largo de cuatro años de trabajo y en el que se utilizaron la piel (pergamino) de unas 2000 vacas.
Contienen la colección completa de todos los cantos que la comunidad monástica reza a lo largo de todo el año. Es una de las cuatro colecciones completas que se conservan en España.
Junto a los cantorales hay una excelente colección de facsímiles. El códice 46, fechado en el 964, que en palabras de los hermanos Turza «se trata de un diccionario enciclopédico de 20.000 artículos como los diccionarios actuales», y que recogen todo el saber de la época. El códice 60, el de las Glosas Emilianenses, primeras frases en castellano y palabras en vascuence. Una de las obras del primer poeta de nombre conocido en castellano, Gonzalo de Berceo, que fue educado en el monasterio de Suso y termina como clérigo notario de Yuso. Los excelentes calígrafos del monasterios están representados por una obra de fray Martín de Palencia, monje de San Millán.
Archivo y biblioteca monástica de Yuso
Heredera del antiguo Escritorio de San Millán el conjunto de archivo y biblioteca está considerado entre los mejores de la España monasterial. El archivo consta de dos cartularios (el Galicano y el Bulario) y unos trescientos documentos originales: pleitos, donaciones, compraventas, privilegios, bulas... Todo ello referente al monasterio de San Millán o a sus monasterios o iglesias. El documento más antiguo es el de la fundación de San Miguel de Pedroso, del año 759. El primero que está copiado es una interpolación fuera de página y se refiere a los votos de San Millán. También podemos encontrar uno de los textos más interesantes de la Edad Media referidos al País Vasco, la Reja de San Millán, escrito en 1025.
La biblioteca, de estilo veneciano, es de 1780 y posee una verdadera riqueza de libros antiguos. Tiene la misma disposición que le diera el abad Don Anselmo Petite en 1780. Su grandeza se debe más a la calidad y rareza de sus fondos, que al número, ya que sus artísticas estanterías no admiten más de diez mil volúmenes. Cuando los monjes benedictinos se van del monasterio en 1835 la dejan prácticamente vacía. Son los agustinos recoletos los que se preocupan por recuperar los mismos libros, ya que estos se quedan en los pueblos de los alrededores. Ellos recuperan más del ochenta por ciento de la biblioteca original, algo realmente valioso teniendo en cuenta que las bibliotecas de otros monasterios se rehacen totalmente cuando vuelven los monjes.
El portal de internet de la Fundación San Millán de la Cogolla permite acceder al fondo documental de la biblioteca. El proceso de digitalización de los documentos comenzó en 2001, y ha continuado hasta alcanzar la cifra de más de 72.000 páginas de 212 volúmenes de gran valor.
Monjes ilustres
Cardenal Aguirre
Cardenal Aguirre, monje de San Millán.
Fr. José Sáenz de Aguirre (Logroño 1630, Roma 1699), es el monje benedictino más ilustre del monasterio de Yuso. Catedrático de Salamanca, considerado el mejor teólogo de su siglo, sistematizador de la teología de San Anselmo, historiador de los concilios, el papa Inocencio XI lo nombra cardenal a propuesta de Carlos II en reconocimiento de la defensa de los derechos del papado frente a las tesis galicanas en su obra Auctoritas infallibitis et summa cathedrae S. Petri.
Cuando muere encarga que «en una arquita trajeran su corazón al Real Monasterio de San Millán». Así se cumplió, colocándolo en Suso, donde estuvo hasta la desamortización. Entonces se bajó a Yuso. En la antesacristía se ven dos medallones con los bustos del Beato Inocencio XI y del Cardenal Aguirre.
Fray Juan Ricci
Fernán González, Señor de Castilla. Obra de Juan Ricci. Salón de los Reyes.Monasterio de Yuso.
Fray Juan Ricci, benedictino, considerado el mejor pintor claustral español, trabaja en el monasterio entre 1653 a 1656, durante el mandato del abad Fray Ambrosio Gómez, que le había visto pintar en el claustro de San Martín, de Madrid.
En el Salón de los Reyes del Monasterio podemos ver cuatro lienzos con las siguientes leyendas:
El conde Fernán González, señor de Castilla, que concedió los votos a N. P. S. Millán
El Rey D. Sancho III el Mayor, Rey de Navarra, Castilla y Aragón, bienhechor desde monasterio; que ofrece una particularidad: su cabeza es el retrato del escritor español, Lope de Vega.
Don García, Rey de Navarra, fundador de ste monasterio
El emperador D. Alonso el 7, rey de Castilla, bienechor desde monasterio.
Suyos son también los lienzos del grandioso retablo del altar mayor, que consta de dos cuerpos. El principal, con cuatro columnas doradas de orden corintio y, en el centro, un gran lienzo que representa a San Millán a caballo en la batalla de Hacinas que ganó el Fernán González. Sobre éste cuerpo está el ático formado por pilastras doradas, y en él el bellísimo cuadro de la Asunción de Nuestra Señora, en el que puede apreciarse la influencia del Greco. En el banco del retablo, los dos apóstoles, San Pedro y San Pablo.
Otros lienzos suyos son:
San Ildefonso y Santo Domingo de Silos.
Santa Oria y Santa Gertrudis.
Cristo y la Virgen dan sendos rosarios de perlas a San Miguel Florentino y a San Benito.
San Benito acoge y abraza a San Plácido y San Mauro.
Santo Domingo de Silos en el momento de su muerte.
Nuestra Señora de Montserrat.
[editar]San Ezequiel Moreno
San Ezequiel Moreno, fraile de la Orden de Agustinos Recoletos, misionero en Filipinas y obispo de Pasto en Colombia, vive durante un breve espacio de tiempo en este monasterio antes de partir destinado a Colombia.
[editar]Estatuto de San Millán
En el Monasterio de San Millán de Yuso se firmó el 8 de mayo de 1981 el Estatuto de Autonomía de La Rioja, o también llamado «Estatuto de San Millán».
[editar]Patrimonio de la Humanidad
El 4 de diciembre de 1997 los monasterios de San Millán, Suso y Yuso, fueron declarados Patrimonio de la Humanidad en Europa. La inscripción en esta lista confirma el valor excepcional y universal de un sitio cultural o natural que debe ser protegido para el beneficio de la humanidad. Este galardón viene avalado tanto por razones históricas, artísticas y religiosas como por motivos lingüísticos y literarios. Ninguna otra lengua conocida, puede ser atribuida y asociada a un monumento y un entorno natural tan singularizado y concreto como San Millán, lo que le ha merecido ser incluido en el itinerario del Camino de la Lengua, compartiendo plaza con lugares tan señalados como Alcalá de Henares o Salamanca.
[editar]Instituciones con sede en el Monasterio de Yuso
Salón de la Lengua. Acto de la Fundación San Millán.
Dentro del recinto monacal, además de la comunidad de monjes, el monasterio de San Millán de Yuso es la sede oficial de las siguientes instituciones:
[editar]Fundación San Millán
En un acto presidido por su alteza el Príncipe de Asturias, nace el 8 de octubre de 1998 en el Salón de la Lengua la Fundación San Millán. Tiene su sede en el mismo monasterio de Yuso y está patrocinada por el Gobierno de La Rioja, consciente del compromiso cultural, filológico y moral que comportaba la concesión del título de patrimonio de la humanidad. Es la encargada de velar por la protección del enclave emilianense, de conservar su riqueza arquitectónica, histórica y filológica, y de promover la investigación de los orígenes del español.
[editar]Centro de Investigación de la Lengua Castellana
La Fundación San Millán crea en una de las partes del monasterio de Yuso, el ala del cura y en el claustro de Santa Rita, las instalaciones principales del Centro de Investigación de la Lengua Castellana, el CILENGUA. Su objetivo es el estudio, la investigación del origen de la lengua y la conservación del patrimonio mundial de los monasterios de San Millán. Desarrolla su actividad a través de tres institutos: «Los orígenes del español», «Historia de la lengua», y «Biblioteca hispánica», dirigidos por Claudio García Turza, José Antonio Pascual, y Pedro Cátedra.
Asociación de Amigos de San Millán
Cruz de San Millán. Emblema de la Asociación Amigos de San Millán.
Asociación de utilidad pública, sin ánimo de lucro nacida en 1974 con la finalidad de prestar apoyo intelectual, económico o material a los religiosos de la Orden de Agustinos Recoletos del Monasterio de San Millán de Yuso. Si bien la Asociación tiene un carácter civil, sus miembros quedan vinculados espiritualmente al monasterio de San Millán, como bienhechores. Se han destacado a lo largo de estos años por ser los primeros en trabajar y promover todo lo relacionado con San Millán, y especialmente con el Monasterio de Yuso. Tienen su sede en el mismo Monasterio de San Millán de Yuso.
[editar]Visitas ilustres
[editar]Casa Real
El 14 de noviembre de 1977, año santo emilianense, culminan los actos del Milenario de la Lengua Española, con la presencia de sus majestades D. Juan Carlos y Dña. Sofía en uno de sus primeros actos oficiales como reyes de España.
En 1992 inauguran el Aula de la Lengua.
El 8 de octubre de 1998, en el Salón de la Lengua del Monasterio de Yuso, en un acto presidido por su alteza el Príncipe de Asturias, tenía lugar la constitución de la Fundación San Millán.
El 15 de octubre de 2001, tercera visita de su Alteza Real el Príncipe de Asturias.
El 13 de octubre de 2004, los Príncipes de Asturias presiden la sesión extraordinaria de las Academias Española, Americana y Filipina.
El 9 de abril de 2008, Doña Letizia inaugura el Congreso sobre el lenguaje de los jóvenes.
[editar]Otros visitantes
El 21 de agosto de 2007, Jimmy Carter, ex presidente norteamericano.
En octubre de 2006, José Luis Rodríguez Zapatero, presidente del Gobierno de España.
[editar]Referencias
↑ Hergueta y Martín, Domingo (1906). «V, Traslación de las reliquias de San Felices desde el castillo de Bilibio al Monasterio de San Millán de la Cogolla en 1090». En Unidad de cultura de la Excma. Diputación de Logroño. Noticias históricas de la muy noble y muy leal ciudad de Haro (1979 edición). Logroño: Ochoa. pp. 87. DL LO-271-1979. ISBN 84-735-9062-7.
[editar]Bibliografía consultada
Colección de cantorales del monasterio.
OLARTE, Juan B. Monasterio de San Millán de la Cogolla. Suso y Yuso. Editorial Edilesa, 2005. ISBN 84-8012-4092-4.
OLARTE, Juan B. España en ciernes o la vida de San Millán. Editorial Edilesa, 1998. ISBN 84-8012-205-6.
BANGO, Isidro. Emiliano, un santo de la España visigoda, el arca románica de sus reliquias. Fundación San Millán, 2007. ISBN 978-84-935340-5-9.
NIETO, Juan Ángel. Glosas Emilianenses. Cuna de la Lengua Castellana. Editorial Edilesa, 2007. ISBN 978-84-8012-585-7
OLARTE, Juan B. "La luz equinocial en el templo de San Millán de Yuso". Piedra de Rayo. Revista riojana de cultura popular, nº 9, 70-74.
PRADO GARCÍA, Nicolás. Cardenal Aguirre. De la celda a la púrpura. Fundación Universitaria Española, Madrid 2004. ISBN 84-7392-545-9.
Monasterio de San Juan de Ortega
Pasada la Zona de Oca, el Camino de Santiago avanza por parajes con aroma de montaña, prados y manzanilla, hasta llegar a San Juan de Ortega, uno de los puntos más caractetísticos del trayecto, favorecido por reyes, nobles y eclesiásticos, que intentaron convertir un lugar inhóspito y peligroso en refugio seguro.
Este fue el lugar de retiro de Juan Velázquez, San Juan de Ortega, a la vuelta de Palestina. Era un punto especial, donde los peregrinos pasaban penalidades a causa de los ladrones. Aquí decidió construir una iglesia y una casa de acogida, que aún conserva el ambiente religioso y espiritual.
Pese a la acción de los bandidos, que le ultrajaban y destruían una y otra vez los muros que levantaba, el eremita acabó su obra, protegido por Doña Urraca y Alfonso VII.
Aquí exhibió el santo las reliquias traídas de la Tierra Santa, correspondientes a San Esteban, San Donato, San Nicolás, San Ambrosio, Santa Bárbara y Santiago.
El bondadoso Juan trajo también una lengua de los Santos Inocentes, un Lignun Crucis, y uno de los cráneos de las once mil virgenes; bagaje amplio, pío y, para la mentalidad de nuestros siglo, un tanto macabro.
El lugar, donde fue enterrado el crédulo y afanado santo constructor, ha sido siempre punto de oración. La reina Isabel acudió en 1.475 ante su sepulcro, para remediar su falta de hijos, tras siete años sin sucesión. Al año siguiente tuvo un heredero al que puso de nombre Juan, en tanto que otro después parió a una niña, bautizada como Juana. ¡Vive Dios, que no esforzó la mente la soberana, para elegir nombres!.
Otro ilustre visitante del lugar fue el papa Adriano VI, que estuvo como canónigo en Burgos. Cuando salió para Roma visitó este santuario, y dejó su pectoral guardado en un relicario, con dos espinas de la corona del Salvador, a cambio de un brazo del crucifijo de marfil que el rey Alfonso VII había regalado al santo.
El conjunto urbano es absolutamente evocador. Por su ubicación apartada, pervive en él un ambiente de peregrinación. Los edificios están restaurados. La iglesia monástica, con cabecera románica del siglo XII no fue finalizada hasta el XV. Tiene un magnífico baldaquino gótico, atribuido a Juan de Colonia, que cobija el sepulcro y estatua yacente del santo, al parecer de Gil de Siloé.
Existen otras dependencias monásticas de interés, entre ellas los claustros y la capilla de San Nicolás de Bari, la primera fundación. La edificación actual fue rehecha por mandato de Isabel la Católica, a quien le pareció pobretón el templo que erigió San Juan de Ortega.
El Milagro de la luz. Entre las curiosidades destacables de este lugar cabe recordar la existencia de un capitel, el de la Anunciación, iluminado por un rayo de luz de sol en los equinoccios de primavera y otoño, hacia las cinco de la tarde (hora solar).
Es el milagro de la luz. Cada 21 de marzo y 22 de septiembre, un rayo de sol del atardecer penetra por la ojiva de la fachada e ilumina el capitel de la izquierda del ábside, donde está la escena de la Anunciación. Luego se posa en la del Nacimiento y por último en la de la Adoración de los Magos. El efecto apenas dura diez minutos, pero son suficientes para que los numerosos asistentes, congregados para contemplar el fenómeno climático-arquitectónico sientan una emoción especial.
Famoso era el enclave de San Juan de Ortega por su generosa acogida, destacada aún más por cuanto corresponde a una tierra montañosa y desolada donde abundaba la delincuencia en mayor grado que la riqueza.
Este fue el lugar de retiro de Juan Velázquez, San Juan de Ortega, a la vuelta de Palestina. Era un punto especial, donde los peregrinos pasaban penalidades a causa de los ladrones. Aquí decidió construir una iglesia y una casa de acogida, que aún conserva el ambiente religioso y espiritual.
Pese a la acción de los bandidos, que le ultrajaban y destruían una y otra vez los muros que levantaba, el eremita acabó su obra, protegido por Doña Urraca y Alfonso VII.
Aquí exhibió el santo las reliquias traídas de la Tierra Santa, correspondientes a San Esteban, San Donato, San Nicolás, San Ambrosio, Santa Bárbara y Santiago.
El bondadoso Juan trajo también una lengua de los Santos Inocentes, un Lignun Crucis, y uno de los cráneos de las once mil virgenes; bagaje amplio, pío y, para la mentalidad de nuestros siglo, un tanto macabro.
El lugar, donde fue enterrado el crédulo y afanado santo constructor, ha sido siempre punto de oración. La reina Isabel acudió en 1.475 ante su sepulcro, para remediar su falta de hijos, tras siete años sin sucesión. Al año siguiente tuvo un heredero al que puso de nombre Juan, en tanto que otro después parió a una niña, bautizada como Juana. ¡Vive Dios, que no esforzó la mente la soberana, para elegir nombres!.
Otro ilustre visitante del lugar fue el papa Adriano VI, que estuvo como canónigo en Burgos. Cuando salió para Roma visitó este santuario, y dejó su pectoral guardado en un relicario, con dos espinas de la corona del Salvador, a cambio de un brazo del crucifijo de marfil que el rey Alfonso VII había regalado al santo.
El conjunto urbano es absolutamente evocador. Por su ubicación apartada, pervive en él un ambiente de peregrinación. Los edificios están restaurados. La iglesia monástica, con cabecera románica del siglo XII no fue finalizada hasta el XV. Tiene un magnífico baldaquino gótico, atribuido a Juan de Colonia, que cobija el sepulcro y estatua yacente del santo, al parecer de Gil de Siloé.
Existen otras dependencias monásticas de interés, entre ellas los claustros y la capilla de San Nicolás de Bari, la primera fundación. La edificación actual fue rehecha por mandato de Isabel la Católica, a quien le pareció pobretón el templo que erigió San Juan de Ortega.
El Milagro de la luz. Entre las curiosidades destacables de este lugar cabe recordar la existencia de un capitel, el de la Anunciación, iluminado por un rayo de luz de sol en los equinoccios de primavera y otoño, hacia las cinco de la tarde (hora solar).
Es el milagro de la luz. Cada 21 de marzo y 22 de septiembre, un rayo de sol del atardecer penetra por la ojiva de la fachada e ilumina el capitel de la izquierda del ábside, donde está la escena de la Anunciación. Luego se posa en la del Nacimiento y por último en la de la Adoración de los Magos. El efecto apenas dura diez minutos, pero son suficientes para que los numerosos asistentes, congregados para contemplar el fenómeno climático-arquitectónico sientan una emoción especial.
Famoso era el enclave de San Juan de Ortega por su generosa acogida, destacada aún más por cuanto corresponde a una tierra montañosa y desolada donde abundaba la delincuencia en mayor grado que la riqueza.
viernes, 26 de abril de 2013
Mis datos en Internet
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Donde se pueden comprar mis novelas:
Cinco de las novelas se publicaron en la editorial de Indiana, EE.UU., Palibrio. Concretamente se trata de: EL PROFESO, ASESINATO EN EL LETRÁN, MUERTE DE PROFESOS, EL PROFESO EN EL TÍBET y EL CONFALONIERO, además del libro de antropología ORIENTALIA.
Todos los libros se pueden adquirir en tres formatos: tapa dura, tapa blanda y digital.
Se encuentran en Internet en las siguientes páginas web:
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www.books.google.es/
Además se encuentran por medio de los principales buscadores como Google, Bing, Yahoo, etc.
Mi libro de historia RETRATOS, anécdotas y secretos de los linajes Borja, Téllez-Girón, Marescotti y Ruspoli se puede encontrar en un único formato de papel A4 con tapa blanda:
www.marcialpons.es/
eyp@eyplibros.es
www.hidalgosdeespana.com/
www.books.google.es/
Todos los libros se pueden adquirir en tres formatos: tapa dura, tapa blanda y digital.
Se encuentran en Internet en las siguientes páginas web:
www.carloemanueleruspoli.com/
www.palibrio.com/
www.amazon.es/
www.barnesandnoble.com/
www.books.google.es/
Además se encuentran por medio de los principales buscadores como Google, Bing, Yahoo, etc.
Mi libro de historia RETRATOS, anécdotas y secretos de los linajes Borja, Téllez-Girón, Marescotti y Ruspoli se puede encontrar en un único formato de papel A4 con tapa blanda:
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Próximamente publicaré, siempre con la R.A.M.H.G. otro libro de historia acerca del linaje de Saboya, Bellegarde de Saint Lary
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