sábado, 30 de abril de 2016

El linaje Afán de Rivera Costaguti

                   

Síntesis máxima de la historia familiar del linaje Afán de Rivera (abreviado en AdR) Costaguti (abreviado en AdRC), compilado por don Pietro AdRC y traducido por don Carlo Emanuele Ruspoli. Fuentes: Archivos AdR de España y de Italia, Archivo  Medinaceli, Archivo Costaguti, Archivo de Estado - Nápoles, Archivo  de Simancas, Historia Familiar AdR de don Guglielmo  AdR, Historia Familiar Costaguti, Argote de Molina, López de Haro y un sinfín de otras publicaciones antiguas y modernas, en Europa y América, demasiadas para mencionarlas todas. 

Afán de Rivera (de Ribera, la pronunciación española para la traducción fonética del italiano). 

Miembros de órdenes caballerescos en varios Estados, formaron parte con mucha frecuencia de la orden de Malta y contribuyeron de manera decisiva a la liberación de Malta del asedio de los turcos, debido a San Juan y su padre don Per Afán, duque de Alcalá. Tuvieron diferentes Alguaciles y caballeros profesos. Actualmente solo sobrevive la quinta de las 5 ramas originarias.

El tronco original de Ribera: es una herencia derivada del rey de Asturias, fraccionada en las casas de los reyes de Oviedo y León, Castilla, Navarra y los condes, entonces reyes, de Aragón. La dinastía asturiana, irónicamente llamada por los historiadores "de los marinos" porque los árabes los habían empujado a la costa norte de Iberia, era visigoda, con el fin de ser también llamado grupo étnico principal de "Los reyes godos". El primero de la dinastía, quien introdujo la sucesión hereditaria en lugar de las elecciones, en el siglo VI, fue Witiza, quien casó la hija de Caius Marius, Gobernador romano de Galicia. La división de lo que quedaba del reino visigodo de España entre los herederos masculinos se hizo mediante la costumbre Bárbara, practicada por los pueblos hispanos-germánicos hasta el siglo X. Del hijo incestuoso de Ramiro III de Oviedo y León (denominado Sancho el Grueso) y su hermana doña Ximena, llamado Sancho Belloso (peludo), conde de Cabrera y de Ribera en Galicia, fue el primero de la Casa d.R., quien dio dos Santos a la Iglesia: san Rosendo, fundador de la abadía de Celanova y su madre Santa Ilduara. Agregó el apellido Afán de Maria Afán, la esposa de Lope López d.R., hija de un galés, Señor del Valle de Afán, país de Gales, que fue a remolque del Príncipe Negro. La línea mayor de este tronco original, Muñiz de Ribera, se estableció en Portugal y llegó a extinguirse con doña Isabel, esposa del duque de Braganza y primera reina de Portugal. La segunda línea, que seguía siendo en Galicia, protagonizó con los Vargas las dos etapas de la liberación de Sevilla (1242 y 1248). Descendió de esa don Per Afán de Ribera el Viejo (denominado el patriarca),  1° adelantado y notario mayor de Andalucía, que vivió más de 100 años (1318-1423) y abarcó  todo el siglo XIV. Casó dos veces.(María Rodríguez Mariño e Aldonza de Ayala y Toledo, señora de Malpica y Valdemusa). Sus hijos fueron los progenitores de las 5 ramas en que se divide el apellido compuesto AdR. El tronco anterior de don Lope Lopez de Ribera, esposo de Mary Afán, se rompió lejos del tocón asturiano. De este, don José de Ribera y Tamariz Mendieta fue el 1 º Marqués de Aguiar y don Diego de Ribera y Cotes el 1° conde de Quintanilla. Otra línea fue guiada entre don Ruy Hernández, conde de Ribera y Cabrera y don Lope López y echó raíces en Valencia. Don José de Ribera y Borja, regidor Decano de Valencia, fue el 1° barón de San Petrillo. Don Antonio de Ribera y Escorcia fue 2° Barón San Petrillo y 1° barón de Sobrarbe y  Arbajòn. Otra línea se estableció en Cataluña en Montdanar. Desde aquí se separó en Cadaqués, Barcelona y Gerona. Desde el siglo XV, esa línea tenía nobleza y la condición de caballeros. Don Juan de Ribera fue Inquisidor General de Cataluña. En la segunda mitad del siglo XVII se separó una línea que se instaló en las Islas Baleares.

Las 5 ramas Afán de Ribera: 

La primera, de don Ruy, conde de Ribera y Cabrera, rico hombre, fallecido antes de su padre en 1407 en la batalla de Setenil contra los moros, se extinguió en el siglo XVII en de la Cueva, Duques de Alburquerque.
La segunda, por Don Gonzalo Mariño (señores de Chuzena) incluyó conquistadores, virreyes de Perú, gobernadores de Nicaragua, Florida y Puerto Rico, presidentes de Audiencia de Ecuador y Capitanes Generales de Guatemala, Venezuela y Tucumán (Argentina, hoy en día). El lado español se extinguió en el siglo XVII. A. D. en Ponce de León, Duques de Arcos. La rama americana aún florece con las líneas de Nicaragua, Perú, Venezuela, Argentina, Ecuador, Bolivia y Colombia.
La tercera, por Don Diego Gómez (Duques de Alcalá de Los Gozules, Marqueses de Tarifa y Villanueva del Río, Condes de las Molares, nobles de la sede de la Montaña en Napoli de 1559) incluye un virrey de Cataluña, un de Nueva España (México y otros), dos de Sicilia, dos de Nápoles, un vice duque de Milán, dos gobernadores de los estados Directores, un capitán general de Flandes. Además de un santo de la Contrarreforma española, San Juan, antes Obispo de Badajoz, entonces Arzobispo de Valencia y  Patriarca titular de Antioquía, fue autor, a pesar de si mismo, de la orden de expulsión de los judíos y de los moriscos de España. La rama española se extinguió en el siglo XVII en de la Cerda, Duques de Medinaceli (la línea principal) y los Álvarez de Toledo, Duques de Alba (la segunda línea). La parte americana florece todavía en México, Arizona y en Illinois, con el apellido Rivera o de Ribera. Se cuenta que el Virrey de Sicilia, don Fernando, tuvo a un hijo natural, desde el cual serían derivados los de Ribera de Scicli (Ragusa - Sicilia), barones de la Cava y de Montaña, pero no hay evidencia documental al respecto. Otras personalidades fueron: don Payo, Arzobispo de México y Virrey de Nueva España; Nicolás de Ribera y Laredo, conquistador y uno de los trece de la fama con Pizarro, 1° alcalde de Lima (desde cuyo los condes de Santa Ana de las Torres); Don Per Afán de Ribera y Gómez, conquistador y gobernador de Costa Rica;  los dos duques de Alcalá, virreyes de Sicilia, Nápoles, Milán, Cataluña (Perafán y Ferdinando).
La cuarta, Don Payo, (señores y entonces marqueses de Malpica y Valdemusa y mariscales de Castilla,  grandes de España) se instalaron en Toledo y llegaron a extinguirse en el siglo XVII  en los marqueses de Barroso para la parte europea. Contó con un Virrey de Goa en la India en el momento de la Unión de los reinos de España y Portugal; desde la línea de argentina surgió al general don José Fructuoso de Ribera, barón de Tacuarembó, fundador del partido colorado y primer presidente de la República de Uruguay. Él contrató durante 6 años, como mercenario, Giuseppe Garibaldi. Del lado americano parece florecer incluso en Uruguay, pero no tienen noticias o genealogía precisa después de dicho don José Fructuoso.
La quinta, don Miguel López, regidor de Úbeda, (marqueses de Villanueva de las Torres con Grandeza, entonces de Montenegro con Grandeza, condes S.R.I., condes y Grandes de Hungría, señores Gadea, Bazàn, Huelago, Cazulas, Araña, Fonelas, Almijar y san Podía) florece tanto en España (marqueses de Moterrico, Diezma y la Hinojosa, señores de Cazulas, Almijar y S.Podìa) que en Italia (Marqueses genoveses, Marqueses romanos de baldaquín, Marqueses de Sipicciano, Roccalvecce, Sant’ Angelo y Cosentino, Condes palatinos ) con agnación masculina directa. Contó con un comandante de las fuerzas imperiales españolas en el sitio de Casale (don Rodrigo Gobernador de Piacenza); Don Alonso Afán de Ribera y Zambrana, conquistador y gobernador de Chile;  Per Afán Virrey de Navarra; un mariscal del Imperio (don Per Afán de Ribera, Gadèa, Bazàn, Araña y Suárez de Toledo, Marqués de Villanueva de las Torres y de Montenegre, conde del S.R.I., conde y Grande de Hungría, muchos señoríos, 2 veces Grande de España), un mariscal de Napoleón (don PierLuigi AdR), renombrados militares durante la dinastía de Borbón de las dos Sicilias, un ministro en el Reino de Italia-unidad (marqués don Achille). Por los hijos de Gaspar Iñigo AdR y Ferrer (+1661) se distribuyó en tres líneas respectivamente descendidas del primogénito don Balthasar (extinguida en los Caracciolo, principes de Torchiarolo); del tercer hijo don Melchior (mientras tanto floreciente en España) y del cuarto don Per Afán, Virrey de Navarra (desde que derivó la Italiana, una actualmente). A su vez, la italiana dio lugar a una sub-linea austriaca, una húngara y una croata. Esas tres llegaron a extinguirse en el siglo XX. Una línea de filiación natural, derivó  de la rama 1° de los AdR y se estableció en Navarra. 

Cada una de las 5 ramas, en diferentes momentos, tuvo por lo tanto la grandeza de España y hubo alianzas con las casas reales de Francia, Portugal, Castilla, Aragón y Brunswig-Hannover.
Los enlaces mas importantes fueron con los linajes: Trastámara, Ponce de León, Sotomayor, Enríquez, Guzmán, Portocarrero, Ayala, Mendoza, Hernández de Córdoba, Cortés, Zúñiga, Moncada, de la Cerda, de la Cueva, Álvarez de Toledo, Barroso, Sandoval, Berardo, Caracciolo, Carafa, Rota, Mira de Balena, Pignatelli, Pallavicino, Despucches.

Hay evidencia que la antigua y generosa nobleza de Afán de Ribera fue lograda por todas las ramas en los varios órdenes donde formaron parte: Santiago, Calatrava, Alcántara, Montesa, Malta, Vellocino de oro, Constantiniano di S. Giorgio, Santos Mauricio y Lázaro. 

La rama V de AdR, en particular los AdR italianos: 

Don Per Afán de Ribera y Suárez de Toledo (1ª línea de la V rama), marqués de Villanueva de las Torres, marqués de Montenegre (capitulación conyugal de su esposa doña Serafina Berardo), señor de Gadea, Huelago, Araña, Bazán y Fonelas, 2 veces grande de España, fue Mariscal de campo del Imperio y jefe de personal de Prinz Eugen von Savoy. Por sus excepcionales logros militares y diplomáticos, le fue concedido por el emperador Charles VI (ya Rey del Carlista de España durante la guerra de sucesión española) la grandeza basada en el Marquesado de Villanueva (1712) y fue creado Conde de S.R.I., magnate de Hungría y Conde (1719). A la muerte sin descendencia de sus dos hijos, de los cuales el primogénito su tocayo en Bruselas en 1768, donde sirvió bajo el mando de Charles de Lorraine, los títulos y feudos españoles pasaron arbitrariamente en los Caracciolo, en violación de la primogenitura más antigua de AdR, que restringiba la sucesión agnaticia solamente al hombre, no obstante el derecho español, a privilegio concedido por el rey Juan II de Castilla a don Perafán el Viejo, junto al Hierro definitivo de la Ganaderia de la familia (1409). La única hija, doña Francisca, de hecho se había casado con don Ambrose Caracciolo, príncipe de Torchiarolo y chambelán del emperador. Los Títulos otorgados por el emperador, a la ley sálica se asignará de todos modos y aunque sin discusión al lado AdR de la rama 5. Primeros en llegar a Italia en 1734, de la 5 Rama, fue don Diego AdR y Baca de Herrera  (hijo de don Per Afán, Virrey de Navarra, la cuarta parte de don Gaspar Iñigo), comandante de la caballería del Infante don Carlos, primer duque de Parma por su madre Elisabetta Farnese, entonces Rey de Nápoles y Sicilia después de la guerra de sucesión polaca y por último el rey Charles III de España y emperador de Indias, cuando fue llamado a suceder a su hermano mayor muerto sin descendencia. Con su salida de Nápoles, el rey Carlos encomendado a AdR de don Diego para permanecer en el servicio  del su hijo don Ferdinando IV de Nápoles y VI de Sicilia. De los 6 hijos de don Diego (don Per Afán, don Juan, don Fernando, don Emanuel, además de dos niños muertos), sobrevive sólo en la línea segundo génita, un descendiente del primer hijo de don Diego (Per Afán - Pierluigi (Mariscal Napoleónico) - Rodrigo - Aquiles (Ministro de obras públicas y de la guerra en el Reino de Italia)-Per Afán-Aquiles/Francisco/Ferdinando – los sobrevivientes). Los italianos de AdR fueron súper fieles a los Borbones sin excepción: en el asedio de Gaeta participaron 9 miembros de los entonces existentes. Tras la capitulación, 6 emigraron al Imperio Austro-Húngaro (el mariscal de campo don Gaetano con sus hijos), don Giovanni y don Vincenzo había seguido de Francis II en Roma, mientras a don Achille (de Mariscal de campo don Rodrigo) el rey ordenó por escrito a permanecer en Nápoles, escribiendo de su propia mano la condición de servicio de llenado por su primo el rey Victor Emmanuel II. Don Achille, condecorado ya tres veces por la batallas de Milazzo y Volturno, fue el único oficial de las Dos Sicilias que transitó por el nuevo ejército real italiano manteniendo su grado. Fue diputado durante 25 años, Secretario y Ministro de obras públicas y de la guerra. Fue condecorado con la orden militar de Saboya y el collar de la Anunciación de su brillante carrera política y militar (hasta Teniente General), también recibió el título de Marqués sobre el apellido en 1898. Del imperio austriaco dio lugar a los emigrantes unas sub líneas AdR: la austriaca extinguida en 1945 con don Nicola, que regresó a Italia después del 1918, casado a doña Luigia Pignatelli di Montecalvo y ex coronel del personal General austríaco; la húngara, cuando el joven don Kaspar, fue fusilado por los soviéticos durante la revuelta de Budapest en 1956; la croata con Don Karlo, insigne pintor académico padre de la escuela de naifs, muerto en Mostar en 1987. A una línea empobrecida de la V rama vecina de Valencia, sin embargo, también pertenece el famoso pintor José de Ribera, el Españoleto. A los AdR italianos, en cambio, el célebre Coronel don Carlo, Director de puentes y carreteras (el genio civil y militar de las Dos Sicilias), así como la escuela de aplicación, de 1812 a 1852 y autor de grandes obras públicas, recuperación y libros técnicos y militares. El efecto actual de la subrogación italiana propia, que los AdR se fusionaron en 1921 con los Costaguti, a la muerte del último de ellos, dando lugar a la nueva familia de Afán de Rivera Costaguti, que asumió la herencia de las dos líneas en las que tiene su origen en jure sanguinis en cuanto a  títulos, prerrogativas y tratamientos, como consecuencia de matrimonio en 1902 entre don Per Afán y doña Maria Costaguti, de don Ascanio, último de su Casa.

2) Los Costaguti, fueron caballeros, Bailíos y Profesos de Malta, marqueses de baldaquín, condes Palatinos, conscriptos, con tratamiento de don y de excelencia, y rango de príncipes romanos. Es una familia de Liguria originaria de Costa Aguda en frente a los Apeninos quienes dominan Chiavari. El fundador fue Lanfranco, en 1122. Disfrutó de condición de patricia en la Serenísima República de Génova, donde tuvo un banco propio, suficiente para manejar casas de empeño en casi todos los centros costeros principales de las dos costas del estado, especialmente en el Levante, donde todavía sobreviven calles antiguas con la denominación Costacuta. Los Costaguti ocuparon varios cargos, incluyendo ancianos y cónsules. En la segunda mitad del 1500, Achille  fue cónsul del mar en Savona, donde su familia poseía propiedades. En la reducción a 28 Albergues, de Andrea Doria en 1528, los Costaguti se atribuyen a el Albergue Lomellini juntos a los Chiavari (entre Pompeo Litta y Crollalanza).
A mitad del siglo XVI, llamados por Giovan Battista, 1° Protonotario de la Casa Apostólica, Vincenzo (de Andrea) y sus tres hijos trasladaron la sede del Banco a Roma, quien, mientras tanto, había ampliado el negocio hasta el punto de contar entre los clientes los reyes de Francia e Inglaterra. Los Costaguti fueron tesoreros secretos de 3 papas: Pablo V Borghese, Urbano VIII Barberini e Inocencio X Pamphili, que se convirtió en aliada a la boda de don Luigi con Maria Maidalchini, buscado por la famosa tía donna Olimpia, cuñada del Papa. Al ejercer el negocio de banca, adquirió el Palacio y la villa en Roma de los Patrizi, la pelea de Sipicciano con el título de Marqués por Taddeo Barberini, los feudos de Roccalvecce y S. Angelo (ya confiscados a los Baglioni) y, por lo tanto, el Marquésado de Cosentino  y la Baronía de Carovigno en el Reino de Nápoles, con la investidura de Felipe IV de España en 1654 a otro Giovan Battista, quien más tarde se convirtió en cardenal Camerlengo de  S.R.E.. Ascanio, el hijo mayor de Vincenzo, sin suceciòn y castellano de Castel Sant'Angelo, redactó un testamento estableciendo la subrogación y los fondos propios de primogenitura (para mantener el primogénito), segundogenitura (para mantener a los demás hermanos), la prelatura (para mantener a los clérigos de la casa), solteronas protegidas de Casa Costaguti (para casarlas). En este Testamento se vieron obligados a participar todos los primogénitos de la custodia y administración de estos fondos, agobiados, inalienables, excepto libertad para modestos herencias o legados.
Antes la muerte del hermano Ascanio, don Próspero hizo registrar el cuyo Testamento, dijo en 02/07/1638, con la cámara apostólica el próximo 10/7. Don Próspero fue el 1° Marques de Sipicciano, señor de Roccalvecce y de San Angelo, co-señor de Cuevas de San Esteban, con prerrogativas de Marqués romano de baldaquín y conde palatino, conservando todavía la nacionalidad genovesa. Hay una leyenda por la que los Patricios genoveses inventaron un "Edicto de oro" del emperador Carlos V quien creó Marqués todos pertenecientes a los Albergues (suprimidos en 1576 y cuyos miembros fueron registrados en el libro de oro de la República) y que el Rey Católico Felipe II, para deshacerse de parte de las deudas, sin embargo reconoció como genuina la rama paterna. De hecho, en la lista de prioridades en las cortes europeas, establecidas por la paz de Westfalia de 1648 (que terminó Guerra de treinta años), fue atribuido a los embajadores genoveses la dignidad de Marqués. Por lo tanto, el uso continuado de las familias patricias que recibieron asignaciones diplomáticas, uso legitimado por el rey de Cerdeña, al fin de ganar el favor del patriciado después del Congreso de Viena, cuando se adquieren los Estados genoveses. Este reconocimiento también incluye los C., porque, aunque no se han practicado en los Estados de la iglesia, esto no implica ninguna degradación. Así como sobre el origen y naturaleza de la "espontánea" conservar el pabellón que han gratificado  heraldistas también distinguidos, como Caffarelli y Cardelli. De hecho, eso  entrañaba un deber/derecho bajo su propia responsabilidad y cuidado para recibir privadamente en casa el Papa y los cardenales, seguido por la delicada necesitad de garantizar el anonimato en algunas reuniones que, de lo contrario, habrían creado peligrosos valores políticos en una época de precarios equilibrios internacionales. Los C. fueron gobernadores de la congregación de S. Giovannino de ' Genovesi en Roma para casi todas las generaciones, construyeron una capilla en San Carlo y Biagio ai Catinari en Roma y en San Francisco en Chiavari y carga y jurisdicción de la Plaza, nombrado después de su nombre, en el cual se encuentra una de las fachadas del palacio familial. Eran también los propietarios y dueños de tocayo regimiento, que fue basado en el castillo de Roccalvecce y se disolvió cuando el Mariscal Suvarov, comandante de la coalición entre la primera y segunda campaña en Italia (1799), ordenó disolver todas las milicias locales. El Banco C. también continuó hasta el Tratado de Tolentino, de 1796, cuando grandes sumas y reservas en fechas preciosas al Papa y nunca pagado, ya no fuè posible continuarlo. Los C., quintos después de la reforma de Pío IX, fueron protonotarios apostólicos, cardenales, obispos, senadores de Roma, 3 veces Tesoreros secretos de los Papas, conservadores, cartógrafos, pintores y músicos. En la Biblioteca Casanatense di Roma hay una “Collecciòn Costaguti", que contiene los manuscritos de partituras de todas las composiciones de los distintos miembros de la familia, algunas de ellas citadas y elogiadas por Monteverdi y Muratori. Dignos de especial mención son: Aquiles, cónsul del mar en Savona; Roberto Ranieri, ex confesor de la Emperatriz Maria Theresa y de 1778 a 1818, obispo del Santo Sepulcro en Umbria, quien dejó una colección de utensilios sacrados, privados y pertenencias que aún hoy es el Museo Episcopal; el cardenal Vincenzo, amigo y tutor de la Reina Christina de Suecia y constructor de villa Buena Apariencia de Neptuno (ahora Borghese); el cardenal G. Battista, principal soporte con el Banco C. de recuperaciónes Bentivoglio en Ferrara y Rovigo; Scipio, arzobispo titular de Cartagine, que restauró las torres de Carovigno. Don Angel, oficial naval, cuyos estudios y planos cartográficos de las costas del Lacio son los que siguen en uso. 
Principales alianzas matrimoniales: Ravaschieri, Costa, Rivarola, Cattaneo, Strozzi, Cardelli, Maidalchini, Caffarelli, Altemps, Widmann-Rezzonico, Serlupi-Crescenzi, Massimo, Gabrielli di Quercita y Gabrielli di Carpegna, Gallarati Scotti. 
Última de su casa fue doña Maria, hija del Marqués don Ascanio, casada al Marquès don Per Afán de Rivera, fue Marquès don Achille. A la muerte del Marquès don Ascanio C. en 1921, se concretó la propia subrogación 1638 construida por Ascanio senior C. La nueva familia Afàn de Ribera-Costaguti tomó jure sanguinis los títulos, las prerrogativas y los tratamientos que pertenecían hasta entonces a las dos familias que la han originada.

viernes, 8 de abril de 2016

La mujer moderna


Hace tiempo que trato de abandonar la costumbre, que ha sido y es habitual entre los hispano-italianos que nos dedicamos a hacer públicos nuestros pensamientos, de hablar de España o Italia, de su pasado y su presente, en su conjunto y en términos muy críticos y sin matiz. Por el contrario, centrándome en España donde resido, cada vez estoy más receptivo al famoso dilema de las dos España cortada siempre en dos mitades, cualquiera que sea el concepto con que la valoremos. Y cada vez estoy más dispuesto a considerar que España es un país  muy valioso, en su pasado, en su presente y espero que en su futuro,  pues teniendo un peso muerto, con que la parte positiva de esta España, tiene que cargar para conseguir sus logros, lo hace, a veces, de forma muy sorprendente y hasta milagrosa.
Aquí estamos, un país mísero en recursos naturales, con un índice de analfabetismo tercermundista hasta anteayer, con gran tendencia al jolgorio y a mezclar el trabajo con el placer y que, aun saliendo de la historia a saltos entre dictaduras y tiranías, se ha convertido en una democracia homologable con las mejores y con una potencia económica entre las diez o doce punteras del mundo. No está tan mal. Algo muy valioso tiene que haber en la España que tira del carro.
Pero, para mí, quizá, la transformación más sorprendente y que tiene mucho que ver con lo positivo señalado, es el progreso y actualización de la mujer que, en pocos años, ha evolucionado vertiginosamente, desde aquellas jóvenes viejas que conocimos en nuestra infancia y mocedad, que daban a la España rural un aspecto similar al que ofrecen, ahora, los países árabes, hasta las actuales, que participan, con el hombre, de tú a tú y hasta con ventaja, en el terreno docente y profesional.
Han salido del negro burka a la desnudez, del exclusivo adiestramiento para la atención del hogar a presidir bancos, de escuelas de educación separada y melindrosa a ser las más numerosas y cualificadas en todo tipo de niveles docentes, de “de profesión sus labores” a estar presentes en cualquier tipo de profesión, de estar supeditadas al varón a afirmar su independencia, de ser la empleada doméstica siendo además profesional, a defender, valientemente, la igualdad en el reparto de tareas, de ser objeto pasivo y remilgoso en la práctica del sexo a ser tan protagonistas como el varón. El verdadero milagro del siglo XX.
 Sin embargo, también en esto las dos Españas. Es penoso ver a otras muchas  tratando de imitar los hábitos, lenguaje procaz y vicios de los varones, poniéndose a su altura en cuanto a promiscuidad sexual asumiendo, más que nunca y desde edades muy tempranas, el riesgo de embarazos no deseados, asumiendo toda la carga ante la irresponsabilidad del varón, a veces participe muy ocasional y hasta indiscriminado, dificultando su vida desproporcionadamente.
 Muchas, viven obsesionadas por la atención a su cuerpo. Una variada industria les ofrece, ahora, infinitas tentaciones que les incitan a gastar lo que no tienen. Aparte de las atenciones de costumbre, recurren a operaciones estéticas con las que eliminar defectos y potenciar atractivos en su cuerpo para poder ofrecerlo como objeto sexual, a  estúpidos que las tratan como mercancías de usar y tirar.
Es triste ver, a diferencia de la gran parte que ha logrado la emancipación o equiparación respecto del varón llevando una vida digna, a otra parte que se supedita más que nunca a él, del que recibe trato de objeto sexual con el que jugar sin responsabilidad ninguna o que la considera de su propiedad. 
Y como tal se dejan agredir, muchas veces sumisamente, por algunos desgraciados que les cuentan las costillas con la correa y que cuando les ven veleidades de salirse de su propiedad les hacen un tatuaje en la barriga bastante más profundo que los numerosos con los que, sorprendentemente, van pintarrajeando su cuerpo. Tanta reivindicación feminista para llegar, otra vez al “la maté porque era mía”
Aquí está, de nuevo, increíblemente, El Pichi, el chulo que castiga, rompiendo corazones y haciendo de las suyas con más libertad y menos responsabilidad que nunca, ante la dócil y estúpida sumisión de muchas. ¡Será posible!

jueves, 7 de abril de 2016

Modus operandi


Estoy desesperado. 
Nunca encuentro la manera de decir: “Modus operandi”. 
Se demoniza a Rajoy porque no se somete a la picadora de carne mediática. Bueno… lo menos que puede. 
En un lugar de La Mancha de cuyo nombre no quiero acordarme…. Algo tenia atravesado Don Miguel de Cervantes. No me extraña, con la vida que le dieron. 
Se pide, a todas horas, a los políticos, no solo que nos digan lo que van a hacer, sino lo que harían si pasase esto o dejara de pasar aquello. Es necesario, que esa parte de la juventud que se está quedando atrás, acepte los riesgos y las oportunidades que la nueva situación presenta.
“Las cosas son como son”. suele decir Rajoy, en frase de rendición incondicional ante la realidad, que, a mi, me gusta.
Lo único seguro, en la vida, es la inseguridad. 
El "gatopardismo" o lo "lampedusiano" es en ciencias políticas el "cambiar todo para que nada cambie", paradoja expuesta por Giuseppe Tomasi di Lampedusa (1896-1957). La cita original expresa la siguiente contradicción aparente: "Si queremos que todo siga como está, es necesario que todo cambie".

domingo, 3 de abril de 2016

El gran caminante (8.000 Km.)







Álvar (o Álvaro) Núñez Cabeza de Vaca fue un gran explorador y conquistador español, de familia noble y nieto de un conquistador de Gran Canaria. Descubrió las Cataratas del Iguazú y exploró el curso del Río Paraguay. Nació en Jerez de la Frontera (Cádiz) en 1507 de Francisco de Vera y Teresa Cabeza de Vaca. Este apellido de Cabeza de Vaca fue siempre su preferido. Descendió de un antepasado que participó victoriosamente en la batalla de Las Navas de Tolosa (1212) que había señalado un paso sin vigilancia a través de la Sierra Morena con cabezas de vaca. En agradecimiento, el rey Sancho de Navarra le confirió el apellido, ennobleciéndolo. Un antepasado de su madre fue también un experto oficial naval. 
 En su juventud, Cabeza de Vaca alcanzó experiencia militar en Italia, donde participó en las campañas de la armada de Carlos V. Sus servicios a la corona probablemente fueron esenciales para conseguir la posición de tesorero en la expedición de 1527-1528 de Pánfilo de Narváez. Narváez, un participante menor en la conquista de Mexico, había perdido un ojo y el comando de su ejército a favor de Hernán Cortés en 1520. Más tar-de, mediante su importunidad en la corte española, logró que se le otorgara una licencia real para fundar una colonia en Florida, un nombre que identificaba la costa del golfo entre Pánuco (Veracruz) en México y la península de Florida.
En 1527 fue miembro de una expedición que tenía por finalidad la búsqueda de oro, integrada por 300 hombres y capitaneada por Pánfilo de Narváez. Dicha expedición llegó a la bahía de Tampa hacia abril de 1528, y de allí se dirigieron por tierra hacia México. Fueron muriendo muchos de los integrantes de este grupo, por lo que Álvar Núñez Ca-beza de Vaca se convirtió en jefe de estos conquistadores. En una isla los indígenas los capturaron.
Después de seis años de cautiverio, Álvar Núñez Cabeza de Vaca y otros tres expedicionarios lograron huir en 1535, y recorrieron el sudoeste estadounidense y norte de México hasta llegar a un poblado a orillas del río Sinaloa. A pié, medio desnudos, como indios, desarmados se lanzaron a la caminata más descomunal de la historia, más de ocho mil kilómetros a través de los desconocido. Fue el verdadero descubridor de los Estados Unidos, habiendo cruzado la Florida, Alabama, Mississippi, Luisiana, Texas, Nuevo México y Arizona. 
A su regreso a España en 1537, la corona le premió y le nombró Adelantado y Gobernador del Virreinato del Río de la Plata.
Entre 1541 y 1542 estuvo al frente de una expedición que recorrió 1.600 Km., a través del sur de lo que es hoy Brasil, hasta Asunción. En esta expedición descubrió las Cataratas del Iguazú.
 En 1544 volvió a España bajo arresto por oponerse al uso de tanta barbarie hacia los indios, allí lo desterraron y enviaron a Orán en África, hasta 1556 en que obtuvo el perdón por parte de Felipe II, quien lo nombró presidente del tribunal supremo de Sevilla. Tomó entonces  los hábitos y se radicó en un monasterio sevillano. Falleció en Sevilla hacia 1560.
Escribió relatos y narraciones sobre sus expediciones especialmente en su obra Naufragios de Álvar Núñez Cabeza de Vaca, Adelantado y Gobernador del Río de la Plata.
Primer Viaje a América
Su primera aventura en "las Indias", es decir, América, transcurrió en el sur de lo que hoy son los Estados Unidos y el norte de México: alistado en la expedición de Pánfilo de Nar-váez a la Florida (1527), fue uno de los cuatro únicos supervivientes de los 300 hombres que naufragaron frente a las costas de Florida que, durante ocho años, vivieron entre los indios como comerciantes y curanderos. 
Narváez salió de España en junio de 1527, pasó el invierno en Cuba, y llegó a la costa oeste de Florida en abril de 1528. No obstante las protestas de Cabeza de Vaca, Narváez decidió separar 300 hombres de sus buques de apoyo para reconocer el terreno. Narváez se mantuvo separado permanentemente de sus buques y quedó desamparado al naufra-gar en la costa de Florida, que creía erróneamente ser distante solo unas pocas leguas del río Pánuco.
La expedición de Narváez entonces inició una marcha hacia la costa noroeste interior de Florida, donde estacionó aproximadamente unos tres meses. Teniendo que hacer frente a los indígenas nativos hostiles y a la escasez de alimentos, Narváez decidió que se construyeran  unas improvisadas gabarras para dejar a Florida por mar. Su comando, que había quedado menguado a menos de 250 hombres, embarcó en cinco barcazas para navegar hacia el río Pánuco. El primer mes en el mar fue bueno. Costeando la pequeña flota llegó a la boca del río Mississippi.  Pero en el día treinta y uno los cogió una tor-menta que los desvió de su ruta. varios días después de pasar la boca del Río Grande, dos de las gabarras más estropeadas fueron encalladas en una isla, probablemente la de San Luís, conocida actualmente como Follets Island, delante de la costa Texas, en el mes de noviembre de 1528. Entre los aproximadamente ochenta supervivientes estuvie-ron Cabeza de Vaca, Andrés Dorantes de Carranza, su esclavo africano Estevanico, y Alonso Castillo Maldonado. Estos hombres, conocidos como “los cuatro náufragos harapientos” fueron los primeros blancos a pisar suelo tejano y fueron los únicos supervi-vientes de la expedición de Narváez. 
En su mayor parte los náufragos murieron a causa de la sed o muertos por los nativos. Cabeza de Vaca permaneció cautivo de los indios Ananarivo en la costa del Golfo de México junto con los también náufragos Alonso del Castillo Maldonado, Andrés Dorantes de Carranza y Estebanico, quien fue el primer hombre nacido en África en pisar territorio de los Estados Unidos, y aunque se le describió como negro en realidad fue bereber y moro.
 Poco tiempo después de alcanzar la costa de Texas, Cabeza de Vaca se separó de los otros supervivientes. Creyendo que había muerto en el continente, todos menos dos de los supervivientes avanzaron hacia la costa. Cabeza de Vaca sanó de una enfermedad casi mortal y más tarde se convirtió en el primer europeo comerciante in Texas. Recorrió territorios hacia el interior así como de la costa, llevando conchas marinas y judías mesquite al interior y regresando con pieles y ocre rojo. También tuvo éxito como hom-bre de medicinas. Sus tratamientos consistían en bendecir a los afligidos, soplar sobre las heridas y rezar.
La reticencia de Cabeza de Vaca a abandonar el área de Galveston fue influenciada por un solo compatriota superviviente, Lope de Oviedo, quien rehusó dejar la primera isla donde recalaron. En 1532, Álvar convenció a este español reluctante de acompañarle a lo largo de la costa hasta Pánuco, como habían ya hecho los demás supervivientes en la primavera de 1529. Durante el camino, Lope de Oviedo regresó y desapareció de la historia. Cabeza de Vaca se reunió entonces con tres compañeros sorprendidos en el denominado río de cocos, probablemente el actual Guadalupe. Allí, los cuatro náufragos, que fueron apresados y esclavizados por los Indios Mariame, planearon su fuga hacia México. No obstante no lograron fugarse hasta 1534, cuando huyeron hacia Pánuco.
Álvar y los otros náufragos viajaron desde las inmediaciones de la isla de Galveston hasta Culiacán, un puesto avanzado cerca de la costa del Pacífico de México, donde llegaron en 1536. El recorrido ha sido objeto de históricas controversias durante más de un siglo. Las diferencias acerca de la ruta que siguieron continua, pues nadie puede pro-bar con certeza absoluta cual camino siguieron en cada etapa del viaje. No obstante, la parte de Texas la que recibió más atención.
En la Relación, Cabeza de Vaca informó sobre la experiencia vivida y el anexo informe conjunto fue escrito por los tres españoles supervivientes. Ambos relatos fueron escritos poco tiempo después de acabar la larga caminata que terminaron en 1536. Estos escritos contienen informaciones bióticas, etnográficas y fisiográficas que proporcionan pistas sobre donde estos hombres vivieron casi siete años en Texas y sobre lo que vieron. Sus informes sobre su experiencia proporcionan valiosos datos sobre los indios de Texas,  el territorio, la flora y la fauna.
Por sus propios medios lograron escapar y, oficiando entre los indios como curanderos y magos gracias a los conocimientos médicos de Cabeza de Vaca, se ganaron la voluntad de los nativos e hicieron varias exploraciones en busca de una ruta para regresar a la Nueva España por lo que hoy es el suroeste de Estados Unidos y norte de México. Tras deambular durante largo tiempo por la extensa zona que hoy es la frontera entre México y Estados Unidos llegaron a la zona del Río Bravo o Grande, siguiendo el curso del río encontraron tribus dedicadas a la caza del bisonte con las que convivieron. Finalmente a orillas del Río Petatlán restablecieron el contacto con un equipo de exploradores españoles en Sinaloa en 1536.
 Los datos cruciales de evidencia en los relatos son las dimensiones de la isla donde ocurrió el primer desembarco, la distancia entre la isla y el continente y el atravesamiento de cuatro arroyos sucesivos en el mismo, la descripción de una serie de ensenadas a lo largo de la costa en dirección a Pánuco, la mención de un río de cocos y de hileras de cactus chumberas, el cruce de un ancho río comparable con el Guadalquivir de España, la aparición de una cordillera de montes cerca de la costa con dirección hacía el mar del norte y los nombres mencionados de las tribus indias. Todos estos datos, una vez relata-dos al llegar a alcanzar al objetivo de Pánuco, sugieren con certeza que recorrieron una ruta meridional a lo largo de la costa interior de Texas y el cruce de la parte baja del Río Grande  cerca del lugar de la reserva internacional para los halcones. En última instancia, el exitoso viaje a pie de los náufragos los llevó a regresar a Texas a la confluencia del Río Grande con el Río Conchos, cerca del lugar del actual Presidio en Texas. En aquel lugar de su camino, Cabeza de Vaca extrajo una flecha del pecho de un indio. Dicha operación le valió ser recordado como el “Santo Patrono” de la Asociación de Cirugía de Texas. Asimismo Álvar merece ser conmemorado como el primer geógrafo, historiador y etnólogo de Texas. Fue el único español que vivió entre los indios de la costa de Texas y que sobrevivió para escribir acerca de ellos. Por consiguiente él, junto con Dorantes de Carranza y Castillo Maldonado, los tres tienen que ser también recordados por haber producido la primera literatura de Texas.
 Durante aquel viaje recogió las primeras observaciones etnográficas sobre las po-blaciones indígenas del golfo de México escribiendo una narración titulada Naufragios, considerada hoy la primera narración histórica sobre los Estados Unidos, fue publicada en 1542 en Zamora (España) y en 1555 en Valladolid, en la cual describe sus vivencias y las de sus tres compañeros quienes atravesaron a pie el suroeste de los Estados Unidos y norte de México.

Segundo Viaje a América
 Cabeza de Vaca regresó a España en 1537 y consiguió que se le otorgara el título de Gobernador y Segundo Adelantado del Virreinato del Río de la Plata. Para hacerlo efectiva inició en 1540 su segundo viaje, que le llevó al sur del continente americano. Descubrió las Cataratas del Iguazú , exploró el curso del Río Paraguay y sometió a algunas tribus indígenas. 
Pero pronto entró en conflicto con los colonos españoles establecidos con anterioridad que, encabezados por Domingo Martínez de Irala, rechazaban la autoridad del gobernador y sus proyectos de organizar la colonización del territorio olvidándose de perseguir los quiméricos tesoros de los que hablaban los mitos indígenas.
Los descontentos se sublevaron en 1544 (primera revolución de los comuneros) y enviaron a Cabeza de Vaca a España acusado de abusos de poder en la represión de los disidentes (como el incendio de Asunción en 1543). El Consejo de Indias le desterró a Orán en 1545. Ocho años después fue indultado y se estableció en Sevilla como juez. Ejerció el cargo hasta su muerte en 1559 durante siete años.

Bibliografía
Existe una extensa bibliografía en castellano y en inglés, de la que solo reseñaré lo esencial:
1. “Naufragios”, de Álvar Núñez Cabeza de Vaca, edición electrónica del año 2000 por www.elaleph.com.
2. “Relación” de los tres náufragos supervivientes: Álvar Núñez Cabeza de Vaca, Dorantes de Carranza y Castillo Maldonado publicada poco después de 1536.
3. “La relacion y comentarios del governador Alvar Nuñez Cabeça de Vaca, de lo acaescido en las dos jornadas que hizo a las Indias.” Valladolid: Francesco Fernández de Córdova, 1555.
4. Historias Paralelas: España, Estados Unidos y la Frontera Americana. Madrid, 1749. Naufragios de Alvar Nuñez Cabeza de Vaca, y Relacion de la jornada, que hizo a la Florida con el adelantado Panfilo de Narvaez. 
5. “El largo atardecer del caminante”, del diplomático argentino Abel Posse, edición PLAZA & JANES, 1992. Premio Encuentro Extremadura y América 1992.