Tiene
su origen en un ungüento medicinal que en épocas pasadas se aplicaba como
remedio para todos los males y que se llamaba atutía o tuthía,
vocablos que derivan del árabe altutiyà. El dicho “no hay tu tía”, que es una modificación de no hay atutía,
se empleaba para indicar que una enfermedad no tenía remedio ni aplicando el
virtuoso preparado.
Doctor arquitecto, autor de numerosos títulos técnicos y catálogos, así como de proyectos de edificación y ensayos. Colaborador de la Real Academia Matritense de Heráldica y Genealogía y articulista en revistas técnicas y culturales. Ha escrito sobre historia, antropología, crónicas de arquitecto y novelas históricas, con más de veinticinco libros publicados en papel y formato digital. Ganador de varios premios literarios de prestigio.
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