Con gran satisfacción os anuncio que la imprenta, pese a un imprevisto que ha causado un fuerte retraso, ha enviado hoy la novela al Grupo Editorial Sial Pigmalión para su distribución. Esta vez el proceso de la creación del libro ha sido bastante más largo, porque la editorial ha encargado una revisión adicional del texto a la doctora y escritora doña Alicia García Olbés, con gran satisfacción por mi parte, porque Alicia es miembro del Jurado que me ha otorgado el Premio Internacional Sial Pigmalión de Narrativa 2015. Al mismo tiempo, quiero agradecer a David García Urbieta por su excelente colaboración en la creación de la maqueta del libro y las correcciones del texto. Espero que mi novela agrade al público, con especial énfasis a las lectoras, ya que se trata de una novela romántica terrorífica, con varias historias de amor y algunas obsesiones, en un ambiente vampírico, de 845 páginas.
Doctor arquitecto y escritor, autor de numerosos títulos técnicos y catálogos, así como de proyectos de edificación y ensayos. Ensayista de artículos de índole técnica y cultural en varias revistas, colaborador de la Real Academia Matritense de Heráldica y Genealogía. Escritor de historia, antropología, anécdotas de vida profesional y novelas históricas. Más de veinticinco libros publicados hasta el momento tanto en papel como en formato digital.
miércoles, 30 de diciembre de 2015
lunes, 28 de diciembre de 2015
Episodios Nacionales, 7 de julio, tomo octavo, de Benito Pérez Galdós
Benito Pérez Galdós (Las Palmas de Gran Canaria, 10 de mayo de 1843 - Madrid, 4 de enero de 1920), fue un novelista, dramaturgo, cronista y político español. Se le considera uno de los mejores representantes de la novela realista del siglo XIX no solo en España y un narrador capital en la historia de la literatura en lengua española, hasta el punto de ser propuesto por diversos especialistas y estudiosos de su obra como el mayor novelista español después de Cervantes. Galdós transformó el panorama novelesco español de la época,4 apartándose de la corriente romanticista en pos del realismo y aportando a la narrativa una gran expresividad y hondura psicológica. En palabras de Max Aub, Galdós, como Lope de Vega, asumió el espectáculo del pueblo llano y con "su intuición serena, profunda y total de la realidad", se lo devolvió, como Cervantes, rehecho, "artísticamente transformado". De ahí que "desde Lope ningún escritor fue tan popular, ninguno tan universal desde Cervantes". Pérez Galdós fue desde 1897 académico de la Real Academia Española y llegó a estar nominado al Premio Nobel en 1912. Aunque, salvo en su juventud, no mostró especial afición por la política, aceptó su designación como diputado en varias ocasiones y por distintas circunscripciones.
Es curiosos que mi obra novelesca haya sido elegida precisamente para un Proyecto Galdós que busca el patrocinio de artistas de varios campos, como la escritura, la escultura y la pintura.
Miguel Ángel, los secretos ocultos en sus obras maestras, de William E. Wallace
Muy interesante este libro de Wallace patrocinado por Ocaso sobre los secretos de las obras del excelso artista. Michelangelo Buonarroti (Caprese, 6 de marzo de 1475-Roma, 18 de febrero de 1564), conocido en español como Miguel Ángel, fue un arquitecto, escultor y pintor italiano renacentista, considerado uno de los más grandes artistas de la historia tanto por sus esculturas como por sus pinturas y obra arquitectónica. Desarrolló su labor artística a lo largo de más de setenta años entre Florencia y Roma, que era donde vivían sus grandes mecenas, la familia Médici de Florencia y los diferentes papas romanos. Fue el primer artista occidental del que se publicaron dos biografías en vida: Le vite de' più eccellenti pittori, scultori e architetti, de Giorgio Vasari, publicada en 1550 en su primera edición, en la cual fue el único artista vivo incluido, y Vita de Michelangelo Buonarroti, escrita en 1553 por Ascanio Condivi, pintor y discípulo de Miguel Ángel, que recoge los datos facilitados por el mismo Buonarroti. Fue muy admirado por sus contemporáneos, que le llamaban el Divino. Benedetto Varchi, el 12 de febrero de 1560, le envió una carta en nombre de todos los florentinos diciéndole:...toda esta ciudad desea sumisamente poderos ver y honraros tanto de cerca como de lejos... Vuestra Excelencia nos haría un gran favor si quisiera honrar con su presencia su patria.Tolnay (1978, p. 14)
Triunfó en todas las artes en las que trabajó, caracterizándose por su perfeccionismo. La escultura, según había declarado, era su predilecta y la primera a la que se dedicó; a continuación, la pintura, casi como una imposición por parte del papa Julio II, y que se concretó en una obra excepcional que magnifica la bóveda de la Capilla Sixtina; y ya en sus últimos años, realizó proyectos arquitectónicos.
Triunfó en todas las artes en las que trabajó, caracterizándose por su perfeccionismo. La escultura, según había declarado, era su predilecta y la primera a la que se dedicó; a continuación, la pintura, casi como una imposición por parte del papa Julio II, y que se concretó en una obra excepcional que magnifica la bóveda de la Capilla Sixtina; y ya en sus últimos años, realizó proyectos arquitectónicos.
lunes, 21 de diciembre de 2015
Felicidad exprés: trucos para levantar el ánimo en solo 30 segundos
Todos tenemos nuestros días malos. Por ello, saber cómo el animarse a uno mismo es importante. Cuando ir a meditar a la montaña o pegarse una buena sudada a base de running no son opción, más nos vale tirar de trucos sencillos para venirnos arriba sin la ayuda de nadie. La buena noticia es que unos pocos segundos pueden cambiarlo todo, incluso nuestro estado de ánimo.
La doctora estadounidense Jill Bolte dedicó toda su carrera al estudio de la enfermedad mental y a cómo se refleja en el cerebro. En el año 1996 la propia neuroanatomista padeció un severo derrame que la hizo profundizar aún más en la autoconciencia. Llegó a la conclusión de que cada uno de nosotros tiene “el poder de elegir en cada momento quién es y cómo quiere ser en el mundo”. Bolte aconseja “cruzar a la derecha del hemisferio izquierdo y, simplemente sentir”, ya que las emociones “se pasarán solas”. En concreto, llegó a cuantificar el tiempo de las emociones en 90 segundos, pasados los cuales la exaltación desaparece.
Aunque tranquiliza saber que sea una cuestión mental, ¿qué podemos hacer cuando no disponemos siquiera de minuto y medio para cambiar el chip? ¿Cómo confrontar los fantasmas de nuestro propio cerebro cuando se convierte en el enemigo? Aquí van algunos consejos exprés para alegrar el ánimo y convertirse en ese autocheerleader tan necesario como eficaz.
William James, psicólogo de la Universidad de Harvard, llegó a aseverar : “Si la persona no expresa la emoción, no llega a sentirla”
1. Sonreír. Es tan sencillo como mover los músculos de la boca hacia arriba. La RAE lo define así: "Reírse un poco o levemente, y sin ruido". Merece la pena intentarlo, porque la postura influye directamente en la emoción. Fue uno de los supuestos de Charles Darwin, y posteriormente ha sido avalado por eminentes psicólogos de la Universidad de Harvard como William James, quien llegó a aseverar que “si la persona no expresa la emoción, no llega a sentirla”. Es lo que se llama feedback facial, por el que “las expresiones faciales están conectadas a lo que sentimos”.
2. Contar un chiste sobre su tragedia. Funciona porque facilita el cambio actitudinal. La idea fue propuesta en Terapia Racional Emotiva, de Albert Ellis. Este psicólogo americano, considerado uno de los más influyentes de la historia, planteó en su día algunas técnicas terapéuticas que continúan en pleno vigor, y que hacen uso de los chistes y las hipérboles como fórmula “aniquiladora de tonterías”. Nada como exagerar las propias miserias y verbalizarlas para darse uno cuenta de lo ridículas que resultan. Con esta fórmula podremos permitirnos pensamientos catastrofistas del tipo: “Es terrible”, “Oh, dios mío” o “No puedo seguir así”.
3. Enviar un emoticono a un amigo. O una foto que le guste, el enlace a una canción, un simple "hola, ¿qué haces?". La soledad, tan necesaria en ocasiones, también conduce a la miseria, según múltiples estudios. Por tanto, una manera de combatir la infelicidad es socializar. Si no tenemos a mano a nuestro mejor amigo, siempre se puede tirar de tecnología. No todo va a ser un mal uso de nuestrosgadgets.
4. Ceder el sitio en el metro. Ir un paso más allá de lo social y mostrarse servicial tiene un efecto muy positivo en los demás, pero también en nosotros mismos. De hecho, nos hará más felices que ser hedonistas, tal y como expresaron varios psicólogos americanos en un artículo de Journal of Research in Personality. Sus datos coinciden con algunos preceptos de la PsicologíaPolítica, por la que se sabe que involucrarse en las propias creencias incrementa el bienestar. Aquí habría que ir un paso más allá y excederse a los 30 segundos, al involucrarse en una ONG o partido político con cuyas ideas comulgue. Los activistas, según los ensayos citados, manifiestan sentir mayor vitalidad que aquellos que no adquieren compromisos idealistas.
Aunque la ingesta desmesurada de comida es un síntoma de que algo no va bien, lo cierto es que una de las razones por las que comemos sin hambre es que mientras lo hacemos no nos angustiamos
5. Tomarse un caramelo. Aunque este consejo hay que tomarlo con cuidado si se es tendente a los hábitos compulsivos, existe una razón emocional para darse a la comida o para atiborrarse a chuches. Por algo se escucha tanto la cuestión de “comer por ansiedad o ansiedad por comer” sin saberse muy bien si va antes la gallina o el huevo. Aunque la ingesta desmesurada de comida es un síntoma de que algo no va bien, lo cierto es que una de las razones por las que comemos sin hambre es que mientras lo hacemos no nos angustiamos. Por definición, comer es una respuesta antagonista de la ansiedad, al igual que el propio sexo. Así lo explica el catedrático de Psicología Antonio Cano Vindel, presidente de la Sociedad Española para el Estudio de la Ansiedad y el Estrés (SEAS). Tomando con cautela este consejo, un caramelo a tiempo bien puede salvarnos de algún disgustillo en momentos puntuales. Por aquello de que el orgasmo nos lleva algo más de tiempo…
6. Pseudocomprar en la Red. Es uno de los grandes clichés consumistas, pero existen pocas cosas tan efectivas para elevar el ánimo. ¿Hasta qué punto se sostiene científicamente el mito de las compras? Los estudios sobre la psicología del retail son casi infinitos, y se sabe que los americanos, por ejemplo, pasan hasta seis horas a la semana comprando. Aunque la etiología de la compra compulsiva no está del todo clara, los estudiosos de la materia lo relacionan con la dopamina; y neurocientíficos como Olsen descubrieron ya en el año 2011 que el comprar activa las mismas regiones cerebrales que las drogas. ¿Cómo aplicar estos preceptos para sentirnos bien sin caer en la ruina de la compra de impulso? Tan sencillo como realizar una compra online y no rematarla, o anularla después: engañaremos al cerebro, que vivirá la compra como real, pero sin el cargo en el extracto de nuestra visa.
7. Anotar, en una frase, algo hermoso de su vida. La expresión de gratitud es uno de los pilares de la psicología positiva, últimamente muy empleada en coaching. Se trata de “centrarse en el momento presente para apreciar tu vida tal y como es, sin dar las cosas por hechas y analizando las bondades y bendiciones con las que contamos”. Es uno de los consejos de la autora Sonja Lyubomirsky, de la Universidad de California, autora del libro La ciencia de la felicidad. Recordar (o apuntar) dos o tres aspectos positivos de nuestra existencia nos llevará apenas unos segundos y, a cambio, tendrá unos resultados positivos impresionantes en nuestro estado de ánimo.
8. Mirar el vídeo de un gato. El gran fenómeno viral de quedarse embobado observando pequeños filmes de dulces animalitos ha resultado no ser casual, y lo ha demostrado una profesora de la Universidad de Indiana. Jessica Gal Myric se decidió a analizar la razón por la que los vídeos de gatos consiguen fascinar a los internautas. Para hacerlo encuestó a casi 7000 personas con el fin de descubrir por qué, en el año 2014, se subieron más de dos millones de vídeos de gatos a YouTube, obteniendo hasta 26 billones de visualizaciones y ganando por goleada a las demás categorías. Entre sus conclusiones estuvieron que los incondicionales de estos vídeos reportaban sentir más energía y positividad, a la vez que reducían el malestar emocional.
La doctora estadounidense Jill Bolte dedicó toda su carrera al estudio de la enfermedad mental y a cómo se refleja en el cerebro. En el año 1996 la propia neuroanatomista padeció un severo derrame que la hizo profundizar aún más en la autoconciencia. Llegó a la conclusión de que cada uno de nosotros tiene “el poder de elegir en cada momento quién es y cómo quiere ser en el mundo”. Bolte aconseja “cruzar a la derecha del hemisferio izquierdo y, simplemente sentir”, ya que las emociones “se pasarán solas”. En concreto, llegó a cuantificar el tiempo de las emociones en 90 segundos, pasados los cuales la exaltación desaparece.
Aunque tranquiliza saber que sea una cuestión mental, ¿qué podemos hacer cuando no disponemos siquiera de minuto y medio para cambiar el chip? ¿Cómo confrontar los fantasmas de nuestro propio cerebro cuando se convierte en el enemigo? Aquí van algunos consejos exprés para alegrar el ánimo y convertirse en ese autocheerleader tan necesario como eficaz.
William James, psicólogo de la Universidad de Harvard, llegó a aseverar : “Si la persona no expresa la emoción, no llega a sentirla”
1. Sonreír. Es tan sencillo como mover los músculos de la boca hacia arriba. La RAE lo define así: "Reírse un poco o levemente, y sin ruido". Merece la pena intentarlo, porque la postura influye directamente en la emoción. Fue uno de los supuestos de Charles Darwin, y posteriormente ha sido avalado por eminentes psicólogos de la Universidad de Harvard como William James, quien llegó a aseverar que “si la persona no expresa la emoción, no llega a sentirla”. Es lo que se llama feedback facial, por el que “las expresiones faciales están conectadas a lo que sentimos”.
2. Contar un chiste sobre su tragedia. Funciona porque facilita el cambio actitudinal. La idea fue propuesta en Terapia Racional Emotiva, de Albert Ellis. Este psicólogo americano, considerado uno de los más influyentes de la historia, planteó en su día algunas técnicas terapéuticas que continúan en pleno vigor, y que hacen uso de los chistes y las hipérboles como fórmula “aniquiladora de tonterías”. Nada como exagerar las propias miserias y verbalizarlas para darse uno cuenta de lo ridículas que resultan. Con esta fórmula podremos permitirnos pensamientos catastrofistas del tipo: “Es terrible”, “Oh, dios mío” o “No puedo seguir así”.
3. Enviar un emoticono a un amigo. O una foto que le guste, el enlace a una canción, un simple "hola, ¿qué haces?". La soledad, tan necesaria en ocasiones, también conduce a la miseria, según múltiples estudios. Por tanto, una manera de combatir la infelicidad es socializar. Si no tenemos a mano a nuestro mejor amigo, siempre se puede tirar de tecnología. No todo va a ser un mal uso de nuestrosgadgets.
4. Ceder el sitio en el metro. Ir un paso más allá de lo social y mostrarse servicial tiene un efecto muy positivo en los demás, pero también en nosotros mismos. De hecho, nos hará más felices que ser hedonistas, tal y como expresaron varios psicólogos americanos en un artículo de Journal of Research in Personality. Sus datos coinciden con algunos preceptos de la PsicologíaPolítica, por la que se sabe que involucrarse en las propias creencias incrementa el bienestar. Aquí habría que ir un paso más allá y excederse a los 30 segundos, al involucrarse en una ONG o partido político con cuyas ideas comulgue. Los activistas, según los ensayos citados, manifiestan sentir mayor vitalidad que aquellos que no adquieren compromisos idealistas.
Aunque la ingesta desmesurada de comida es un síntoma de que algo no va bien, lo cierto es que una de las razones por las que comemos sin hambre es que mientras lo hacemos no nos angustiamos
5. Tomarse un caramelo. Aunque este consejo hay que tomarlo con cuidado si se es tendente a los hábitos compulsivos, existe una razón emocional para darse a la comida o para atiborrarse a chuches. Por algo se escucha tanto la cuestión de “comer por ansiedad o ansiedad por comer” sin saberse muy bien si va antes la gallina o el huevo. Aunque la ingesta desmesurada de comida es un síntoma de que algo no va bien, lo cierto es que una de las razones por las que comemos sin hambre es que mientras lo hacemos no nos angustiamos. Por definición, comer es una respuesta antagonista de la ansiedad, al igual que el propio sexo. Así lo explica el catedrático de Psicología Antonio Cano Vindel, presidente de la Sociedad Española para el Estudio de la Ansiedad y el Estrés (SEAS). Tomando con cautela este consejo, un caramelo a tiempo bien puede salvarnos de algún disgustillo en momentos puntuales. Por aquello de que el orgasmo nos lleva algo más de tiempo…
6. Pseudocomprar en la Red. Es uno de los grandes clichés consumistas, pero existen pocas cosas tan efectivas para elevar el ánimo. ¿Hasta qué punto se sostiene científicamente el mito de las compras? Los estudios sobre la psicología del retail son casi infinitos, y se sabe que los americanos, por ejemplo, pasan hasta seis horas a la semana comprando. Aunque la etiología de la compra compulsiva no está del todo clara, los estudiosos de la materia lo relacionan con la dopamina; y neurocientíficos como Olsen descubrieron ya en el año 2011 que el comprar activa las mismas regiones cerebrales que las drogas. ¿Cómo aplicar estos preceptos para sentirnos bien sin caer en la ruina de la compra de impulso? Tan sencillo como realizar una compra online y no rematarla, o anularla después: engañaremos al cerebro, que vivirá la compra como real, pero sin el cargo en el extracto de nuestra visa.
7. Anotar, en una frase, algo hermoso de su vida. La expresión de gratitud es uno de los pilares de la psicología positiva, últimamente muy empleada en coaching. Se trata de “centrarse en el momento presente para apreciar tu vida tal y como es, sin dar las cosas por hechas y analizando las bondades y bendiciones con las que contamos”. Es uno de los consejos de la autora Sonja Lyubomirsky, de la Universidad de California, autora del libro La ciencia de la felicidad. Recordar (o apuntar) dos o tres aspectos positivos de nuestra existencia nos llevará apenas unos segundos y, a cambio, tendrá unos resultados positivos impresionantes en nuestro estado de ánimo.
8. Mirar el vídeo de un gato. El gran fenómeno viral de quedarse embobado observando pequeños filmes de dulces animalitos ha resultado no ser casual, y lo ha demostrado una profesora de la Universidad de Indiana. Jessica Gal Myric se decidió a analizar la razón por la que los vídeos de gatos consiguen fascinar a los internautas. Para hacerlo encuestó a casi 7000 personas con el fin de descubrir por qué, en el año 2014, se subieron más de dos millones de vídeos de gatos a YouTube, obteniendo hasta 26 billones de visualizaciones y ganando por goleada a las demás categorías. Entre sus conclusiones estuvieron que los incondicionales de estos vídeos reportaban sentir más energía y positividad, a la vez que reducían el malestar emocional.
Los sufrimientos del mundo
La circulación global e instantánea de la información nos lleva a ser hoy más conscientes de cuánto sufrimiento hay en el mundo y de cuántos problemas afronta la humanidad.
Intentemos hacer un elenco:
Frente a todo esto, nosotros como cristianos ¿cómo nos situamos?
Como nos enseña la "Gaudium et Spes", y como no se cansa de decirnos nuestro querido Papa Francisco, el mundo nos presenta motivos de tristeza pero también muchos motivos de alegría, o sea las semillas de vida, verdad y amor, muchas veces silenciosas, que las personas de buena voluntad cultivan en todos los rincones del planeta construyendo el Reino de Dios.
Que haya persecuciones, problemas, sufrimientos e injusticias es muy triste y toca profundamente a nuestra sensibilidad humana. Cada época de la historia de la humanidad ha tenido que afrontar y superar sus graves problemas. ¡A nosotros nos toca afrontar los de hoy!
Estamos convencidos de que lo que hace falta hoy es ¡un gran mensaje de esperanza!
Un mensaje en el que todos los hombres puedan sentirse unidos en la gran lucha/misión que no es la de hermano contra hermano, sino la de todos y cada uno contra el mal.
Es el mensaje que no se cansan de anunciar multitud de hombres y mujeres de buena voluntad en todo el mundo, así como los cristianos que tratan de poner en práctica el Evangelio, la Iglesia y el Santo Padre.
¡Y el gran mensaje de esperanza es el mismo Cristo!
El mensaje y la experiencia de Cristo es la cuña que rompe el hielo, que ahuyenta el mal, que transforma la vida de las personas... luego viene todo el resto: el crecimiento humano y espiritual personal, y de enteras sociedades.
Intentemos hacer un elenco:
- la pobreza de multitud de personas que viven en la miseria o que no conocen otra cosa que sufrimiento y explotación.
- la todavía más profunda pobreza de no conocer a Cristo que, según la madre Teresa de Calcuta, es "la primera pobreza de los pueblos" y de la que no se libra ningún rincón de la tierra.
- las guerras.
- las injusticias, la crisis moral y las "estructuras de pecado" que pueden parecer inevitables e imposibles de erradicar del mundo complejo en que vivimos.
- la agresión a la vida desde la concepción a su fin natural.
- la crisis de la familia, insustituible célula básica de una sociedad sana y próspera.
- el relativismo cultural y moral que hace perder el sentido de la búsqueda y de la existencia de la verdad.
- la desequilibrada y miope relación con la naturaleza, a veces explotada en modo salvaje, a veces "idolatrada" y paradójicamente objeto de una atención mayor que la reservada al ser humano.
- las enfermedades.
- un desarrollo científico y tecnológico que puede ir adelante, a toda costa y en cualquier dirección posible, sin plantearse de ningún modo el problema de que la ética del comportamiento humano debiera en cambio imponer límites.
- los que mueren mártires en muchos lugares del mundo por testimoniar y llevar a Cristo.
- la agresividad, la hostilidad y la censura que a veces se reservan al Papa y a la Iglesia en el anuncio del mensaje de verdad y amor del Evangelio.
- la crisis económica que ha golpeado a países enteros y parece quitar horizontes de esperanza a tantísimas personas.
Frente a todo esto, nosotros como cristianos ¿cómo nos situamos?
Como nos enseña la "Gaudium et Spes", y como no se cansa de decirnos nuestro querido Papa Francisco, el mundo nos presenta motivos de tristeza pero también muchos motivos de alegría, o sea las semillas de vida, verdad y amor, muchas veces silenciosas, que las personas de buena voluntad cultivan en todos los rincones del planeta construyendo el Reino de Dios.
Que haya persecuciones, problemas, sufrimientos e injusticias es muy triste y toca profundamente a nuestra sensibilidad humana. Cada época de la historia de la humanidad ha tenido que afrontar y superar sus graves problemas. ¡A nosotros nos toca afrontar los de hoy!
Estamos convencidos de que lo que hace falta hoy es ¡un gran mensaje de esperanza!
Un mensaje en el que todos los hombres puedan sentirse unidos en la gran lucha/misión que no es la de hermano contra hermano, sino la de todos y cada uno contra el mal.
Es el mensaje que no se cansan de anunciar multitud de hombres y mujeres de buena voluntad en todo el mundo, así como los cristianos que tratan de poner en práctica el Evangelio, la Iglesia y el Santo Padre.
¡Y el gran mensaje de esperanza es el mismo Cristo!
El mensaje y la experiencia de Cristo es la cuña que rompe el hielo, que ahuyenta el mal, que transforma la vida de las personas... luego viene todo el resto: el crecimiento humano y espiritual personal, y de enteras sociedades.
lunes, 14 de diciembre de 2015
El regreso del Catón de Matilde Asensi
Entretenida esta nueva novela de ficción del mundo de los staurofílakes en la que Matilde Asensi vuelve a la senda de los misterios que tanto la han encumbrado en el mundo literario. Del primer libro se vendieron más de un millón de ejemplares. Los staurofílakes son una secta religiosa secreta (ficticia), cristiana, que se origina a partir del año 326, cuando Elena de Constantinopla, madre del emperador romano Constantino I el Grande, a los 80 años de edad,en el año 325 d.C., tras indagar en Jerusalem y preguntar a los sabios, descubre, en una gruta del Gólgota, tres cruces junto a la corona de espinas, el Titulus Crucis y más reliquias de la Pasión de Cristo. Tras coger a un muchacho muerto, lo coloca encima de cada una de las cruces encontradas hasta que en la tercera cruz, tras depositar el cadáver, este resucita, constatando que esta es la cruz donde Jesús de Nazaret fue crucificado, la Vera Cruz. Los staurofílakes desde el principio han custodiado los fragmentos de la Vera Cruz y en la actualidad se encargan de ir recuperándolos. Los miembros de esta secta religiosa tienen unos rituales de iniciación que consisten en siete pruebas en siete ciudades diferentes. Estos han ido variando a lo largo de los siglos, por seguridad y temor a ser descubiertos. Aquellos aspirantes a staurofílakes, por cada prueba mortal que es superada, son marcados por otros staurofílakes veteranos con unas escarificaciones en el cuerpo, con forma de cruces y en la última prueba con letras griegas formando la palabra ΣΤΑΥΡΟΣ (STAUROS). En la primera novela, el primer staurofílake que aparece y con el que se inicia toda la trama es el etíope Abi Ruj Iyasus, que aparece muerto en un accidente de avioneta, abrazado a una caja con unos trozos de madera (Lignum Crucis). Este etíope tiene por todo su cuerpo las escarificaciones de las cruces y las letras griegas. Entre los staurofílakes, el equivalente al papa es denominado «catón». A lo largo de los siglos, hasta la actualidad, ha habido 257 catones, elegidos por un consenso tras la muerte del último catón.
miércoles, 9 de diciembre de 2015
La hija del Profeso
Hoy entregué a la editorial Sial Pigmalión las últimas correcciones de esta novela galardonada con el Premio Internacional de Narrativa Sial Pigmalión de 2015, una de mis obras más complejas y difíciles de escribir. Empecé a concebir la novela tras releer por enésima vez el magistral relato Dracula de Bram Stoker y visionar su película en la versión de Coppola, creando una estructura para un nuevo relato distinto como hago de costumbre. Sin embargo, me di cuenta que esta vez tendría que cambiar de protagonista, porque Ginebra, hija de Frey Giangaleazzo Ruspoli, el Profeso, sería precisamente la joven historiadora que descubriría y relataría toda la trama. Así que tuve que identificarme con ella, lo cual ha resultado francamente atrevido por mi parte, pero espero que el resultado agrade a los lectores, tal vez con preferencia del público femenino. Porque no se trata simplemente de una historia de terror, para mi es una historia romántica ya que hay varias relaciones sentimentales en la novela, además del intenso amor de una hija hacia su padre y unas cuantas obsesiones. No quiero entrar en más detalles, para no estropear la sorpresa de mis lectores, pero quiero agradecer la fantástica ayuda de mi prologuista y gran amigo, el escritor José Semprún, así como la doctora, escritora, poetisa, y mucho más, doña Alicia García Olbés y del joven David García Urbieta, ambos fundamentales para corregir el texto. Alicia ha creado también una serie fotográfica de los lugares que se visitan en la novela que se enseñará en las presentaciones del libro.
Finalmente, ofrezco a mis lectores un apunte pèrsonal, por si desean conocerme mejor. Padezco de insomnio. Y al Todopoderoso agradezco tal dolencia, que siendo tantas las noches que paso en vela, no hay una en la que no me sienta libre. Que unas noches soy el pícaro y necesitado sacristán Carlos, o ando metido en el pellejo del cura Don Josechu. Otras soy conquistador. Y otras obispo. Y una recuerdo en la que el cónclave me eligió Papa. He sido aventurero, médico y futbolista. Premio Nobel, estudiante y analfabeto. Y muchas veces casada y alguna viuda. He ganado carreras y combates. He sido extraterrestre, demonio, ángel y San Pedro, y a la memoria me llega una noche que, con todo respeto, fui Dios. Pirata, vagabundo, buhonero, aguador, obrero y minifalda. Militar, herido en la guerra y hasta muerto. Quijote, Sancho y Buscón. Parado, rico, enfermo y milagroso. Pájaro, dinosaurio, conejo y escopeta. Pero el personaje que más me gusta es ser Profeso y hacer justicia por el mundo y en todas las épocas. Y como no tengo límites, a veces, he sido muchas cosas a la vez. Y aun así, alguno me pregunta que por qué escribo. Soy un hombre y ansío la libertad. Y yo me siento libre cuando en la soledad de la madrugada, frente al ordenador o a un folio en blanco y una pluma, soy quien en ese momento se pregunta: - ¿Por qué no escribes?»
Cubierta, contracubierta y solapas del libro |
En la portada, imagen del castillo de Bran, una fortaleza medieval localizada en la actual Rumania, que goza de gran atractivo turístico por su relación con la novela Drácula de Bram Stoker. |
lunes, 7 de diciembre de 2015
El Tribunal Supremo del Reino de España
Precioso libro que don Pedro José Yagüe Gil, Magistrado de la Sala Contencioso Administrativo del Tribunal Supremo nos ha enviado. Recomiendo la visita al Palacio de Justicia de Madrid que es una verdadera maravilla arquitectónica y artística.
martes, 1 de diciembre de 2015
Aire, agua, tierra y fuego un poemario de Alicia García Olbés
A la espera de disponer del libro para poder escribir una reseña, os recomiendo incondicionalmente ese poemario de Alicia García Olbés, autora del extraordinario libro "El rompecabezas inconmensurable" que expone la evolución de la tierra y la entrada en escena de los hombres y cuya reseña ya figura en este blog. Alicia se licenció en medicina y ejerció de cirujana plástica durante muchos años, doctorándose tras cinco lustros de profesión, y alternando con las traducciones e interpretaciones. Hizo teatro, cine, y escribe cuentos, poemas y otras obras.
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