Todo sobre el Bailío y Gran Prior de Pisa Fray Gian Galeazzo Ruspoli de la milenaria Orden de san Juan de Jerusalén, denominada hoy simplemente como Orden de Malta. |
El
aspecto físico de Gian Galeazzo Ruspoli impacta a quien le ve por primera vez.
Es alto, delgado, esbelto y de maneras elegantes. La distinción que caracteriza
su forma de caminar queda reforzada por sus trajes, siempre negros y confeccionados
a medida, por las diestras manos de un sastre italiano. Ninguna facción del caballero
Profeso pasa inadvertida. Sus ojos, de un penetrante color gris azulado parece
que irradian luz por sí solos. Y su cabello, de un rubio plateado y resplandeciente,
contrasta con la oscuridad de su atuendo. Tiene el aspecto, en todas las novelas
posteriores a la primera donde se relatan sus primeros años, que recuerda al triste
hidalgo Don Quijote de la Mancha de Cervantes, es decir un hombre que ronda los
cincuenta años de complexión recia, seco de carnes, enjuto de rostro; gran
madrugador, amigo de la oración, la meditación, la caza, las artes
marciales y de la buena condición
social. Como dicta su abolengo, los modales y gustos de Gian Galeazzo Ruspoli son
distinguidos. Sus pies sólo calzan zapatos elaborados en la mítica zapatería
artesanal Sebago, que encarga directamente en New England cuando se encuentra
en la época adecuada. Asimismo, su paladar es refinado y exigente, por lo que a
veces encarga que le manden manjares exclusivos cuando está investigando un
caso en cualquier parte del mundo. Y conoce los buenos vinos como un gran sumiller.
Vaya
donde vaya, Gian Galeazzo Ruspoli se desplaza con los mejores medios a
disposición en la época en la que se encuentre. Cuando Gian Galeazzo Ruspoli sonríe,
cosa que sucede en raras ocasiones, algo en su interior permanece gélido e
insondable. Su voz es aterciopelada pero con la firmeza del cuero. Su
arrogancia no es gratuita. Gian Galeazzo Ruspoli ha estudiado tantas disciplinas
que su nivel intelectual supera el de todos los que le rodean: domina varias
lenguas, muertas o vivas, es experto en medicina, arte, literatura, artes
marciales y ciencias esotéricas, y un verdadero maestro en el arte de la
meditación. La vastísima cultura de Gian Galeazzo Ruspoli es inabarcable, pero
aun así, el Profeso continúa formándose e investigando sobre las más diversas materias.
Su
destreza, cultura, inteligencia y valentía han convertido a Gian Galeazzo
Ruspoli en un investigador letal e implacable y en un hábil manipulador de la
mente humana capaz de adoptar distintas personalidades. No obstante, ha conseguido
ganarse la confianza de sus fieles colaboradores, quienes creen a ciegas en las
habilidades y la pericia del investigador. Como todos los genios, Gian Galeazzo
Ruspoli tiene enemigos que le han marginado y perseguido, e incluso fue torturado,
casi muerto, esclavizado, condenado y en prisión. Aun así, quien trabaja con él
comprende de inmediato que se encuentra ante un caballero Profeso sorprendente,
un investigador superdotado, una mente única, compleja y clarividente al
servicio de los necesitados y de la justicia.
Estas son las novelas históricas protagonizadas por
Gian Galeazzo Ruspoli y su hija Ginebra hasta el momento:
1.
El Profeso: 684 páginas en formato A5, 185.000 palabras.
Sinopsis: es la epopeya vivida por un caballero medieval de la Orden de San
Juan, Fray Gian Galeazzo Ruspoli, medico y cirujano, enviado al Hospital de
Jerusalén, ascendido a Bailío, luego a medico de la Casa Real, luego a Apóstol
de la Vera Cruz. Participó desde entonces en todas las batallas del Reino
Latino de Jerusalén contra los musulmanes, protegiendo la santa reliquia al
frente del ejército. Vivió grandes aventuras, desveló algunos de los mayores
secretos de la antigüedad, sufrió pruebas extremas. El relato de sus hazañas es
el resultado de las múltiples entrevistas del espíritu del guerrero antepasado
con el mismo autor de la obra. Abarca temas de religión, historia, política,
guerras, batallas, onírica, medicina, meditación, magia, esoterismo, viajes
astrales, superstición, locura, traiciones, torturas, reliquias, esclavos,
asesinos, amazonas, amor, etcétera, y catarsis final del protagonista que
regresa finalmente a su tierra de Toscana treinta años después de haberla dejado
por la Orden para tomar las riendas del Gran Priorato de Pisa. La novela
arranca desde la infancia hasta la madurez del protagonista.
2.
Asesinato en el Letrán: 511 páginas en formato A5, 95.100
palabras. Argumento: el Gran Prior y Bailío de Justicia, Fray Gian Galeazzo
Ruspoli se encuentra en Roma en el año 1188, acompañando a su Gran Maestre,
Fray Garnier de Naplouse procedente de Chipre, para presentar el nuevo Código y
los Estatutos de la Orden de San Juan adaptados a las nuevas circunstancias
tras las perdidas del Hospital de Jerusalén y de las Encomiendas de Tierra
Santa. Un suceso inesperado y de consecuencias imprevisibles trastoca su
estancia, el Arzobispo designado Baldwin de Canterbury, amigo personal del Gran
Maestre, que viajó en la galera de la Orden con ellos desde Pisa, ha sido
asesinado y han desaparecido las reliquias y los tesoros de incalculable valor
que el alto prelado llevaba consigo para Su Santidad, Clemente III. A los dos
hermanos de Justicia de la Orden se les encarga la resolución de este trágico
suceso, aparentemente sencillo, porque el principal sospechoso es otro hermano
de Orden y Capellán Conventual, que ha sido apresado huyendo cerca del palacio
de Letrán, lugar de los hechos. Sin embargo GG en su nueva responsabilidad de
investigador, se resiste a aceptar y confirmar esta culpabilidad porque hay
demasiados cabos sueltos, y muchos sospechosos envueltos en una trama en la que
se entremezclan horrendos crímenes del pasado, locos sueños de grandeza y
oscuras ambiciones de poder.
3.
Muertes de Profesos. 589 páginas en formato A5, 141.500
palabras. Sinopsis: El Gran Prior y Bailío de Justicia, Fray Gian Galeazzo
Ruspoli, durante sus oraciones diarias en la capilla del Gran Priorato de Pisa,
tras regresar de Roma donde pudo descubrir quién asesinó al arzobispo designado
de Canterbury, percibe la visión de un Ángel que le comunica que la Orden de
San Juan a la que pertenece necesita de sus servicios como monje guerrero e
investigador en el futuro. Sorprendido ante esta petición que abre nuevas
perspectivas a su vida, no puede evitar que la curiosidad se adueñe de él. El
Ángel le cuenta entonces la historia de la Orden de Malta y sus cinco siglos de
lucha encarnizada contra el Islam. Pero añade que su carácter militar acabó a
principios del siglo XIX con la pérdida de sus últimas posesiones territoriales
del archipiélago Maltés. La Orden había olvidado por completo su faceta militar
y se había centrado desde entonces en sus obras hospitalarias, religiosas y
culturales. Sin tener un adecuado cuerpo de seguridad, se encuentra inerme y no
puede oponerse a una complicada trama que podría acabar en primer lugar con la
vida de algunos de sus ilustres caballeros profesos investigadores de la
historia de Jesús y de confirmarse sus investigaciones podría minar los
cimientos de hasta la misma Iglesia. Pero antes de todo el Ángel le pone al
corriente de los cambios en el mundo debido al progreso, para que no se
encuentre desfasado y pueda manejarse perfectamente en una época diferente.
Gian Galeazzo acepta dichoso e ilusionado ante el reto, comunica al Ángel que
su vida está al servicio de Dios y se ve al instante proyectado hacia el año
2.000, ocho siglos después de la época en la le tocó vivir. Tiene que luchar
con relación a los servicios secretos israelíes, palestinos, vaticanos, la
sociedad secreta San Pío V y sobre todo contra el relajamiento de las
costumbres de la Orden dividida entre sus loables y enconados esfuerzos hacia
los necesitados y sus señores los enfermos, mientras muchos de sus dirigentes
se dedican a una vida mundana donde sobre todo prevalece la pedantería y la
vanidad. Las normas se han relajado y ya no existe la dura selección que la
Orden exigía antaño a sus aspirantes y novicios. Su Gran Maestre Fray Andrew Bertie
es un agradable señor inglés, antiguo profesor de catequismo y virtual experto
en artes marciales, que vive tranquilamente dedicando la mitad del año a sus
descansos y reposos y no quiere que su rutina se altere bajo ningún pretexto.
Los historiadores profesos encontrarán datos inquietantes que podrían
cuestionar la divinidad de Jesús sobre la que se basan los cimientos de la
iglesia. Por ello la Iglesia tiene sumo interés en silenciar todo lo que
contradiga a la doctrina oficial que defiende desde hace dos milenios. El
cardinal protector de la Orden convoca al Gran Maestre para que acuda a la
llamada del poderoso cardinal alemán prefecto de la congregación de Doctrina de
la Fe, quien gobierna por delegación de Su Santidad, un gran Papa de origen
polaco, los aspectos espirituales y hasta temporales de la Iglesia. Este es por
lo tanto el peligroso marco donde se desarrollará la labor del Profeso quien
deberá aportar todas sus virtudes y habilidades para evitar un desenlace
trágico. ¿Logrará Gian Galeazzo llevar a cabo su misión celestial? ¿Cambiará la
historia de la Iglesia? La acción se desarrollará en tiempos distintos. Por un
lado la vida de Jesús y sus apóstoles en su época y después de su muerte, por
otro la contemporánea a la acción de Gian Galeazzo, pasando por la historia
intermedia, siguiendo la pista a ciertos datos a través de la historia y los
siglos, donde intervendrán hasta los caballeros del Temple.
4.
El Profeso en Tíbet. 931
páginas en formato A5, 200.600 palabras. Sinopsis: Acudiendo a una petición de
ayuda astral formulada personalmente por el Dalai Lama, el Gran Prior y Bailío
de Justicia Fray Gian Galeazzo Ruspoli tendrá que viajar a unos monasterios
remotos del Tíbet para esclarecer una amenaza de tiempos lejanos y enfrentarse
a un enemigo que nadie nunca ha visto. El robo de un artefacto único y
misterioso, tendrá que ser resuelto por el Gran Prior de Pisa acompañado por
Lobsang Daizin, un Lama médico. Las peripecias sufridas por Fray Gian Galeazzo
van desde un atentado con bomba sufrido que casi le cuesta la vida, hasta la
persecución implacable del ejercito rojo chino y de otras grandes aventuras.
¿Logrará Fray Gian Galeazzo cumplir con la ardua petición de ayuda del Dalai
Lama? ¿Por qué Gian Galeazzo siempre está disponible para ayudar siempre de
forma desinteresada a las causas justas? Uno de los grandes e inquietantes
secretos acerca de la vida de Jesús encontrará también una explicación en este
libro. En la novela hay una introducción con una descripción de las principales
características de la religión y cultura tibetana a fin de agilizar la comprensión
de su lectura. El autor, Carlo Emanuele Ruspoli, un historiador y estudioso
hechizado por su extraordinaria religión y cultura milenaria, reclama la
devolución del Tíbet a los Tibetanos. En la novela hay un glosario y
explicaciones para facilitar al lector una comprensión de la religión y cultura
tibetana.
5.
El Profeso y el diablo: 594
páginas en formato A4, 181.000 palabras. Sinopsis: La policía de homicidios de
Nueva York solicita al Arzobispo Monseñor Timothy Dolan de la diócesis
metropolitana la colaboración de un investigador de la Iglesia Católica por las
peculiaridades observadas en unos asesinatos que parecen obra de Lucifer. El
Arzobispo no dispone de nadie que pueda ayudar pero oyó hablar en los ambientes
de la curia vaticana de un hombre extraordinario en la Orden de San Juan, un
Profeso, así que llama al Presidente de la Asociación Norteamericana de la
Orden de San Juan, Fray Edward Mac Pherson para solicitar su ayuda. Mac Pherson,
cuya vida había salvado el Gran Prior y Bailío de Justicia Fray Gian Galeazzo
en Roma unos años antes, se pone en contacto con su gran amigo y hermano de
Orden, utilizando el sistema que le había sugerido entonces Gian Galeazzo, es decir
mediante los lamas del Kadampa
Meditation Center de Nueva York, ubicado en medio de 82 acres en el precioso
valle del río Delaware en Glen Spey, a unas dos horas en coche de Nueva York y
a tan solo unos minutos de las fronteras de Nueva Jersey y Pensilvania. Pero
además de dedicarse a la oración y a la enseñanza, los lamas han desarrollado
un sistema de meditación trascendental cuántica que permite trasladar personas
en el espacio y en el tiempo. De esta manera traen a petición de Fray Mac
Pherson a Fray Gian Galeazzo Ruspoli que deberá enfrentarse a la inexplicable
muerte de un famoso crítico de arte. Esta vez le acompañará el detective de
origen italiano de la policía neoyorkina asignado al caso. El cuerpo del
asesinado se encontró en una habitación cerrada con llave desde dentro, con la
marca de un crucifico grabada a pecho sobre su pecho, la huella de una garra en
la pared y un insoportable olor a azufre. ¿Será obra del diablo? La
investigación le llevará de vuelta a su tierra de Toscana donde Gian Galeazzo
se verá obligado a enfrentarse con fuerzas desconocidas hasta ser víctima y
padecer una venganza abominable. Y no está nada claro que consiga sobrevivir…
6.
El Profeso y el
emperador: 406 páginas en formato A4.
138.000 palabras. Sinopsis: Tras regresar de una estancia en
Italia, completamente restablecido, Gian Galeazzo se encuentra con su hija Ginebra
en la casa gótica de la familia Ruspoli en Nueva York. Ginebra está catalogando
la importante biblioteca Ruspoli de unos 100.000 volúmenes incluyendo
incunables, pergaminos, documentos y cartas antiguas. En ese momento su hija
está estudiando los tomos de la historia del Imperio Romano centrada con la
crisis del siglo III y somete a su padre a una pregunta inquietante.
¿Conseguirán los persas frenar la expansión del mundo cristiano con su
invasión? ¿Afectará al imperio romano quien proclamará el cristianismo con el
edicto de Milán en el año 313 como
religión oficial solo dos generaciones después? En
Anatolia, año 269 d.C.: el emperador ilirio Claudio II el Gótico se encuentra
cercado por los persas en la ciudad de Edesa. Decidido a lograr un acuerdo con
sus enemigos, sale de las murallas acompañado de su guardia, al mando de
Aureliano; pero los persas, traicionando la inmunidad de los negociadores,
apresan a los romanos y los obligan a hacer trabajos forzados en una mina. Gian
Galeazzo decide entonces acudir a la ciudad de Edesa para intentar salvar al
emperador disfrazado para la ocasión como una rencarnación de Rómulo, el
fundador de Roma con Remo, hijo del dios mitológico Marte y nieto de Júpiter.
Pero al darse cuenta que es probable que tuviera que ayudar a los romanos en
caso de que no consiguiera evitar el engaño hacia el que iban encaminados de
forma inexorable, decide optar por un disfraz que sirva para poder estar con la
oposición. Se decide por ser el príncipe Songtsen, hijo del rey Nyatri
Tsenpo para los persas. Ese rey fue el
fundador del reino de Yarlung, que es el nombre tibetano del río Brahmaputra,
que nace del monte sagrado Kailash, en el Tíbet occidental y fluye paralelo al
Himalaya en un valle muy largo. Junto con Aureliano y sus hombres que logran
escapar de los trabajos forzados y burlar a sus perseguidores, también gracias
a la ayuda de otro extraño personaje. Este procede de un remoto país, del que
Aureliano apenas había oído hablar antes: China, el Imperio del Centro. China,
con sus bellos paisajes, sus extrañas costumbres y sus técnicas de lucha, tan
sorprendentes como eficaces, fascina a Aureliano, y más aún después de
enamorarse de Fan Bingbing, su guía en el mágico y misterioso país. Las
aventuras de los tres, los contrastes de sus culturas, sus amores, son la base
de esta vibrante y cautivadora novela, en la que la aventura se conjuga con los
sentimientos y con una historia que, no por ser sorprendente y poco conocida,
es menos real. La legión perdida de Craso, o simplemente la legión perdida, es
el nombre con que se conoce a una hipotética legión romana compuesta por parte
de los cerca de 10.000 legionarios hechos prisioneros tras la batalla de Carras
por los partos en el año 53 a. C. Esta legión, «perdida» para los historiadores
romanos, reaparecería supuestamente en las crónicas chinas en el año 36 a C.
Durante la época del agitado triunvirato de Julio César, Pompeyo y Craso, éste
último se hizo cargo de la campaña contra los partos y avanzó por la actual
Turquía al frente de un imponente ejército de 42.000 soldados; los romanos que
lidera están compuestos por siete legiones, 4.000 arqueros y 4.000 jinetes
galos, y se creen capaces de escarmentar a la temida caballería parta, que es
el cuerpo principal del ejército enemigo. Pero éstos fueron derrotados en
Carras (la actual Harrán, Turquía) por el ejército parto, siendo humillado el
ejército más poderoso del mundo de entonces, dieron muerte al triunviro Craso e
hicieron prisioneros a más de 10.000 de sus soldados. A caballo entre la
realidad y la leyenda, se sabe por Plutarco y Plinio el Viejo que estos hombres
fueron conducidos al extremo oriental del Imperio parto, en la antigua
Bactriana (el actual Afganistán), siendo la mayoría esclavizados o condenados a
trabajos forzados. Pero los partos conservaron algunas unidades dispuestas a
seguir combatiendo a cambio de no ser condenados a muerte o a la esclavitud.
Así, una parte de la legión cautiva fue mandada a las proximidades del río Oxus
(hoy Amu Daria) en la Bactriana (el actual Turkmenistán) para luchar contra los
hunos, desapareciendo allí su rastro. El caso es que, tras la firma de la paz
entre romanos y partos en el año 20 a. C., se estableció el retorno de los
prisioneros, pero ya entonces se desconocía totalmente dónde estaban los
efectivos supervivientes de las derrotadas legiones de Carras, pese a los
esfuerzos que se dedicaron a su recuperación de los soldados apresados. La
hipótesis de Liqian. En 1955, el historiador y sinólogo estadounidense Homer
Hasenpflug Dubs, en una conferencia impartida en Londres titulada «Una ciudad
romana en la antigua China», afirmó haber encontrado el destino de estos
legionarios, encajando los datos de Plutarco y Plinio el Viejo con las crónicas
históricas de la dinastía Han, que reinó en el Imperio Han de China entre los
años 25 y 220 de nuestra era. Según
este investigador, la legión perdida reaparece en las crónicas chinas de la
dinastía Han en el año 36 a. C. En ese año el general Gan Yanshou emprendió una
campaña militar en los territorios fronterizos occidentales, la actual
provincia de Xinjiang, contra los nómadas xiong nu, antecesores de los hunos,
por Bactria y el río Oxus. Las crónicas de esta campaña, que nos ha llegado a
través del historiador y biógrafo del general chino Gan Yanshou, Ban Gu, que
participó en aquella contienda, han hecho pensar a algunos expertos que los
defensores de la ciudad de Zhizhi (actual Dzhambul, cerca de Taskent, en Uzbekistán),
eran miembros de la legión perdida. En ellas se menciona una batalla librada
por esta ciudad entre el ejército chino y un extraño contingente constituido
por soldados veteranos, muy disciplinado y protegido en una fortaleza de madera
de forma cuadricular que protegía el asentamiento. Se señala que éstos usaban
fortificaciones de empalizadas rectangulares2 y que entraban en combate
perfectamente organizados («alineados y desplegados en una formación como de
escamas de pescado») en la puerta de la ciudad, lo que recuerda a la testudo
romana, en la que los infantes se protegen unos a otros formando con los
escudos una especie de coraza. La ciudad de Zhizhi fue tomada finalmente y los
1.000 prisioneros extranjeros fueron deportados a China y asentados en la ubicación
de la actual Yongchang (provincia de Gansu, China), en el desierto del Gobi,
para proteger las fronteras del imperio chino y a sus habitantes de las
incursiones tibetanas. Pero el antiguo nombre de Zhelaizhai, que se encuentra
en la provincia de Gansu, ha terminado por sacar a la luz al cabo de dos mil
años la historia de la legión perdida. El nuevo lugar en que fueron asentados
los prisioneros fue llamado por decreto imperial Li-Jien o Liqian; el topónimo,
documentado por primera vez en el año 5 d. C., no es sino una variante china de
«Legión», un nombre que además era el usado por los chinos para referirse a
Roma desde que los antiguos chinos tuvieron noticias de su opulencia y poder a
través de sus comerciantes en Alejandría. Además, llama la atención este
topónimo pues era extremadamente raro que los chinos diesen a sus ciudades
nombres extranjeros. Años más tarde, siguiendo la tendencia confuciana a la
rectificación de los nombres, el lugar fue renombrado como Jie-lu, que
significa "cautivos". Algunos creen que los descendientes de este
contingente fue derrotado y arrasado en el siglo VIII por tropas tibetanas, que
en aquel entonces eran mercenarios terribles, auténticos señores de la guerra,
pero los estudios genéticos hechos en Li Jian dan pie a pensar otras cosas. En
2001 los diarios Los Angeles Times y L'Express sacaron a la luz unos datos que
identificaban un poblado remoto como punto final de la aventura de los
legionarios de Craso, demostrando importantes diferencias físicas entre los
nativos de la zona y el resto de los chinos. Desde entonces, los análisis de
ADN realizados por la Universidad de Lanzhou confirman que un 46 por ciento de
los habitantes de Zhelaizhai -entre los que hay ciudadanos con ojos azules y
verdes, pelos rizados y o de color castaño y pelirrojo, y gente con narices
aguileñas- mostraban una curiosa afinidad genética con poblaciones europeas,
según informó el semanario francés. Hace años se encontraron en torno a cien
esqueletos de hace más de mil años con una altura promedio superior a los 180
centímetros. A pesar de que la existencia de la legión perdida pueda estar más
allá del mito, la realidad es que, aun con las posibles evidencias bibliográficas;
los análisis de ADN realizados a la población y los restos romanos encontrados
en excavaciones arqueológicas (monedas, cerámica, cascos y una gran piedra
cúbica que alberga misteriosos restos de estilo occidental. También se sabe de
restos de una fortaleza, con 30 metros de longitud y medio de alto, que según
los nativos hasta hace poco más de 30 años, medía más de 100 metros de longitud
y era mucho más alta), no existen certezas concluyentes de presencia romana
durante este periodo en la China imperial, teniendo en cuenta que Li-Jien fue
un puesto avanzado que estuvo localizado dentro de la antigua ruta de la seda.
7.
El Profeso y la monja: 393 páginas en formato A4. Más de 114.500 palabras. Novela presentada al premio de
novela histórica ALFONSO X EL SABIO de 2013. Sinopsis:
La acción de la presente novela tiene lugar sobre el amplio telón de fondo de
la intervención inglesa en España, mientras los hijos del rey Eduardo se
preparaban para marchar a Castilla y restaurar a don Pedro el Cruel en el
trono. El incidente permite echar un vistazo a la maquinaria económica de la
guerra. Los combates intermitentes de la Guerra de los Cien Años tuvieron lugar
en suelo francés y los soldados que participaban en ellos no eran miembros de
un ejército regular, asalariado en la guerra y en la paz, ni eran todos
ingleses; esencialmente eran mercenarios, pagados sólo durante las campañas
activas. Cuando los mandos ingleses se retiraron, muchos de estos soldados
fueron abandonados para que encontraran el camino de vuelta como mejor
pudieran. Algunos de ellos, que en su patria chica no tenían que esperar más
que la pobreza o la servidumbre, o le habían cogido gusto a vivir en el
extranjero en las compañías del Príncipe Negro, decidieron quedarse en el
continente. Formaron compañías organizadas, llamadas compañías blancas y
merodearon por los campos franceses tomando fortalezas y formando mafias de
protección, mudándose cuando habían agotado los recursos de una zona. Aunque
eran ingleses, bretones, españoles, alemanes y gascones, sus capitanes casi
siempre eran ingleses. Y los jóvenes ingleses, al enterarse de la fortuna y
reputación hechas en estas compañías, veían en ellas una carrera potencial,
como hace Roger en esta novela. Hay algunos que más adelante se volvieron
héroes de Francia fueron arrastrados a estas compañías al comienzo de sus carreras.
El bretón Bertrand du Guesclin maduró su técnica de guerra de guerrillas entre
los mercenarios. Comprensiblemente, el pueblo de Francia quería que su rey los
librara de aquellos mercenarios que aterrorizaban los campos. Y en 1365 el rey
Carlos de Francia vio un modo de hacerlo. Enrique de Trastámara, abanderado de
la nobleza castellana, pidió al rey Carlos que lo ayudara contra su medio
hermano don Pedro el Cruel, que quería aumentar el poder real y limitar el de
la nobleza, apoyándose en los campesinos y comerciantes. Carlos estaba
predispuesto contra Pedro, pues se decía que éste había mandado asesinar a su
esposa, una princesa francesa, poco después de divorciarse. El papa había
excomulgado a Pedro como enemigo de la Iglesia; no ayudó que se hubiera hecho
amigo de un rey moro de Granada. Así, alentado por el papa, el rey Carlos pidió
a Bertrand du Guesclin, al que había nombrado caballero, que reuniera a las
compañías blancas y las condujera al otro lado de los Pirineos para expulsar a
Pedro y poner en su lugar al Trastámara. La maniobra fue un éxito. Pero Pedro
no tenía intención de aceptar calladamente la derrota: se volvió hacia
Inglaterra en busca de ayuda del Príncipe Negro para recuperar su corona,
ofreciéndole un cuantioso pago. Los ingleses estaban muy motivados para
mantener la poderosa armada castellana como aliada. El Príncipe Negro se
preparó en Aquitania y Juan de Gante, duque de Lancaster, empezó a reunir un
ejército de soldados y arqueros para apoyar la empresa. En la novela, Fray Gian
Galeazzo Ruspoli, quien había luchado a lado del primer duque de Lancaster,
Enrique de Grosmont, y había sido promovido a general por sus méritos, trabaja
con sus antiguos conmilitones Doyle y Looper para desarrollar un método eficaz
de preparar a los arqueros que necesita el hijo del rey, Juan de Gante. No
sabemos hasta qué punto Charles Douglas[2]
fue espía; a comienzos de la década de 1360-1370 estudió derecho y contabilidad
en los Inns of Court y quizá también
sirvió un tiempo en el ejército de Lionel en Irlanda. Hacia 1367 era caballero
de la Casa Real; a finales de aquel año la muerte de Blanche de Lancaster
inspiró su primer gran poema, The Book of the Duchess. Respecto de su
misión en Navarra he seguido la interpretación que da Donald R. Howard del
salvoconducto conservado en los archivos de Pamplona, que autorizaba al poeta
a «entrar, permanecer, trasladarse y salir». En pleno
verano de 1355, una joven monja llamada Hyacintha[3] muere
víctima de las fiebres de la ciudad de Beverley[4], siendo
enterrada inmediatamente por medio a que se extienda la peste. Un año más
tarde, una mujer que afirma ser la monja Hyacintha resucitada, aparece en
público pregonando historias delirantes sobre milagros y reliquias. Tras la
aparición de esa atormentada figura acontecen una serie de muertes misteriosas
y el arzobispo de York, intranquilo, le pide al comendador de la Orden de San
Juan de la encomienda local un investigador que pueda explicar los hechos. El comendador
se pone en contacto con Fray Gian Galeazzo Ruspoli para solicitar nuevamente su
ayuda, siendo la persona más adecuada para investigar resolver los misterios. Desde el
principio, imaginé a Hyacintha como un personaje ambiguo, según el modelo de
María Magdalena. Tal como la describe Susan Haskins en María Magdalena: mito y
metáfora, la santa había evolucionado de discípula y amiga de Cristo a prostituta
arrepentida que sufrió una larga penitencia como eremita en el desierto: de
hecho, en el siglo XlV las referencias a María Magdalena, la María de Marta y María
y la prostituta que lava los pies de Cristo habían sido combinadas en un único
símbolo y la María Egipcíaca del siglo V también había sido incluida en la
mezcla. Es la Magdalena de la medalla que pierde Hyacintha en la primera
escena, un regalo del hermano que adora. La medalla es un talismán de la buena
suerte. Sirve como recordatorio de que un personaje como Hyacintha no puede ser
analizado en términos modernos; su creencia en el poder protector de la medalla
es parte de su fe. Lo mismo puede decirse del remordimiento de Hyacintha por
haber robado una parte de la leche de la Virgen del convento. San Agustín se
jactaba de tener tal reliquia, muy popular en una época de gran devoción a la
Virgen María y el pueblo creía en el poder de esas reliquias, por las que hacía
peregrinaciones para recibir la gracia. Fray Gian
Galeazzo, quien ya colaboró anteriormente en aquella región con el anterior
duque de Lancaster, esta vez acompañado por su hija Ginebra, con la que se ha
establecido temporalmente en York[5],
comprando una casa con jardín para hierbas medicinales y creando una nueva
botica para devolver la salud al pueblo, acepta el encargo del arzobispo y ni
corto ni perezoso se desplaza a Leeds para entrevistarse con el espía del rey
Eduardo, Charles Douglas, quien le pone sobre la pista de un grupo de soldados
mercenarios sospechosos de intentar traicionar el rey por encargo de la
poderosa familia Wentworth. Mientras tanto, Ginebra Ruspoli procura que la
monja le explique la verdad y le confiese el terrible secreto que compartía con
su hermano. Armonizando con una elaborada
reconstrucción del siglo XIV con una intriga apasionante, El Profeso y la monja
es el séptimo de los casos resueltos por Fray Gian Galeazzo Ruspoli lleno de
colorido y de emoción. Formalmente hay que indicar que el siglo XIV comprende,
lógicamente, los años 1301-1400, ambos incluidos. Es sin duda uno de los más
nefastos de la historia de la humanidad, el siglo está marcado por las graves
plagas y las guerras que asolaron casi toda Europa. Entre 1315 y 1317 se
produjo la denominada Pequeña Edad de Hielo que acabó con miles de cosechas
causando miseria y hambrunas. A mediados de siglo, entre 1348 y 1355 hubo un
brote de peste bubónica, denominada «peste negra» que acabó con un tercio de la
población europea. Por si esto fuera poco, la muerte del último rey de la
dinastía de los Capetos en Francia, causó un conflicto europeo por la sucesión,
los franceses coronaron a Felipe VI de Valois, primo hermano del fallecido rey
capetingio. Pero como es normal, ninguno de los otros pretendientes al trono
quedaron satisfechos, Eduardo III, rey de Inglaterra y pretendiente legítimo al
trono de Francia, inició las hostilidades con Francia, dando inicio a la Guerra
de los Cien Años, la más duradera de la historia de la humanidad. En el resto
de Europa, seguirían los conflictos, en Castilla se produjo una guerra civil
por el trono, entre Pedro I de Castilla, apodado "El Cruel", contra
su hermanastro Enrique de Trastámara, el conflicto que mantenían Inglaterra y Francia
lo trasladaron a Castilla, apoyando uno a cada bando. Por otra parte, el
Imperio Otomano seguirá expandiéndose sobre todo a través de los Balcanes,
aunque con un muy reducido Imperio Bizantino que aún resistirá las acometidas
otomanas. Estos son los
acontecimientos relevantes del siglo:
Guerras y política
·
1320: Se produce la reunificación
de Polonia bajo el reinado de Ladislao I.
·
1328: Con la muerte de Carlos IV
de Francia, se da fin a la dinastía de los Capeto.
·
1336: Se funda el Imperio
Vijayanagara en el sur de la India.
·
1337: En Francia comienza la
Guerra de los Cien Años, con la pretensión del rey Eduardo III a la corona
francesa.
·
1340: La flota inglesa vence a la
francesa en la Batalla de Sluys.
·
1340-1396: Se producen las Guerras
Búlgaro-Otomanas.
·
1346: Los franceses son derrotados
en la Batalla de Crécy por los ingleses, en la primera gran batalla de la
Guerra de los Cien Años.
·
1351-1369: Estalla la Primera
Guerra Civil Castellana, entre Pedro I y Enrique de Trastámara, apoyado el
primero por Inglaterra y el segundo por Francia.
·
1356: Los ingleses vencen a los
franceses en la Batalla de Poitiers donde el propio rey Juan II cae prisionero.
·
1368: En China termina la dinastía
Yuan y comienza la dinastía Ming.
·
1372: Una flota castellana (aliada
de Francia) aniquila a una inglesa en la Batalla de La Rochelle.
·
1378: Se produce la revuelta de
los Ciompi en Florencia.
·
1381: En Inglaterra estalla la
rebelión de Wat Tyler.
·
1385: Se produce la fusión de
Polonia y Lituania bajo el reinado de Ladislao II.
·
1389: Se produce la Batalla de
Kosovo entre otomanos y serbios.
·
1396: En la Batalla de Nicópolis,
el sultán Bayaceto I vence a un ejército aliado de húngaros, franceses y valacos.
·
1397: Suecia, Noruega y Dinamarca
se reunifican en un solo reino mediante la Unión de Kalmar.
·
Ciencia y
tecnología
·
1326: Se inventa la primera arma
real de fuego en Florencia.
Religión
·
1305: El papa Agustín V traslada
la sede papal de Roma hacia Aviñón.
·
1307: Bajo las órdenes del rey
Felipe IV de Francia, un grupo de los llamados Caballeros Templarios fue
capturado y llevado a la Santa Inquisición para ser juzgado y condenado por
diversos crímenes en contra de la cristiandad.
·
1378: En Roma comienza el Cisma de
Occidente (la división del catolicismo).
Desastres
·
1315-1317: En Europa, una gran
hambruna mata a millones de personas. Provocada por el cambio climático de la
llamada Pequeña Edad de Hielo.
·
1348-1355: En Europa se produce un
brote de la peste negra, que mata a un tercio de la población europea.
Cultura
·
1325: los mexicanos fundan la
ciudad de México-Tenochtitlán en el centro del lago de Texcoco.
·
1364: se funda la Universidad de
Cracovia, más conocida como Universidad Jagellónica por Casimiro III de Polonia.
·
En la India se publica el libro
Samkhiasutra, que hasta el siglo XIX se atribuirá al mítico sabio Kapilá.
Personas destacadas
·
Bertrand du Guesclin (1314-1380):
general y condestable francés.
·
Carlos I Roberto de Hungría
(1288-1342): rey de Hungría.
·
Carlos II de Navarra (1332-1387):
rey de Navarra y pretendiente al trono de Francia.
·
Carlos IV de Francia (1294-1328):
rey de Francia, último rey de la dinastía Capeto.
·
Carlos IV de Luxemburgo
(1316-1378): emperador del Sacro Imperio Romano Germánico.
·
Casimiro III de Polonia
(1310-1370): rey de Polonia, último rey de la dinastía de Piastas.
·
Christine de Pisan (1364-1430): poetisa francesa.
·
Dante Alighieri (1265-1321): poeta
italiano.
·
Dmitri Donskói (1350-1389):
principe de Moscú.
·
Don Juan Manuel (1282-1324):
escritor castellano.
·
Eduardo III de Inglaterra
(1312-1377): rey de Inglaterra y precursor de la Guerra de los Cien Años.
·
Eduardo de Woodstock (1330-1376):
hijo del rey Eduardo III. Conocido como «El Príncipe Negro».
·
Enrique II de Castilla
(1334-1379): rey de Castilla.
·
Felipe VI de Francia (1295-1350):
rey de Francia, primer rey de la dinastía Valois.
·
Geoffrey Chaucer (1343-1400):
escritor, poeta y filósofo inglés.
·
Giotto di Bondone (1267-1337):
pintor, escultor y
arquitecto italiano.
·
Giovanni Boccaccio (1313-1375):
escritor y humanista italiano.
·
Gregorio XI (1336-1378): papa de
Roma, último papa del pontificado de Aviñón.
·
Guillaume de Machaut (1300-1377):
poeta y compositor francés.
·
Guillermo de Ockham (1288-1349):
filósofo inglés, monje franciscano.
·
Ibn Battuta (1304-1377):
explorador árabe.
·
Ibn Jaldún (1332-1406): filósofo,
historiador, economista y demógrafo árabe.
·
Isabel de Francia (1292-1358):
hija del rey Felipe IV de Francia y reina consorte de Inglaterra.
·
Juan de Mandeville (±1372):
escritor flamenco.
·
Luis I de Hungría (1326-1382): rey
de Hungría y Polonia.
·
Mansa Musa (1312-1337): rey del
Imperio de Malí.
·
Osmán I (1258-1326): líder de los
otomanos, fundador del Imperio Otomano.
·
Pedro I de Castilla (1334-1369):
rey de Castilla.
·
Francesco Petrarca (1304-1374):
lírico y humanista italiano.
·
Ricardo II de Inglaterra
(1367-1400): rey de Inglaterra.
·
Roberto I de Escocia (1274-1329):
rey de Escocia.
·
Simone Martini (1284-1344): pintor
italiano.
·
Tamerlán (1336-1405): fundador de
la dinastía Timúrida.
·
Zhu Yuanzhang (1328-1398):
emperador chino, fundador de la dinastía Ming.
8.
La hija del Profeso: 781 páginas en formato A4. Más de 272.000 palabras. Sinopsis: Durante un
tiempo Fray Gian Galeazzo Ruspoli fue incapaz de contarle a su querida hija
Ginebra[6]
la verdad sobre la obsesión que ha guiado parte de su vida. Ahora, entre sus papeles, ella descubre una
historia que comenzó con la extraña desaparición del mentor de Fray Gian
Galeazzo, el antiguo Gran Prior de Roma Fray Franz Lobstein que fue
anteriormente un importante profesor de historia en varias universidades, la
última en La Valletta, y que conoció gracias a su primer traslado en el tiempo[7].
Lobstein le atrajo hacia la vida académica, como una solución para educar
convenientemente a su hija en la era moderna, gracias a la capacidad que
atesora Fray Gian Galeazzo para desplazarse en el tiempo por medio de una
técnica de meditación cuántica aprendida del Dalai Lama[8]. La
amistad entre ellos fue consolidándose con el tiempo hasta el punto de que Gian
Galeazzo le eligió para que le dirigiera en el perfeccionamiento de su
preparación como profesor de historia de novicios en la Academia Internacional
y Universidad de La Valletta, Malta. Pero precisamente en La Valletta, Franz
Lobstein desaparece.
Y es precisamente allí donde se
encuentra con la mujer de su vida Ileana, hija de Lobstein, hacia la que paulatinamente
Gian Galeazzo va a sentirse atraído de forma irresistible. Tras las huellas de
su querido maestro, Gian Galeazzo recorrió antiguas bibliotecas en Estambul, en
Budapest, monasterios en ruinas en Rumanía, remotas aldeas en Bulgaria...
Cuanto más se acercaba a Lobstein, más se aproximaba también a un misterio que
había aterrorizado incluso a los poderosos sultanes otomanos y que aún hace
temblar a los campesinos de Europa del Este. Un misterio que ha dejado un
rastro sangriento en manuscritos, viejos libros y canciones susurradas al oído.
Para Gian Galeazzo y su hija llegar al final de la búsqueda puede significar un
destino mucho peor que la muerte. Porque a cada paso que dan, se convencen más de que él les está
esperando. Y en sus corazones, retumba una pregunta angustiosa... ¿qué pasará
entonces?
9.
El Profeso y el Grial: en preparación. Sinopsis: Esta novela,
novena de la saga el Profeso, abarca tres años de historia medieval. Ambientada
en el siglo XIII, va de una Sicilia bajo el dominio de Federico II, a la Europa
del Sacro Imperio Romano donde se cruzan en la guerra y en la paz la Iglesia,
el emperador, los caballeros del Temple,
los del Hospital y la secta de los Asesinos. El sitio de Montsegur[9]
es el decorado de las primeras páginas, donde se hallas los hijos del Grial
destinados a reconciliar las grandes religiones, según está escrito en un gran
plan secreto por el que ellos serán los reyes que restablezcan la paz en la
tierra. Con las tropas de Luis XI y del papa Inocencio III viene el caballero
de Justicia de la Orden de San Juan de Jerusalén Fray Gian Galeazzo Ruspoli, el
personaje principal y cronista de los
acontecimientos narrados en esta novela histórica. Fray Gian Galeazzo es
testigo de cómo el Prieuré, una orden
secreta al servicio del Grial, rescata a los hijos del Grial y hasta se ve
involucrado en los hechos y obligado a favorecer la fuga. Así comienza para
Fray Gian Galeazzo una fantástica y peligrosa odisea que lo lleva en primer
término a Marsella, donde los fugitivos le abandonan para refugiarse en el
territorio de Federico II. Tras una serie de peripecias inolvidables, Fray Gian
Galeazzo llega al palacio del Papa; vuelve a huir cuando se descubre que su
disfraz de cardenal ya no le sirve; y se gana la confianza de un antiguo
superior hospitalario, entonces al servicio de Federico II y vinculado al Prieuré que lo lleva a Otranto, donde
vuelve a encontrarse con los hijos del Grial. Pero Clo y Mara tampoco allí
están a salvo de los esbirros del papa, y la misión de ir dejando una pista
falsa recae en Fray Gian Galeazzo, quien ha de atravesar toda Italia y alcanzar
el sur de Alemania, en donde se unirá al nuncio papal-el cual viaja de Lyon
hacia el este para entrevistarse con el Gran Kan. El plan fracasa. Los elementos
naturales no son propicios: en medio de una tormenta la comitiva queda
diezmada, Fray Gian Galeazzo regresa a Otranto y recibe la noticia de que el
papa ha derrotado en Lyon y depuesto a Federico II. La novela acaba en
Constantinopla, y no será aquí donde el editor revelará el desenlace,
emocionante e inesperado. La historia y la ficción, ensambladas como rara vez
se lo ha logrado en la literatura, cobran dimensiones de pantalla gigante. Pero
lo sorprendente es que el complicadísimo intríngulis de tramas, propio de la época y generalmente incomprensible, cobra
transparencia en manos de Carlo Emanuele Ruspoli, y el lector no pierde la
ilación en ningún momento. Con técnicas narrativas cercanas a las de la
cinematografía -no por nada Carlo E. Ruspoli es primo tanto del actor Bart cómo
del productor Tao, ambos Ruspoli y hombres de cine - y procurando en todo
momento mantener ordenadas las infinitas piezas de este juego entre macabro y
apasionante, Carlo Emanuele Ruspoli logra una de las novelas más
estrepitosamente interesante de los últimos años, de lectura compulsiva y
extraordinariamente amena.
10.
Los Ruspoli y
los Borja (título provisional, en proyecto). Una novela ambientada
esta vez en la época del Renacimiento. Gian Galeazzo y su hija Ginebra
regentarán una librería en Roma donde se producirán las mayores intrigas de la
época producidas por los adversarios romanos del Papa valenciano Alejandro VI y
sus hijos concebidos con Vanozza Cattanei. Uno de ellos, Juan se enamorará de
Ginebra. Gian Galeazzo se verá mezclado en las batallas de la época, y hasta el
tribunal de la Inquisición aparecerá en esta novela.
Por
último hay que señalar otra novela histórica ambientada desde la edad media
hasta la moderna, El Confaloniero, cuyo personaje principal, Galeazzo Marescotti,
héroe de Bolonia, por sus extraordinarias virtudes, es el inspirador del
personaje de Fray Gian Galeazzo Ruspoli. Los Marescotti se entroncaron con los
Ruspoli en la edad moderna y los Ruspoli actuales descienden de ellos. Más que
una novela histórica se trata de historia novelada, porque la vida de Galeazzo
Marescotti es rigurosamente cierta y documentada, en particular en el libro
Retratos del mismo autor, editado por la Real Academia Matritense de Heráldica
y Genealogía en mayo de 2011.
11.
El Confaloniero. 535 páginas en formato A5,
88.300 palabras. Sinopsis: es la epopeya medieval vivida por un poderoso linaje
italiano de origen escocés, los Marescotti, descendiente del clan Douglas. El
primero del linaje, Mario Escoto, hermano de Guillermo, conde Douglas y primo
del Rey de Escocia, fue valido del emperador Carlomagno, salvó la vida al Papa
León III, fue declarado Defensor de la Fe, nombrado Caballero Aurato, Senador
de Roma, etcétera y hasta recibió el Anillo del Pescador en agradecimiento a su
heroísmo. El emperador Carlomagno en agradecimiento a sus servicios militares
le otorgó el rico feudo del condado de Bagnocavallo. El relato de las hazañas
de los Marescotti abarca un periodo de seis siglos, al principio con los
relatos de su condado y luego en Bolonia, y en el mismo hay temas de religión,
historia, política, duelos, batallas, arquitectura, medicina, retos, desafíos,
magia, esoterismo, superstición, locura, traiciones, torturas, reliquias, amor,
etcétera. Los Marescotti, además, fueron los pioneros en Italia a establecer
una relación especial con los judíos en la época feudal, acordando su plena
integración en la vida pública del condado.
Esta
presentación consta de 25 páginas en formato A4 y de 7.600 palabras. Se
actualiza periódicamente.
[1] Alegoría de la Orden de Malta.
[2] Nuevamente he recurrido a un
cambio de nombre. Chaucer es el nombre real. El apellido Douglas es escocés, y
tiene clan propio. El origen de la familia Marescotti, Mario el Escocés o en
italiano Mario lo Scoto es precisamente el hermano del conde Douglas que acude
a la llamada de Carlomagno hacia finales del siglo VIII al frente de un
ejército de tres mil arqueros escoceses. Tras unos años de guerra, Mario fue recompensado
con un feudo en Italia, el condado de Bagnocavallo, y no regresó a Escocia
porque echó raíces en Italia casándose con una noble romana de nombre Marozia.
Sus descendientes se denominaron Marescotti.
[3] Es el
nombre de la santa de la familia Marescotti, muy posterior en el tiempo de esta
novela. Santa Jacinta (1585-1640) fue una monja franciscana. ¿Pero, de dónde
salió Hyacintha? En The History of Clementhorpe Nunnery figura el siguiente
pasaje: En 1318 se menciona a una apóstata, Joanna de Leeds. El arzobispo
Melton ordenó al diácono de Beverley que hiciera regresar a la monja a su
convento. [..} Al parecer, Joanna había abandonado su orden religiosa y había
salido del monasterio. No obstante, para hacer creíble su defección, había
simulado su muerte en Beverley y, con ayuda de cómplices, había puesto en
escena su propio entierro. El arzobispo estaba dispuesto a pasar por alto estos
excesos. Ordenó al diácono de Beverley que advirtiera a Hyacintha de la
naturaleza de sus pecados y, si ella se arrepentía en un plazo de ocho días,
tenía que permitirle regresar a Clementhorpe y sufrir una penitencia. Melton
además apremió al diácono a realizar una cuidadosa investigación del caso y descubrir
los nombres de los cómplices de Hyacintha para poder emprender las acciones
policiales correspondientes. Para evitar alusiones a demasiados nombres
históricos, y referencias a monasterios reales, he decidido cambiar San
Clemente por San Agustín y Joanna por Hyacintha.
[4] Yorkshire del Este (en inglés
East Yorkshire) es un distrito de gobierno local y un condado ceremonial de
Inglaterra, Reino Unido. Limita con los condados ceremoniales de Yorkshire del
Norte (incluyendo la ciudad de York), Yorkshire del Sur y Lincolnshire y limita
con la ciudad de Kingston-upon-Hull, más conocida como Hull, que es un distrito
unitario separado. Para cuestiones ceremoniales, el condado incluye la ciudad
de Hull. Ocupa parte del condado histórico de Yorkshire. El nombre corresponde
también a una de las divisiones históricas del condado y fue el nombre de un
condado administrativo que funcionó desde 1888 hasta 1974. A parte de Hull, el
resto de la zona norte de lo que fue Humberside pertenece ahora a la unidad
autoritaria de East Yorkshire, lo que corresponde a los distritos de Beverley,
East Yorkshire y Holderness así como la parte norte de Boothferry. La zona este
corresponde a la llanura de Holderness, la parte oeste a Yorkshire Wolds. Sus
ciudades destacadas son: Hull, ciudad más grande del condado; Beverley, capital
del condado; Moor; Wetwang.
[5] York es una histórica ciudad
fortaleza del norte de Yorkshire, condado del que es capital. En esta ciudad
confluyen los ríos Ouse y Foss. La ciudad ha jugado un importante papel en sus
2000 años de historia. La ciudad fue fundada como Eboracum en el año 71 d. C.
por los romanos y la convirtieron en una de las dos capitales de la Britania
romana. Durante ese periodo, grandes figuras vienen asociadas a esta ciudad,
como Constantino el Grande. Todo el Imperio romano fue gobernado desde York por
Septimio Severo durante un periodo de dos años. Más tarde llegarían los anglos.
La ciudad fue llamada Eoferwic y se convirtió en la capital del Reino de
Northumbria. Los vikingos tomaron la ciudad en el 866, renombrándola Jórvic (de
donde procede el actual nombre). Durante este periodo de dominio normando fue
la capital del reino del mismo nombre, dominando mucho más que el norte de
Inglaterra. Alrededor del año 1000 pasó a llamarse definitivamente York.
Ricardo II deseó convertir a York en la capital de Inglaterra, pero fue
depuesto antes. Tras la guerra de las Rosas, York alojó al consejo del norte, y
fue considerada la capital del norte. Tan solo duraría una década, la de 1660,
por el declive de la ciudad. Sin embargo, York fue la ciudad condado de
Yorkshire, del cual prestó su nombre. La provincia de York es una de las dos provincias
de la iglesia anglicana, junto con la de Canterbury. Desde 1996, el término de
la ciudad de York describe una autoridad unitaria que incluye las zonas rurales
más allá de los antiguos límites de la ciudad. La zona urbana cuenta con una
población de 137.505 habitantes, mientras que el conjunto comprende a unas
184.900 personas. Actualmente, el casco viejo de la ciudad es un importante
destino turístico, que atrae a visitantes de todo el mundo.
[6] El Profeso, del mismo autor.
[7] Muerte de Profesos, del mismo
autor.
[8] El Profeso en el Tíbet, del
mismo autor.
[9] El sitio de Montsegur se
refiere al asedio de nueve meses del castillo cátaro de Montsegur, por parte de
por las fuerzas realistas francesas, a partir de mayo 1243. Después de que el
castillo se rindió, unos doscientos diez creyentes e impenitentes fueron
quemados en una hoguera el 16 de marzo de 1244. Estela situada en el Camp dels
cremats en memoria de la quema de 200 cátaros defensores del castillo.
La montaña del Pog probablemente estuvo habitada
desde mucho antes de la llegada de los cátaros, ya que está horadada de grutas
y sepulturas que lo testimonian. La construcción del castillo se inició en el
1204 por Ramón de Pérella, señor del lugar. Tras la derrota de Muret en 1213,
el obispo cátaro de Toulouse, Guilhabert de Castres, se refugió en el castillo,
que se convirtió en lugar de refugio de las «buenas personas». El 1241, a
petición del rey de Francia, Luis IX, el conde Raimundo VII de Tolosa emprende
el asedio del castillo que, probablemente sin combate, finaliza en fracaso.
Siendo propiedad de la hermana del conde de Foix Raimundo Roger I,
Esclaramunda, se refugiaron algunos cátaros que participaron en el año 1242 en
la matanza de los inquisidores de Avignonet, encabezados por Pierre Roger de
Mirepoix.
En mayo de 1243, el senescal de Carcasona, Hugues
des Arcis, emprendió el definitivo asedio del castillo. Tras diez meses, y como
consecuencia de la traición de montañeses de la región, Ramón de Péreille y
Pierre Roger de Mirepoix empezaron la negociación que llevaría a la rendición
del lugar. Los vencedores dieron quince días de plazo a los vencidos para
abandonar el castillo, pudiendo optar entre la abjuración de su fe y la
hoguera. Finalmente, una pira gigantesca consumiría los cuerpos de doscientos
diez mártires. Hoy el lugar es recordado con una simple lápida donde se invita
al viajero a detenerse ante el Camps des cremats ('Campo de los quemados') que
recuerda a los inmolados y a leer con respetuoso silencio el epitafio: «A los
cátaros, a los mártires del puro amor cristiano...», sacrificio actualmente
conmemorado por un monumento a los pies de la montaña. La leyenda asegura que
los quince días de tregua permitieron poner a buen recaudo el famoso tesoro de
los cátaros, así como finalizar la formación espiritual de las personas
reunidas dentro de las paredes del castillo. Las personas nobles, los soldados
y los mercenarios de la guarnición fueron liberados y requeridos por la
Inquisición, conforme a los acuerdos hechos en el momento de la capitulación.
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