Porque eso es lo que promete un invento, llamado Miracle Machine (la máquina milagrosa), tardar solo tres días en convertir agua en vino. Sí, como habrán adivinado, el nombre del dispositivo es una (nada sutil) referencia bíblica. Suponemos que el multiplicador de panes y peces está al caer…
Mirache Machine ha sido creado por dos emprendedores, uno británico y otro estadounidense, expertos en vinos de California. La idea, cuentan, surgió después de haber bebido unas cuantas copas de vino de más en una cena, y con un comentario casual: “Jesús convirtió el agua en vino; con toda la tecnología que tenemos hoy, ¿por qué no podemos hacer lo mismo?”. El comentario provocó carcajadas, pero “sabíamos que habíamos dado con algo cuando a la mañana siguiente aún parecía una buena idea.
"¿Puede la tecnología modernizar el vino?"
Su intención, aseguran, es llevar la ciencia al arte de hacer vino. “¿Puede esta industria modernizarse gracias a la tecnología, como han hecho tantas otras? Hacer vino aún se considera sobre todo un arte. Sus secretos se guardan con celo, y como resultado el precio de un buen vino sigue siendo muy alto”, explican en la web de su proyecto.
Según la descripción de su milagroso invento, éste permite fabricar distintos tipos de vino siguiendo una u otra receta. De momento prevén seis clases distintas, desde un Cabernet Sauvignon o un Chardonnay del Valle de Napa hasta un vino blanco de Borgoña, aunque añadirán más progresivamente. Solo habría que seleccionar que clase queremos conseguir y la aplicación para móvil que acompañará al invento generará las instrucciones.
La idea es acompañar la máquina con packs de preparados concretos según las recetas: el tipo de concentrado de uva, levaduras y otros ingredientes. Esperan poner a la venta estos kits muy pronto, tanto en su web como en Amazon. Según sus creadores, se podrán conseguir vinos de 20 dólares la botella por solo 2 dólares.
Una vez seleccionada la receta y reunidos los ingredientes, se introducen en este dispositivo en forma de frasca que se conecta por bluetooth con la app del móvil. Así, se controla en todo momento el proceso de fermentado y las condiciones en las que ocurre.
Comienzan a recaudar fondos
El milagro ocurre en la cámara de fermentación, cuyo funcionamiento exacto se niegan a desvelar. Lo que sí cuentan es que una serie de sensores eléctricos, calentadores, transductores y sistemas de bombeo para crear un entorno controlado donde se produzcan los procesos de fermentación.
“Por ejemplo, mientras que un refractómetro digital mide el contenido de azúcar en el líquido durante el proceso de fermentación, un difusor introduce aire en un entorno con un estricto control de los niveles de oxígeno, aireando el vino y suavizando los taninos. Estos y otros componentes van conectados a una placa Arduino que asegura que la Máquina Milagrosa trabaja para hacer un buen vino de tu creación en solo unos días”.
Habrá que ver qué tal es el resultado. De momento, solo conocemos el precio del invento: podrá adquirirse por 499 dólares. Eso cuando salga a la venta. Sus creadores están poniendo en marcha un proyecto de crowdfunding para recaudar los fondos que permitan producir las primeras 2.000 Máquinas Milagrosas y sacarlas al mercado.
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