viernes, 31 de agosto de 2018

Trampa mortal de Lee Child

En las novelas de la saga Jack Reacher es el autor quien lleva seudónimo. Pero en ambos hay un punto radical de ruptura, un acontecimiento trascendental que da un giro a su narrativa vital. Lee Child, alias de Jim Grant, ex ejecutivo televisivo reconvertido en escritor, creó a Jack Reacher, ex oficial del Ejército de los EEUU transformado en vagabundo y caballero andante por las carreteras norteamericanas. El primero se dedica exclusivamente a escribir al segundo, pero es Reacher quien parece llevar las riendas, materializar los deseos ocultos de Child.




"A medio camino entre James Bond y Sherlock Holmes, Reacher es un héroe solitario e invencible, una actualización del mito del caballero andante adaptado a la mitología marcial estadounidense"

Los parecidos de ambos, al fin y al cabo, no acaban en ese hecho fundamental de sus biografías, ese abandono de las obligaciones para entregarse a la libertad, sino que se extiende incluso al físico: el esbelto Child, nacido en Coventry, mide casi dos metros y tiene una mandíbula cuadrada digna de un superhéroe. Reacher, por su parte, nació en una base militar en Berlín y es tan corpulento que, en la última novela publicada en España, Trampa mortal (tercera si seguimos el orden de publicación original) es capaz de parar una bala de pequeño calibre con su pecho descubierto.

A medio camino entre James Bond y Sherlock Holmes, Reacher es un héroe solitario e invencible, una actualización del mito del caballero andante adaptado a la mitología marcial estadounidense. Sus 23 libros van atrás y adelante en el tiempo, pero todos destacan por ser independientes uno de otro y gozan de la misma narrativa directa y sin bagajes de Child, digna, al fin y al cabo, de un vagabundo como Reacher. Hizo falta, eso sí, un excelente thriller protagonizado por Tom Cruise para insuflar renovada energía a la publicación en España de las novelas, absolutos superventas allí donde se han publicado.

Trampa mortal se distingue de las otras ocho publicadas en España por presentar a un villano más complejo de lo habitual, por mucho que esto arroje sus contrapartidas: en ocasiones, la investigación de Reacher, por primera vez ajeno a los acontecimientos que se cocinan y, por tanto, un poco más pasivo de lo que suele, se resiente con un desarrollo simple que no aprovecha del todo ciertas promesas iniciales. El lector, entretenido de todas formas con las hazañas eróticas del héroe con un amor del pasado (que vuelve a certificar la habilidad de Child para sublimar deseos ocultos, prohibidos) sabe mucho antes que el protagonista lo que está ocurriendo, un procedimiento que sitúa Trampa mortal por detrás de convulsas e imprevisibles tramas como las de El enemigo o Un disparo, dos de los mejores títulos del ciclo Jack Reacher de los publicados en España. A cambio ganamos una trama de línea clara y conservamos un final igual de contundente, en el que Reacher certifica su calidad de fantasía visceral, casi erótica, puramente masculina… capaz de protagonizar momentos hilarantes como aquel en el que neutraliza a unos matones mientras en la calle de al lado le preparan una pizza.

El escenario merece la pena, y es ciertamente refrescante y expresivo. Trampa mortal fue publicado originalmente en 1999, cuando aún no habían caído las Torres Gemelas (escenario de capital importancia en el relato) y mucho antes de que la crisis económica y las mentiras de Wall Street acabasen de fulminar la moral del Primer Mundo. Garfio Brodie, el malo, ocupa una oficina vacía en una de las torres, y sus planes de especulación y asesinato son todo un monumento a las contrapartidas del capitalismo, sustentados, de postre, por los horrores de una guerra del pasado. Hay un robo de identidad que resulta profético y que resulta ser todo un rasgo de sagacidad de Child, capaz de entretener al lector durante cuatrocientas páginas de acción y suspense. Trampa mortal no es la mejor de las novelas de Reacher, pero es una perfecta introducción a un mundo peligroso, apasionante y familiar. Y lo más importante de todo para los que desembolsamos el dinero, una novela de aeropuerto de esas que se leen en tres maravillosos días de playa.

No hay comentarios:

Publicar un comentario