jueves, 12 de septiembre de 2013

El cambio climático hará volver a los dinosaurios

LA BIOLOGÍA CELEBRA EL BICENTENARIO DE DARWIN

Caricatura de Darwin, la teoria del origen de las especies


En ocasión del 200 aniversario del nacimiento de Charles Darwin, expertos biólogos pasan revista a la teoría evolutiva intentando superar sus lagunas a la luz de los nuevos descubrimientos de la ciencia. El prestigioso evolucionista Richard Dawkins comenta algunos de estos avances y sorprende con una inquietante predicción: el cambio climático hará volver a los dinosaurios. “Todo apunta a que la razón de su desaparición fue el clima. Pero dadas las predicciones climatológicas actuales, que confirman el calentamiento global, creemos que en poco más de cien años regresarán. Debemos prepararnos para cuando eso ocurra. Si no reaccionamos a tiempo, la presencia de los dinosaurios agravará problemas actuales como la dificultad de encontrar aparcamiento en las grandes ciudades, la inmigración o la contaminación acústica. Es probable también que vengan con hambre”, advierte el célebre divulgador, que propone incluso algunas pistas para afrontar la situación.

Charles Darwin ofreció una explicación revolucionaria de la evolución de las especies y liberó a la ciencia de teorías poco contrastadas como la Romagénesis -que defendía que el hombre venía de Roma- o el propio Creacionismo -según el cual fuimos creados por Dios aprovechando las tardes tontas-. Sin embargo, los hallazgos del darwinismo han sido ampliados y corregidos con el tiempo, dando respuesta a fenómenos que Darwin no explicó y abriendo nuevos interrogantes. “Darwin, por ejemplo, hubiera sido incapaz de explicar lo de Michael Jackson. Un ser que nace negro pero que se va volviendo blanco a medida que canta, hasta que se le cae la nariz, no parece cuadrar muy bien con la teoría de la adaptación al medio”, afirma Richard Dawkins.

Darwin no se explicaría lo de Michael Jackson

“Por suerte la ciencia ha avanzado y ahora estamos en disposición de explicar por qué los lenguados son incapaces de pararse en seco o por qué todas las palomas son zurdas. Para Darwin se convirtieron en enigmas irresolubles, pero él no tenía los recursos que tenemos ahora y el lenguado hoy en día no es ningún misterio”. Lo que sí podría representar un auténtico desafío para la raza humana es el cambio climático y su principal consecuencia: los dinosaurios.


El biólogo Richard Dawkins.

“El neodarwinismo defiende actualmente que la evolución de las especies no implica siempre una transformación hacia algo distinto. Tenemos un ejemplo muy claro hoy en día: han regresado las hombreras, cuando todos creíamos que las habíamos dejado atrás en los ochenta. Si se dan las condiciones necesarias, las especies pueden recuperar formas del pasado. Algo así ocurrirá con los dinosaurios”. ¿Cómo puede el hombre sobrevivir y adaptarse a esta compleja situación? El propio Dawkins propone cinco claves para reaccionar de manera inteligente a este reto evolutivo:

1. Para evitar enfrentamientos, habrá que respetar la distancia interpersonal de los dinosaurios -lo que los expertos denominan proxémica- que en su caso será, obviamente, mucho mayor. Eso implicará, probablemente, que debamos comunicarnos con ellos a gritos excepto en el caso de los dinosaurios de cuello largo, de talante más cercano y cariñoso (estudios recientes vinculan su psicología a la de los portugueses).

Han regresado las hombreras, cuando todos creíamos que las habíamos dejado atrás en los ochenta. Las especies pueden recuperar formas del pasado

2. Para facilitar que se adapten a nuestro entorno en vez de destrozarlo, tendremos que demostrarles lo mucho que puede facilitar su calidad de vida. Para ello, habrá que mantenerles al margen de discusiones estúpidas como las siguientes: ¿tienen que usar Mac o Windows? ¿Tienen que tratarnos de usted? ¿Vino blanco o vino tinto? Es necesario determinar todas estas cosas antes de que vengan, si no nos ven unidos pensarán que no nos aclaramos e irán a la suya.

3. Lo primero que preguntarán es dónde está lo suyo. Sus montañas, sus parajes, sus nidos o lo que sea que tuvieran. Si se dan cuenta de que nos lo cargamos, harán lo mismo con lo nuestro. Hay que atribuir las transformaciones de su entorno a alguna entidad abstracta, como Dios o el IRPF, algo ajeno a nuestra voluntad que hizo que las cosas sean como son. Todo ello esperando que sean deterministas porque si no habrá problemas.

4. No sabemos qué relación tenían con los loros y similares. No es seguro que les parezca bien que los tengamos en jaulas que tapamos por la noche con trapos.

5. Es probable que hagan como los judíos y reclamen un territorio propio en el que establecerse. Que se entiendan con los judíos.

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