martes, 18 de marzo de 2014

La Política Agrícola Común (PAC)

Hacía tiempo que no veíamos pasar un año en donde las negociaciones tuvieran un protagonismo tan destacable en la toma de decisiones, muchas de ellas de importancia y trascendencia para años venideros.
Las negociaciones han salvado la Cumbre Ministerial de la Organización Mundial del Comercio hace unos días, que más allá de la amplitud de sus acuerdos o sus consecuencias en el escenario del comercio internacional agroalimentario, van a permitir a la OMC continuar en su búsqueda de un acuerdo más ambicioso en la Ronda de Doha, algo por lo que muy pocos apostaban hace algunas semanas, llegando a ponerse en entredicho la propia continuidad de la Institución que regula el comercio mundial.
En este contexto comercial, pero ya en el ámbito de negociaciones bilaterales, la Unión Europea ha concluido este año un importante acuerdo comercial con Canadá que, más allá de las importantes implicación que tiene el hecho de que la UE se encuentre negociando espacios de libre comercio con países de su nivel de industrialización, puede hacer de "liebre" en la carrera para lograr el mayor acuerdo comercial entre la UE y los Estados Unidos de Norteamérica, proceso negociador iniciado en la segunda mitad del año y quieren concluirse en un plazo máximo de dos años.
Pero posiblemente donde más hemos podido contrastar la importancia de las negociaciones ha sido en el ámbito estrictamente comunitario, entre países e instituciones, para adoptar los dos paquetes legislativos más importantes de la Unión. El Marco Financiero Plurianual y la Reforma de la Política Agrícola Común, ambos para el periodo 2014-2020.
Cabe destacar que en este nuevo proceso negociador el Parlamento Europeo ha cobrado un singular protagonismo, resultando esencial para el acuerdo finalmente logrado y recientemente ratificado.
Consejo y Parlamento han dado legitimidad a todo el proceso de toma de decisiones en donde la Comisión, a veces muy a su pesar, se debe adaptar a su condición de presentar iniciativas legislativas y de facilitación del acuerdo final.
El trabajo de la Presidencia Irlandesa de la Unión Europea, y de los eurodiputados de la Comisión de Agricultura, y su capacidad de alcanzar acuerdos en los célebres "Trílogos", ha sido fundamental en la adopción de los textos definitivos, que corrigen sensiblemente y mejoran las propuestas del Comisario Ciolos, devolviendo a muchos la esperanza de encontrar un verdadero equilibrio entre instituciones, países, estrategias de negociación y composición de bloques en defensa de intereses comunes.
Así parece que lo entendieron nuestros negociadores. La Administración, con el valioso aval de las Comunidades Autónomas y Organizaciones Agrarias, ha hecho valer un modelo agrario y productivo en la PAC que permitiera a su vez asegurarse sus objetivos en la negociación, limitando el número de hectáreas con derecho a pago, posibilitando un modelo de convergencia alejado de la tasa plana y facilitando el paso de un sistema basado en rendimientos históricos a una regionalización que contemple la capacidad productiva en un territorio tan diverso como el español.
La Conferencia Sectorial, puesta en marcha para dar forma a un modelo de aplicación de esta nueva reglamentación en la PAC, presentará sus conclusiones el próximo mes de enero, tras seis meses
de intensas negociaciones en los numerosos aspectos que la Reforma deja en manos de los Estados miembro. Esperemos que estas conclusiones desemboquen en la mejor utilización de los fondos y posibilidades para clarificar el panorama productivo agrario en nuestro país.
Panorama productivo que debe ser completado con otras dos leyes que a nivel nacional se han aprobado en 2013 y que han contado con el apoyo de las organizaciones representativas. La Ley de cadena alimentaria y la Ley de Integración Cooperativa, que habrán de dar respuesta a las demandas del sector en su principal fuente de ingresos, los procedentes del mercado.
Sin perder de vista la reforma de la PAC y los nuevos pagos directos, la renta agraria debe dirigirse a lograr un mejor precio para nuestros productos, potenciar nuestras exportaciones, rebajar nuestros costes de producción y lograr unas reglas justas, equilibradas y transparentes en nuestras negociaciones con el resto de la cadena alimentaria.
El año 2013 ha despejado muchas incertidumbres que se presentaban al comenzar el año, algunas de ellas con oscuros presentimientos que se han ido despejando a lo largo de los meses y fruto en buena parte de las negociaciones. No obstante, no debemos olvidar que solo es el comienzo de un camino que debemos seguir andando.
A continuación se detallan los acuerdos alcanzados para la PAC.









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